Las mamás tiktokers se han vuelto todo un fenómeno en redes sociales; bailan coreografías con sus hijas e hijos, dan consejos de maternidad bailando y hacen sketch riéndose de sí mismas en su rol materno. Desde celebridades como Alicia Keys, Reese Whitherspoon o Victoria Beckham, hasta influencers de maternidad o mujeres comunes y corrientes, las madres se han unido a esta red de moda compartiendo la cotidianidad de su crianza y vida familiar, pero en un formato lúdico y que entretiene.

Según datos recogidos en 2021, 800 millones de personas usan Tiktok cada mes en todo el mundo. En esta red social de origen chino, que permite grabar, editar y compartir videos cortos añadiendo música, filtros y efectos de sonido, el mayor porcentaje de usuarios tiene entre 10 y 19 años; es un espacio dirigido principalmente a centennials. Sin embargo, Tiktok ha logrado captar también la atención de generaciones mayores, de 35 años o más, de las cuales más de la mitad son mujeres. Muchas de ellas, madres de estos niños y adolescentes tiktokers, se están liberando a través de bailes y actuaciones de un estereotipo tradicional de maternidad y crianza –más serio, idealista y siempre privado– para conectarse con las nuevas generaciones en una faceta más libre y real.

Marjorie Madariaga, periodista de 35 años, se considera una “mamá tiktoker”. Supo de esta red social cuando el mayor de sus hijos, de 9 años, le pidió hacerse una cuenta. Para poder tener cierto control sobre el contenido que ve y comparte su hijo, la abrió en su propio celular. Pero de a poco, revisándola y ayudándolo con los bailes, empezó a parecerle atractiva. “Me fui entusiasmando con el tema de los bailes. Yo siempre quise ser actriz y bailarina, crecí mirando Mekano y programas de baile; recuerdo pararme frente a la tele para tratar de aprenderme las coreografías de axe. A mi hijo ahora lo veo hacer lo mismo y de ahí empezamos a conectar, me empezó a recordar esos momentos de juventud”. Hoy, Marjorie y su hijo Gaspar comparten bailes, coreografías de moda y sketch de humor que hacen juntos. “Nos complementamos bastante bien y nos entretiene harto, es nuestro panorama. Es lo que compartimos, tenemos nuestras claves y modismos, nos ha vuelto cómplices”.

Para Laura Corbalán, periodista especializada en medios digitales, esta tendencia de las madres tiktokers responde a varios factores. Por una parte, lo ve como un intento de conectar y entrar a ese mundo que tiene atrapado a sus hijes, que pasan conectados a esta red. También observa en ellas unas ganas de exhibirse como madres, jugando a lo que hacen las famosas con sus hijos e hijas. “Creo que Tiktok es una plataforma que llegó a relucir su lado más divertido y juguetón, hay algo ahí que tiene que ver con la pérdida de vergüenza, en este juego ridículo, medio inocente. Se ve en las caras cuando bailan, hay un gesto que roza la inocencia”. Para Laura, lo que ha hecho que distintas generaciones se unan en esta red social, es una esencia performática que la caracteriza. “Tiktok no solo ha cautivado a los más jóvenes, lo ha hecho también con generaciones mayores, y es básicamente gracias a su propuesta a la hora de entretener con dramatizaciones, bailes, desafíos, donde el ridículo y la vergüenza parecen no tener cabida”.

Otro de los contenidos que las madres están realizando en Tiktok, es la difusión de información sobre maternidad, a veces con un afán informativo, pero a veces como una forma de desahogo a través del humor, de aquellos aspectos más “oscuros” y poco visibles del rol materno. Cuentas como @maternidarks, donde una madre hace pequeños sketch riéndose de sí misma, de las presiones del rol materno y también de las expectativas que tiene la gente sobre ella como mamá. O bien la cuenta de Oshum de Castillo, una dueña de casa que tiene videos que superan el millón de reproducciones, donde reacciona con un rosario de garabatos a las preguntas de su hija. “Los factores de humor y creatividad a los que te reta Tiktok son los que han abierto a las mamás influencers a confesar todos estos secretos poco glamorosos y que viven en una suerte de oscurantismo de la maternidad”, señala Laura. “Las madres ya plasmaron sus testimonios con relatos conmovedores en Instagram, que trataban de emocionar y llegar a tu fibra más sensible. Ahora vivimos en la era donde todo se puede comunicar mediante del humor”.

También existen aquellas cuentas de maternidad que tradicionalmente difundían contenido de lactancia o crianza respetuosa, entre otros temas, que se han pasado al formato de video musical bailado para entregar su contenido. Es el caso de María Paz, de @mamaporque, una cuenta destinada a dar información sobre productos de maternidad. En ella, guía a madres en sus compras y también comparte su propia experiencia. Desde que empezó esta tendencia tiktoker, ha volcado su contenido replicando el formato en Instagram, donde baila señalando consejos escritos que van apareciendo alrededor de ella. “Hago reels con música de moda porque es una forma más rápida y dinámica de comunicar mi contenido, hacerlo más entretenido y menos estático”.

Sean madres que bailan, que actúan, que se quejan, o que informan, lo cierto es que la tendencia tiktoker está ayudando a liberar, desempolvar y revolucionar la idea tradicional de maternidad con la que esa generación de madres fue criada. “Cuando una es mamá, de repente toma un rol muy serio, muy latero, de estar siempre enseñando”, dice Marjorie. “En cambio con Tiktok mi hijo y yo tenemos un momento para ser pares, amigos, bailamos y nos desatamos”. Para Marjorie, además, Tiktok ha cobrado un rol importante en la crianza, porque siente que también reafirma la autoestima de sus hijos. “Si quieren bailar o actuar que lo hagan, que desarrollen su personalidad, que sigan caminos artísticos. Yo era así cuando niña y después, por tener que cumplir un rol social, dejé de hacerlo. Ahora pude retomarlo y me volví a liberar”. Marjorie, de todas formas, confiesa que como madre no fue fácil entregarse a esa liberación: “Al principio me daba pudor, pensaba que era algo que me quitaba seriedad. Pensaba pucha, ya soy mamá, profesional, trabajo…Creía que la gente me iba a juzgar. A veces me dicen: ¿cómo tienes el tiempo para hacer tonteras? Pero no son tonteras, es mi espacio para compartir con mi hijo, de entretenerme, de ser más lúdica y más libre. Es algo que se ve muy banal, pero es entretenido, y me hace bien”.