En algún momento, allá por el amanecer de los 90, Tim Burton estuvo cerca de filmar la historia de Morticia, Homero, Merlina y Pericles. Acababa de asombrar con Beetlejuice (1988) y El hombre manos de tijera (1990), por lo que no era descabellado imaginarlo a cargo de un largometraje centrado en las sombrías y cómicas aventuras de una familia de desadaptados.

Pero los tiempos no calzaron. Luego de que Burton priorizó su trabajo en la secuela de Batman, la película de Los locos Addams finalmente terminó en manos de Barry Sonnenfeld, por entonces conocido en el medio como director de fotografía de los hermanos Coen y de filmes como Cuando Harry conoció a Sally (1989). Protagonizada por un elenco de jóvenes y veteranos nacidos para interpretar a sus personajes (Anjelica Huston, Raul Julia, Christopher Lloyd, Christina Ricci, Jimmy Workman), la cinta de 1991 alcanzó un éxito que pavimentó la realización de una segunda parte en 1993.

Foto: Tomasz Lazar/Netflix © 2022

El oriundo de Burbank, California, siguió abultando su filmografía y se terminó de consolidar como un maestro al momento de retratar a los outsiders y las tinieblas en la pantalla grande, convirtiéndose en una marca en sí mismo. Tras mostrar algunos síntomas de agotamiento en los 2000, en la última década el cineasta con bríos e imaginación de antaño estuvo cerca de extinguirse a merced de una especie de tributo de sí mismo (Sombras tenebrosas, Miss Peregrine y los niños peculiares). Pero incluso considerando su presente creativo era difícil no ilusionarse si aparecía asociado a un proyecto de la familia Addams.

Así se anunció a fines de 2020: Burton realizaría una serie producida por MGM, supuestamente contada desde la perspectiva de Merlina y creada por la dupla integrada por Alfred Gough y Miles Millar (Smallville). Más adelante Netflix apareció como la plataforma de streaming que respaldaría el proyecto y Burton fue confirmado como director de los primero cuatro capítulos de la temporada, marcando su primera experiencia televisiva desde los 80.

Estrenada este miércoles en el catálogo del servicio, la ficción introduce a los Addams en el presente y encarnados por Jenna Ortega (Merlina), Catherine Zeta-Jones (Morticia), Isaac Ordonez (Pericles), Luis Guzmán (Homero) y Fred Armisen (tío Lucas).

Su comienzo la aleja de cualquier encarnación previa del clan: Merlina (Wednesday en su título original) no tiene complejos en presentarse como una serie juvenil de fantasía y misterios que sigue la hija de la familia en sus días como alumna de una academia exclusiva para jóvenes con cualidades extraordinarias, donde sus padres y hermano (y tío, interpretado por Fred Armisen) son meros invitados a su historia.

Foto: Vlad Cioplea/Netflix © 2022

La protagonista debe investigar una oleada de asesinatos en las cercanías a la institución y escudriñar en el pasado de sus progenitores, al tiempo que inicia un triángulo amoroso y se abre a entibiar su frío y cínico corazón.

“La ambición detrás de la serie era convertirla en una película de Tim Burton de ocho horas”, dijo Millar a Vanity Fair en agosto de este año. “Realmente le encantó (a Burton) que tuvieras tiempo para estar con Merlina y explorar al personaje, sin tener que terminar las cosas en una hora y 45 minutos”, explicó su dupla.

Lo que sólo se puede comprobar viendo capítulo a capítulo es que la producción de Netflix obedece más a los patrones definidos por los showrunners que a las pulsiones del responsable de Ed Wood (1994) y El gran pez (2003), quien se ciñe con oficio pero sin mayor inspiración a su labor.

Dos de sus colaboradores más estrechos trabajan en la ficción (el músico Danny Elfman, la diseñadora de vestuario Colleen Atwood), pero a la larga Merlina es tanto una serie de Tim Burton como la versión live-action de Dumbo (2019) era una película con su firma. Productos tibios que, a pesar de que puedan satisfacer a algunos, no aportan nada demasiado nuevo a su trayectoria ni a la historia original en la que se basan.

Foto: Tomasz Lazar/Netflix © 2022

Merlina es satisfactoria sólo en el nivel del romance y misterio adolescente formulaico. Sin embargo, sobre esa base es bastante tolerable. Los episodios de Burton, los primeros cuatro, tienen estilo y algo de ingenio”, opinó The New York Times en una crítica donde recordó la experiencia de Gough y Millar en Smallville y estimó que “la sensibilidad de Merlina se alinea con ese trabajo anterior: el melodrama adolescente de alto nivel”.

“A los aficionados a Burton les encantará y es alentador ver al director de regreso después de una sucesión de fracasos (no hablemos de Dumbo)”, argumentó The Telegraph, llamando a la ficción “infiel con entusiasmo al material original”.

Más duro, The A.V. Club consignó: “La leyenda del terror Tim Burton dirigió la mitad de los episodios de la temporada, pero el lenguaje visual de la serie es tan plano que nunca te enterarías”.

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