Dr. Dre y la jineta de capitán
Maestro de la curatoría y la administración de talentos, Dr. Dre se posicionó como el Quincy Jones del hip hop mancomunando esfuerzos en torno a 2001, su obra maestra.
La edición en 1992 de The Chronic, el debut solista de Dr. Dre, cambió para siempre el juego del rap y puso en la primera plana a su mutación de corte gangsteril. Fue un disco simbólico, además, porque desequilibró la balanza a favor de la Costa Oeste, luego de años de dominación de la cuna del género, el Este. Y también porque resultó transformador para Dre, acostumbrado a formar parte de grupos como los coloridos y alegres World Class Wreckin' Cru, o los enlutados y furiosos N.W.A., bandas con las que cimentó su carrera en la vieja escuela ochentera apelando a una encomiable versatilidad, robustecida con su elevación a protagonista absoluto y a punto de seguir ejercitándose.
https://culto.latercera.com/2019/10/17/proof-beastie-boys-inicios-eminem/
DJ, productor y superestrella de la rima, Dr. Dre sumaría a su lista, en los años posteriores a The Chronic, los títulos de cazatalentos y empresario disquero. Luego de colaborar en el posicionamiento de Snoop Dogg como uno de los más connotados raperos del orbe, descubrió a Eminem y lo llevó a la cima a través de su propio sello, Aftermath, que tuvo una temporada brillante en 1999 publicando el histórico debut del rapero blanco más exitoso de todos los tiempos, para luego rematar con el esperado segundo disco de Dre.
2001 se hizo notar desde antes de su lanzamiento. Mientras se barajaba la idea de llamarlo Chronic 2001, Aftermath y el antiguo sello del cotizado artista, la temible compañía Death Row (cuyo director hoy cumple sentencia por homicidio), se batieron en un duelo legal por el uso del nombre, finalmente abreviado para evitar más visitas a tribunales. Por otro lado, en las calles, circulaba el rumor de que Dre había perdido su efectividad como MC, una reacción natural ante una demora poco frecuente en el mundo del hip hop, donde los músicos exprimen su minuto de fama capitalizando por todas las vías posibles, a sabiendas de que las tendencias cambian y de que sólo una minoría de ellos alcanzará la longevidad.
Una vez que apareció, las dudas en torno a la vigencia de Dre se disiparon. Seguía llevando con autoridad la jineta de capitán. Toda una superproducción, 2001 lo presentaba rodeado de colaboradores: sus ahijados Eminem y Snoop, el entonces muy popular Xzibit, la virtuosa cantante Mary J. Blige y el clásico rapero Kurupt, entre otros. Un elenco estelar comandado por un veterano que seguía desparramando magia por doquier. Si bien muchas letras fueron hechas por terceros, el trabajo de Dre en la realización de sus discos no se limita a escribir rimas y rapearlas. Hablamos de un artista que está encima de cada detalle, desde la producción hasta los samples y, sobre todo en 2001, la grabación de músicos en el estudio, incluida una orquesta, para confeccionar beats originales.
https://www.youtube.com/watch?v=erJQha5ur_U
Maestro de la curatoría y la administración de talentos, Dre se posicionó como el Quincy Jones del hip hop mancomunando esfuerzos en torno a una obra maestra. Consciente del rápido paso del tiempo en el género al que pertenece, puso énfasis en su calidad de experimentado para establecerse como una especie de decano. El rol de sabio de la tribu le queda perfecto en canciones "The watcher" o "The message", donde confiesa que ha vivido y lidia con el desafío de ablandarse en un movimiento que le rinde culto a la rudeza ("Estoy ansioso por creer que los reales gangsters no lloran/ si eso es verdad, me doy cuenta de que no soy un gangster"). Es más, envejecer es un tópico a lo largo del disco y los años de circo son la temática de algunos sus más connotados singles, como "Still D.R.E." o "Forgot about Dre" en las que le enrostra vigorosamente sus credenciales tanto a dudosos como haters.
https://www.youtube.com/watch?v=_CL6n0FJZpk
2001 marcó época. Fue el hito después de un hito, poniendo los focos sobre Dre siete años después del multiplatino The Chronic e incluso superando su impacto comercial. El hito no se ha vuelto a repetir, algo que su autor ya anunciaba en el disco al decir "que se joda el rap, pueden tenerlo de vuelta". Dueño de una fortuna que se acerca al billón de dólares, su carrera empresarial ocupa el primer lugar de sus prioridades, pero la huella que dejó en la cultura pop es imborrable. La delatan los memes "Thug life" (vida de choro, en español chilensis), surgidos hace unos tres años, en los que suenan canciones de 2001 cada vez que alguien expresa rebeldía o se hace respetar, en muchas ocasiones acompañadas por un gif de Snoop Dogg bailando como en el video de "The next episode". Y ni siquiera es el primer meme basado en el disco: las últimas palabras del mismo tema, entonadas por el fallecido Nate Dogg, inspiraron a comienzos de la década el meme marihuanero "smoke weed everyday". La frase es tan famosa muchos la leemos cantándola mentalmente.
https://open.spotify.com/album/7q2B4M5EiBkqrlsNW8lB7N?si=SjE0pzenQIWzzCicjHDnGA
https://culto.latercera.com/2019/09/13/beefs-terminaron-tupac-shakur/
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