Estos días de trabajo remoto desde la casa hacen recordar el famoso video del profesor Robert Kelly, quien en 2017, mientras daba una entrevista en vivo para la BBC desde su pieza en Corea del Sur, fue interrumpido por sus dos pequeños hijos que aparecieron por la puerta en medio de la transmisión. El video se volvió viral y surgieron parodias que recorrieron todo el mundo, pero una en particular incorporaba un mensaje importante. En Nueva Zelanda, el programa de televisión Jono and Ben publicó una versión donde aparecía una mujer en lugar de Kelly y, mientras sus hijos saltaban encima de ella, se le veía haciendo varias tareas a la vez. Incluso tratar de encontrar un calcetín perdido de su marido.

La publicación del video parodia con la mujer protagonista iba acompañada del siguiente texto: "A favor de todas las mujeres trabajadoras que tienen que desactivar bombas a menudo". En estos días de teletrabajo, esta realidad demostró estar lejos de ser broma. En Chile, la Encuesta Casen Mujer 2017 dio a conocer que 2.6 millones de mujeres compatibilizan el trabajo con su rol de madres.
Una semana después del llamado a cuarentena que hizo el gobierno, el 87% de las empresas implementó el teletrabajo desde la casa, para hombres y mujeres, según una encuesta realizada por el sitio Trabajando.com. Con las clases de colegios y jardines infantiles suspendidas, desde ese momento empezó el desafío más importante para muchas: cómo ser mamá y profesional al mismo tiempo y en el mismo lugar.

Porque si de tiempo hablamos, el primer estudio nacional de Valorización del Trabajo Doméstico y de Cuidado no Remunerado, de ComunidadMujer, revela que las mujeres ocupan 3.390 horas al año en cuidados de niños de 0 a 14 años, mientras que los hombres solo 1.190. La sumatoria de horas laborales y de trabajo o cuidado no remunerado dan un total de 11,6 horas al día para las mujeres versus 9,7 para los hombres.

Es decir, las mujeres pasan prácticamente la mitad del día trabajando, si consideramos las labores pagadas y las no pagadas que deben cumplir dentro y fuera de sus hogares. 

Tener tiempo para todo

Una de las principales consignas a favor del teletrabajo ha sido la oportunidad de obtener horarios flexibles y  menos gastos de tiempo y dinero en transporte, un argumento que ha tomado fuerza a medida que las ciudades han crecido y la conectividad se ha hecho más difícil. Pero un estudio de la Universidad de Oberta, en Cataluña, que revisa la historia del trabajo remoto y las contradicciones que éste ha tenido para las mujeres, propone que la promesa del "ahorro de tiempo" no llega a las mujeres. "Es una trampa y una oportunidad a la vez. La principal motivación ha sido disponer de más tiempo para hacerse cargo de los hijos, pero luego las mujeres quieren volver a su trabajo presencial porque se sienten aisladas y quieren tener separados lo laboral de lo familiar", dice.

Porque el trabajo remoto también tiene costos en el ámbito del crecimiento profesional. El artículo De la casa al trabajo, análisis de un tiempo perdido publicado por CEP en 2018, habla de que si bien las mujeres pueden ganar tiempo y eficiencia en su trabajo al no tener que transportarse hacia otro lugar, el no recorrer más kilómetros para desempeñar una labor muchas veces se traduce en una pérdida de oportunidades.

"Si restringimos las oportunidades laborales de las mujeres a las que existen en un perímetro cerca de sus casas –o en este caso, dentro de sus hogares– las opciones de escoger dónde trabajar serán todavía menos y también serán limitados los salarios potenciales", concluye el estudio.
Las pocas posibilidades laborales que pueden haber dentro de un perímetro que nos ahorre tiempo de transporte, sería un primer argumento para pensar que no es más tiempo lo que necesitamos las mujeres, como se plantea en los beneficios del  teletrabajo. 

Existen quienes argumentan incluso que salir de la casa para trabajar puede ser un beneficio y no un mero ahorro de pasaje en transporte público. "El solo hecho de vestirte para salir de casa, tomar la micro, llegar al trabajo y almorzar una hora y media con otras personas, te da la posibilidad de generar redes que, a su vez, crean más oportunidades y crecimiento económico y profesional", explica Marcela Ríos, representante asistente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en Chile.

Políticas públicas, políticas de casa

Marcela Ríos es enfática en que la solución para las mamás trabajadoras está en distribuir de forma más equitativa las cargas. "Hay que combatir la desigualdad", comenta. "Si seguimos implementando medidas que solo le hagan el trabajo más fácil a las mujeres y no incentiven la responsabilidad de los hombres, como hacer su post natal más largo, seguiremos en la misma lógica".
Lo mismo para las políticas dentro de las empresas, sobre todo en tiempos extremos como la pandemia. Roberta Ferreira, parte del directorio de la empresa especialista en recursos humanos DNA Capital Humano, explica que las organizaciones de deben ser más tolerantes con las dinámicas familiares. "La empresa debe instaurar la tolerancia y los rituales para cada día de teletrabajo", explica. "Si bien la eficiencia del teletrabajo puede ser útil en un futuro, es fundamental saber respetar las circunstancias de todos los trabajadores, planteando desde el principio un apoyo y entendimiento según sus diferentes realidades".