La elección de Sebastián Piñera, en un contexto estable para las materias primas y un ambiente positivo en mercados emergentes y desarrollados, traerá implicancias favorables para nuestra renta variable y el peso, a través de menores primas por riesgo, mayores breakeven de inflación, mejores perspectivas de resultados corporativos, de actividad y confianza. Esto posibilitará una significativa entrada de flujos y reactivación de la inversión.

En la apertura del lunes, el IPSA abrió con un fuerte gap alcista, y posteriormente continuó internalizando información positiva hasta encontrar su techo en 5.613 puntos. Dada la magnitud de su ascenso, es de esperar un leve retroceso antes de reiniciar su subida, a medida que las renovadas expectativas positivas se tangibilicen en el tiempo.

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De fluctuar bajo los 5.613, es de esperar un retroceso hacia 5.448-5.430, aunque sobre dicho rango sostiene la posibilidad de consolidarse en el corto plazo sobre 5.613 e iniciar una nueva fase alcista con un objetivo de mediano largo plazo en 6.455. En cambio, de posicionarse bajo 5.375, profundizará su retroceso hacia el rango 5.260-5.214. De esta forma dilatará el tiempo estimado para observar un rompimiento sobre su actual techo. De todas formas, el IPSA sostiene su tendencia subyacente alcista sobre 4.846 puntos. Únicamente bajo 4.769-4.720 es de esperar un cambio de trayectoria.

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Por su parte, el dólar frente experimentó una significativa depreciación, y en adelante podría recuperar buscando los $628,66-$630,05. Bajo dicho rango, podría sostener la posibilidad de romper bajo $618,47 y encontrar su piso en $612,40. Bajo ese nivel arriesgaría extender su caída hacia $604 y $592,85 en extensión.

Finalmente, el cobre inició diciembre con un fuerte retroceso, sin embargo, logró sostenerse sobre su tendencia subyacente alcista y experimentar una recuperación. En adelante, fluctuando bajo los US$3,1254 por libra, es de esperar una leve rcaída hacia US$3,0300, aunque sosteniendo la posibilidad de posicionarse por sobre US$3,1254 y extender su alza hacia el rango US$3,1762-US$3,1877, con su techo en US$3,2275. Si se estabiliza sobre los US$3,2275-US$3,2640, entraría en una nueva fase alcista en búsqueda de US$3,3595-US$3,3729 y US$3,4715 en extensión. El metal sostiene su tendencia subyacente alcista sobre el rango US$2,9880-US$2,9700. Sólo bajo los US$2,9279 por libra perderá momentum, y recién confirmará una corrección bajo los US$2,8746.

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*El autor es gerente general de Betastock.