Series sin final: en búsqueda de la cancelación más injusta

Con el abrupto adiós de 1899, lo nuevo de los cerebros de Dark para Netflix, se agudizó la controversia en torno a las producciones televisivas que terminaron su recorrido demasiado pronto. En medio de esa tendencia al alza, un grupo de críticos y especialistas reunidos por Culto profundiza en las cancelaciones que consideran más frustrantes e incomprensibles.


*The Nevers

Liz Shannon Miller, editora de Entretención en Consequence

Diré que la decisión de HBO/WarnerMedia de no sólo cancelar The nevers (2021) antes de lanzar la segunda mitad de la temporada uno, sino que además eliminar la serie por completo de su plataforma, fue profundamente frustrante para mí. Tuve problemas con los primeros seis episodios, pero su narración me resultó fascinante, y estaba emocionada de ver hacia dónde iría el resto de la serie. Siempre hay esperanza de que aterrice en otro lugar, pero por mientras estoy buscando el DVD en oferta.

The nevers. Foto: Keith Bernstein/HBO

*Freaks and Geeks

Isabel Plant, crítica de cine y series y fundadora de Mujeres Bacanas

Debo decir que las recientemente canceladas como Westworld, Raised by wolves o 1899, no me dan nada de pena. Creo que no lograron enganchar o fueron perdiendo fuerza en el camino; no porque una serie “se vea” como de calidad, quiere decir que lo es. En el caso de Westworld, lo complejo se comió cualquier tipo de diversión del inicio.

Para mí, el clásico de los clásicos de series injustamente canceladas es Freaks and geeks (1999-2000). La historia de un grupo de adolescentes, donde ya se ve la mano de consagrados de hoy como Judd Apatow, Paul Feig y Mike White, y que se extendió por sólo una temporada. Tiene el balance perfecto entre risas, inteligencia y corazón, una alquimia que pareciera fácil de encontrar en TV pero que en realidad es escasa.

*Glow

Paula Frederick, conductora de Radio Duna y comentarista de cine y TV en la misma emisora

Nos quedamos esperando la cuarta temporada de Glow (Netflix, 2017-2019). O para ser más certera, con la permanente y los crespos hechos. Sin escatimar en brillantina ni neón, la serie basada en el programa de lucha libre de los 80 The Gorgeous Ladies of Wrestling (Glow), su tras bambalinas y las peleas físicas e internas de sus protagonistas, apagó las luces de manera abrupta, dejándonos con un final inconcluso y las polainas puestas.

¿Qué extraño? La exacerbación de la liberación femenina, expresada en distintos destellos y colores. Las patadas, los vuelos por el aire y los aterrizajes forzosos que, aunque sean parte de una coreografía, son al mismo tiempo la manifestación visceral de un sentimiento reprimido. La forma de tratar la lucha femenina, haciendo confluir de manera valiente y natural la estética, vanidad y todas esas cosas que amamos de los 80, con un retrato profundo sobre el poder de la convicción, llevado a su más brillante expresión. Y las endorfinas que libera experimentar en pantalla lo que, probablemente, nunca lleguemos a ser en la realidad.

Glow. Foto: Netflix

*Sweet/Vicious

Hannah J Davies, editora adjunta de newsletter en The Guardian

Recuerdo haber pensado que Sweet/Vicious de MTV fue cancelada en su mejor momento en 2017. Sin embargo, creo que quizás eso se debió más a que estaba un poco adelantada a su tiempo: llegó antes de que cosas como Promising young woman (2020) actualizaran el subgénero del Rape/Revenge (violación/venganza).

A veces la televisión puede ser definitivamente culpable de no dejar que las cosas encuentren su público y simplemente descartarlas porque no son éxitos instantáneos. Eso siempre va a suceder, pero lamentablemente creo que lo estamos viendo particularmente en este momento porque hay tanta televisión que la competencia para conseguir una renovación es enorme, y es más seguro para los streamers quedarse con series que ya son exitosas.

*My So-Called Life

Emily Nussbaum, crítica de televisión de The New Yorker y ganadora del Premio Pulitzer (2016)

Honestamente, la serie que más me molestó que fuera cancelada fue My so-called life, ¡en 1994! Tampoco me entusiasmó que Enlightened (HBO, 2011-2013) no tuviera una tercera temporada. Pero, ¿qué puedes hacer? Así es el mundo de la televisión.

Jared Leto y Claire Danes integraron el elenco de My so-called life. Foto: ABC

*Carnivàle

Natalia Marcos, periodista de televisión de El País

Aunque también he barajado One day at a time (2017-2020), para salir de Netflix voy a elegir Carnivàle (HBO, 2003-2005). No viví su cancelación en directo porque vi la serie años después de su emisión, pero cuando llegué a su final maldije a los responsables de la cadena por no dejar que tuviera el final que merecía. La lucha entre el bien y el mal que narraba y el recorrido de los personajes, con los que a esas alturas de la segunda temporada ya se había empatizado totalmente, eran dignos de una conclusión en condiciones, y no el final abierto que tuvo. Una pena.

*Paper Girls / Gordita Chronicles

Robert Lloyd, crítico de televisión de Los Angeles Times

Dos cancelaciones de series que se estrenaron el año pasado me parecieron particularmente desagradables: Paper girls (Prime Video) y Gordita chronicles (HBO Max). Ambos centradas (casualmente) en jóvenes. Paper girls era técnicamente una serie de ciencia ficción, pero sus intereses eran abrumadoramente humanos: las protagonistas de 12 años (el elenco joven era excepcional) se tropiezan con futuras versiones de sí mismas un tanto decepcionantes, y se ven obligadas a enfrentar sus propias ideas sobre la adultez; es una historia coming-of-age distinta a cualquier otra, y fue cancelada en un cliffhanger.

Gordita chronicles, sobre una familia dominicana que se traslada a Miami en la década de 1980, era una especie de sitcom tradicional con un elenco no tradicional –nunca hay más que un puñado sitcoms latinas, en caso de que haya alguna en alguna parte de la televisión estadounidense en inglés–, y tuvo una actuación central encantadora de Olivia Goncalves como su optimista heroína de 12 años, y era inteligente y divertida en general.

Paper girls. Foto: Anjali Pinto/Prime Video

*Mindhunter

Sofía García-Huidobro, editora de Cultura en DF MAS

Lamenté que fuera cancelada Mindhunter (Netflix), la serie estadounidense escrita por Joe Penhall y dirigida por David Fincher que tuvo dos temporadas entre 2017 y 2019. A finales de los años 70 dos detectives entrevistan a célebres asesinos en serie como Ed Kemper y Charles Manson con la misión de elaborar perfiles psicológicos que sean útiles para atrapar a otros criminales de esas características. No solo resulta morbosamente fascinante enfrentarse a esas mentes retorcidas sino que además los personajes de los investigadores y la psicóloga que los asesora tienen un interesante desarrollo que daban muchas ganas de seguir en una tercera temporada que, hasta el momento, estaría descartada.

*Alta Fidelidad

Daniela Lagos, crítica de series de La Tercera

Creo que la cancelación más injusta de los últimos años es la de Alta fidelidad (Hulu, 2020). No era una serie que la tenía fácil, porque muchas personas conocían y querían tanto la novela de Nick Hornby como la película con John Cusack, pero logró entregar una temporada realmente buena, con una Zoë Kravitz brillante en el papel central, buenos secundarios, excelente música, buen timing tanto en la comedia como en el drama. La cancelación claramente la tomó por sorpresa, porque la primera temporada cubre cerca de la mitad del libro, y se merecía un segundo ciclo para terminar de contar su historia.

Alta fidelidad. Foto: Hulu

*Sweet/Vicious

Valentina Morillo, periodista de cine y series de El Español

En Sweet/Vicious (MTV, 2016) dos estudiantes universitarias dedican sus noches a actuar como vigilantes atacando a los agresores sexuales a los que la administración de la universidad deja campar impunemente. La serie que se adelantó al MeToo ha pasado a la historia como una de las cancelaciones más injustas de todos los tiempos de la televisión, pero más injusto aún es que no esté en ninguna plataforma de streaming y que nunca ha llegado a estrenarse en España.

*Series de The CW

Alexander Zalben, redactor jefe en Decider

En general, tiendo a estar de acuerdo con las cancelaciones en televisión. Apesta que la gente se quede sin trabajo, pero así es la industria y, si amo una serie, trato de ser feliz con lo que tengo. Pero el gran volumen de cancelaciones en The CW durante la primavera pasada dolió mucho.

Tras años renovando permanentemente toda su programación, antes de que se vendiera la cadena cancelaron casi la mitad de sus series, incluidas Batwoman, Legends of tomorrow y Legacies, y luego anunciaron las fechas de término de Nancy Drew, The Flash y Riverdale, entre otras. Por supuesto que la programación a veces era cursi, pero eso era lo que les gustaba a los fanáticos; e imaginar un mundo sin The CW en la televisión resulta desolador. Aquí la esperanza es que alguien recoja esa antorcha adolescente, porque la necesitamos.

Legends of tomorrow. Foto: Jeff Weddell/The CW

*Glow

Jack Seale, periodista de televisión que escribe para The Guardian y Radio Times

El final de Glow fue una de las primeras señales de que Netflix estaba dispuesto a cancelar grandes series en su mejor momento. Luego de tres temporadas, había pasado de la novedad de su idea original –un grupo de actrices en apuros se vinculan entre sí mientras protagonizan un espectáculo de lucha exclusivamente femenino– para convertirse tanto en una comedia impredecible y estridente como un retrato inteligente sobre la forma en que las amistades y relaciones entre adultos cambian con el tiempo. Queríamos ver qué pasaba después en la vida de estas mujeres, pero entonces, ¡zas!, ya se habían ido.

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