Dos presidentes menos, el primer cara a cara con el Gobierno y todos buscan al filtrador: la actualización del caso WhatsApp que tensiona a Milad

Pablo Milad, presidente de la ANFP.

La filtración del diálogo en que el timonel del fútbol chileno explica a los mandamases de los clubes de Primera División la inclusión de las deudas por pensión alimenticia entre las causales para prohibir el acceso a los estadios sigue generando coletazos. En La Moneda la postura se hace rígida. En Quilín, en tanto, se aprestan para el Consejo de Presidentes de este martes.


Nadie se atreve a hablar nada, ni siquiera en el chat. Se murieron todos los grupos”. La frase corresponde a uno de los presidentes de los clubes de Primera División que, nominalmente, siguen integrando el colectivo de WhatsApp en que el timonel de la ANFP, Pablo Milad, entregó la controvertida justificación para incluir las deudas por pensión alimenticia como una de las causales para impedir el ingreso a los estadios, en el marco de las medidas para controlar el brote de violencia en los recintos deportivos. “Es porque al gobierno le gusta este tipo de eslogan que ayudará a sacar lo otro. Nada más que un caramelo”, expresa el máximo dirigente del fútbol chileno, dando cuenta de una acción estratégica que, finalmente, se transformó en un dolor de cabeza.

La revelación de ese contenido, a través de El Deportivo, rompió varias confianzas. La principal, el lazo que se había empezado a generar con el gobierno. Ahora, cada uno está atrincherado. No hay que hurgar demasiado para advertirlo. Basta un ejemplo cercano y concreto. El viernes, a las 15 horas, se hizo la primera reunión por la ley corta para modificar la actual disposición que regula la conducta en los recintos deportivos y adecuarla a las nuevas exigencias. A esa cita acudieron Pamela Venegas, la jefa del plan Estadio Seguro, su equipo jurídico de Estadio Seguro, el de la Subsecretaría del Interior, la jefa del Departamento Jurídico del Gobierno, Luppy Aguirre, y sus respectivos asesores. De la ANFP, Matías Rivadeneira, como asesor externo, y Felipe de Pablo, quien llegó 10 minutos antes de que terminara el encuentro, que finalizó a las 17 horas. Por los futbolistas intervino Gamadiel García, quien llegó acompañado por el abogado de la organización, Alfonso Canales. En el encuentro, desde el sector del gobierno admitieron que había incomodidad y que no podía esconderla. “Es evidente que las palabras del Presidente Boric nos representan. Como es una reunión técnica, y como no está el directorio de la ANFP, sigamos adelante”, manifestó. La ANFP pidió los borradores del proyecto de ley, que se los enviarán más adelante. El trato entre las partes fue, evidentemente, frío. Estrictamente formal.

Apoyo y desconfianza

El grupo de WhatsApp que aglutina a las máximas autoridades de los clubes ha sufrido dos notorias bajas. En medio de una de las crisis más sonadas que ha tenido que afrontar Milad, el timonel de Azul Azul, Michael Clark, y Ricardo Pini, propietario de Unión La Calera, se restaron del chat. En la conversación que desató el conflicto, ambos se habían referido a los problemas de seguridad, aunque sin entrar en la crítica al gobierno. El primero sostuvo que, al margen del eventual retorno de Carabineros al interior de los estadios, los clubes igual deberían invertir. “Igual hay que contar con seguridad privada para que no digan que queremos ahorrarnos esa plata”, puntualizó. El segundo, en cambio, les endosó la responsabilidad a las autoridades. “El regreso de Carabineros a los estadios además vuelve las cosas al lugar del que no debieron correrse y es que la seguridad en los espectáculos es una cuestión del Estado y no de los privados”, sostuvo.

De cualquier forma, que ambos dirigentes hayan optado por cerrar las respectivas sesiones y, en definitiva, por darse de baja, da cuenta del ambiente con que Pablo Milad entrará al Consejo Extraordinario de Presidentes convocado para mañana, en Quilín. “Yo creo que aquí hay una finalidad de una persona o varias, primero de desestabilizar al gobierno corporativo, pero no le están haciendo un daño a Pablo Milad, le están haciendo un daño al fútbol chileno, porque dimos pasos agigantados en reuniones por un fin mayor que es exterminar completamente la violencia en los estadios”, expuso el viernes, en un comunicado oficial, en el también se disculpó por el exabrupto.

Jorge Uauy, presidente de Palestino.
Una imagen de un Consejo de Presidentes (Foto: Agenciauno)

Por un lado, la mayoría de los dirigentes asegura que el curicano recibirá un espaldarazo que tiene carácter corporativo. “Nuestra postura fue respaldarlo y lo vamos a hacer”, resalta Armando Cordero, máximo dirigente de Barnechea. En su caso, hay que hacer una salvedad: los clubes de Primera B no forman parte del grupo de WhatsApp en que se generaron los polémicos dichos.

Se proyecta un cónclave complejo. “Lo lógico es que sea tenso. Hay un conflicto. Él (Milad) ha manifestado su molestia por la filtración de conversaciones que son privadas”, sostiene Jorge Contador, presidente de Coquimbo Unido.

Buscar al sapo

En la interna, no creo que le afecte en nada. Tiene un amplio apoyo”, aporta otro presidente, en relación a la posición en que llegará Milad al Consejo. En efecto, los máximos representantes de los clubes, en esta pasada, están más abocados a buscar al responsable de la filtración que a abrir un foco de disputa con el curicano. Aunque la tarea no es fácil, de conseguir el objetivo lo más probable es que el soplón sea pasado al Tribunal de Honor, la máxima instancia de la justicia en el ámbito del fútbol.

Hay quienes, eso sí, se marginan de la búsqueda e incluso avizoran que la materia ni siquiera se discutirá, al menos en la instancia formal. “No se va a tratar mañana. Mañana hay una tabla que no considera eso. Es un consejo extraordinario y, por lo tanto, específico. No voy a emitir ningún comentario”, sostiene Pablo Hoffmann, presidente de O’Higgins, quien recibió respuestas directas del Presidente Gabriel Boric y de la ministra de la Mujer y de Equidad de Género, Antonia Orellana, por los dichos que vertió en esa conversación privada. El dirigente rancagüino se marginó de la búsqueda del soplón. “Yo, al menos, no tengo nada de policía, señor”, le contesta a El Deportivo, antes de excusarse por tener que atender otras preocupaciones.

Contador, en cambio, es más categórico. “Es lógico buscar al sapo”, sostiene. Mientras, Sergio Gioino, quien encabeza a Ñublense, aboga por una solución interna, que, esta vez, quede en ese ámbito. “Las cosas se tienen que manejar dentro de la casa, como en todos lados”, concluye.

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