El solitario día después de Ávila tras altercado en el Congreso con diputada Delgado: La Moneda se desmarca y reforma tributaria sufre golpe

El ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, en los pasillos del Congreso.
El ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, en los pasillos del Congreso.

La discusión entre el ministro de Educación y la parlamentaria del comité Ecologista, Verde e Independientes, quien lo acusó de gritarle, se transformó en una bola de nieve que inquietó al oficialismo y que incidió en la dura derrota que sufrió La Moneda en el Congreso, donde su reforma emblema terminó siendo rechazada en la Cámara de Diputados. El profesor de Castellano, quien quiere agotar las instancias para no dejar el cargo, quedó en una frágil posición de cara al inminente cambio de gabinete.


La de este martes se suponía que solo debía ser una sesión ordinaria de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados, donde el ministro de dicho sector, Marco Antonio Ávila, había sido citado para hablar del proyecto de ley que busca unificar los dos tipos de evaluaciones docentes que hoy existen.

Sin embargo, todo cambió cuando al final de la cita el secretario de Estado tuvo un altercado con la diputada del comité Ecologista, Verde e Independientes, Viviana Delgado. De golpe y porrazo, la discusión en la que al ministro lo acusaron de terminar a los gritos, se transformó en un dolor de cabeza no solo para Ávila, sino que para sus pares y el gobierno en general, desde donde más de un ministro del comité político tuvo que salir a abordar el tema.

De un segundo a otro, una comisión como cualquier otra tomó insospechadas consecuencias políticas. Y personales. Todo esto con un cambio de gabinete a la vuelta de la esquina (donde el profesor de Castellano es candidato a ser sustituido), ad portas de la conmemoración del 8M y con una votación de la reforma tributaria, vital para el Ejecutivo, la que terminó siendo rechazada, pasadas las 13.00, en la Cámara de Diputados. Esto significó un duro golpe para La Moneda en una de sus iniciativas estructurales.

Aunque el rechazo del proyecto, dicen en el oficialismo, fue multifactorial, el altercado entre el ministro y Delgado -quien no votó- tuvo un efecto negativo en el resultado, donde solo faltaron dos sufragios para visar la reforma.

El intentar salvar el proyecto emblema, de hecho, mantuvo ocupados durante la mañana de este miércoles a los ministros Ana Lya Uriarte (Segpres) y Mario Marcel (Hacienda). Ambos llegaron hasta la Cámara Baja -que acordó enviar una carta de reclamo al gobierno por el suceso- donde sostuvieron conversaciones con distintos parlamentarios con el objetivo de enviar un mensaje: no mezclar por un lado la molestia generalizada de los diputados hacia Ávila, con lo que podría pasar horas después en la votación. No obstante, sus gestiones fueron infructuosas.

Aunque cercanos al titular de Hacienda comentaban en la mañana que Marcel estaba tranquilo con que el altercado no condicionara el futuro de la reforma tributaria, de todas formas, el secretario de Estado entregó señales de apoyo a la diputada, según leyeron algunos parlamentarios, con el objetivo de asegurar que el episodio no repercutiera en la votación.

“Quisiera saludar a la mujeres que forman parte de esta cámara y aprovechar de solidarizar que en distintos momentos han sido objetos de tratos inadecuados, me refiero por su puesto a la diputada Delgado y también a la diputada Riquelme”, dijo el ministro en la sala al inicio de la discusión de la iniciativa. Esta fue solo una de varias declaraciones de autoridades respaldando a la parlamentaria.

De hecho, nadie del gabinete ni parlamentarios en el Congreso entregaron palabras de apoyo al titular de Educación, dando cuenta de la posición solitaria en la que quedó el secretario de Estado.

En La Moneda, por otro lado, las alertas se encendieron de manera inmediata. En los equipos de la Secom se activaron y advirtieron tempranamente que el episodio podía empañar -en parte- todo el trabajo que venían haciendo hace semanas en el Ministerio de la Mujer y otras carteras de cara la conmemoración del 8M.

Por lo mismo, mientras el Presidente Gabriel Boric se encontraba en Cerro Castillo preparando su gira al norte, sus equipos, la Secom, y el Ministerio de la Mujer se coordinaron para que fuese la titular de la cartera, Antonia Orellana, quien ejerciera la vocería y despejara el punto ante los medios. Ella misma se contactó con Ávila -también lo hicieron desde la repartición que dirige Pablo Paredes- e intentó comunicarse con la diputada afectada.

Así, en conversación con CNN Chile, la ministra buscó desmarcarse de la actitud de su compañero del gabinete. “Condenamos cualquier tipo de acto que condicione nuestra plena participación política”, dijo.

En Palacio aseguran que el ministro quedó en un pie complejo de cara al ajuste ministerial que prepara el Presidente para este viernes y que el timing del impasse fue -a lo menos- inoportuno. Otras fuentes, además, señalan que Ávila explicó su actuar al comité político.

Así como Marcel y Orellana -tras el acto de conmemoración del 8M en La Moneda, del que, según sus cercanos Ávila tomó la iniciativa de restarse para no desviar el foco-, otros ministros abordaron el hecho. La ministra Camila Vallejo (Segegob) fue especialmente dura: “No es ni será nunca parte del comportamiento que nosotros esperamos de ningún ministro ni ministra de Estado al relacionarse con los parlamentarios y él lo asumió como tal”.

Y agregó: “Todo lo que respecta a los cambios de gabinete lo define en forma y fondo el Presidente de la República”.

La ministra Orellana, en tanto, volvió a recalcar que “nosotras como Ministerio de la Mujer tenemos un compromiso pleno con la participación libre de las mujeres en todos los espacios políticos independiente de su sector y así se lo hemos comunicado (a la diputada Delgado)”.

Otra secretaria de Estado que tampoco respaldó a Ávila durante la jornada fue la también integrante del comité político, Jeannette Jara (Trabajo). “Sin duda no es un momento en que uno hubiese querido que se diera en este contexto, entendemos que el ministro se disculpó y, por lo tanto, es importante saber lo que piensa la diputada”, afirmó.

“Yo arreglo esto”

Dicen cercanos al ministro que lo primero que señaló una vez desatada la crisis fue un rotundo “yo arreglo esto”.

Para ello, desde temprano este miércoles se enfocó en intentar resolver el tema puntual del colegio que generó el altercado y sus asesores han intentado remarcar en todos los tonos, en cada conversación, que él no es así. “Los que lo conocen saben que no es su estilo ni forma, fue un altercado inapropiado que no refleja cómo es”, dicen. Recalcan, además, que durante la discusión con la diputada no hubo malos tratos, que solo fue una discusión acalorada y que cuando Ávila supo que la parlamentaria estaba en el policlínico trató de contactarse con ella, pero que no pudo, así que le mandó un mensaje. Y que posterior a ello fue él mismo quien decidió dar disculpas en el punto de prensa de ayer, porque quedó “bastante preocupado” de la situación de salud de la diputada.

Consultada por este medio, la diputada Delgado confirmó que recibió mensajes de WhatsApp de parte de Ávila, así como también de las ministras Uriarte, Orellana y Julieta Brodsky (Cultura). Sin embargo, agregó que intencionalmente desde ayer quiso desconectarse y no estar atenta a su celular, por lo que aún no responde.

Por el mismo motivo, añadió, desconoce quiénes intentaron contactarla por teléfono. “No tengo agregados a todos los del gobierno y no sé quién llamaba. Recién ahora estoy revisando los mensajes”, comentó.

Asimismo, la diputada valoró las palabras del ministro Marcel, así como el apoyo que recibió del diputado Carlos Bianchi desde la mesa de la Cámara, quien dijo que el altercado es un hecho “repudiable” y que la mesa “se iba a encargar” de hacerlo ver al Ejecutivo. “Varios diputados se han acercado a darme su solidaridad. De Revolución Democrática algunas parlamentarias me han dado apoyo”, afirmó Delgado.

En el mismo entorno del ministro Ávila, en todo caso, aseguraban (antes de las declaraciones desfavorables de los otros ministros) que no tiene, al menos hasta la mañana de este miércoles, ninguna intención de renunciar al cargo, como lo han pedido desde algunos partidos. Ni siquiera poner el cargo a disposición.

Al menos en los pasillos del Mineduc también se dice que él mismo fue el que decidió no ir al acto de la mañana en La Moneda, porque sabía que de ir iban a perseguirlo las cámaras e iba a desviar el foco. En la interna, Ávila sabe que el timing -8M y cambio de gabinete- es hoy su principal enemigo, pero que a pesar de todo agotará las instancias para buscarle una salida a esta crisis.

Gente cercana a él y al gobierno reseñan que lo de ayer fue una torpeza muy grande en un momento muy inadecuado. “Puede quedar en los libros”, grafican, además de ver que es “difícil” que con esto se salve del cambio de gabinete. Creen, de hecho, que de continuar su situación sería muy frágil y que sería prácticamente imposible dejar de ser un constante flanco abierto para La Moneda.

La Tercera intentó contactarse con el ministro directamente y a través del Mineduc, pero hasta el cierre de esta edición no había respuestas a las interrogantes de una posible renuncia o si es que sostuvo una conversación con el Presidente al respecto, entre otras.

RD, respaldo dominante

En Revolución Democrática, el partido del cual el ministro es militante, valoran que Ávila haya pedido disculpas y hay total respaldo hacia él. Cercanos a la tienda dicen que conversaron con el titular de Educación y si bien admiten un mal timing, la bajada conversada de los diputados fue poner el foco en el problema del colegio de Maipú que transmitió la diputada Delgado y que originó el problema.

“El ministro ha ofrecido las disculpas tan necesarias y correspondientes. Me parece que es un hecho que no debería volver a repetirse dentro del Congreso, es importante que existan espacios de diálogo y respeto, no solo con las autoridades de gobierno, sino que dentro de los mismos parlamentarios. Muchas veces acá se ven faltas de respeto cotidianas y no se hace gran escándalo (...). Si las disculpas que ofreció el ministro la diputada Delgado las acepta o no, es una decisión absolutamente personal de ella, está en su legítimo derecho de aceptar o no. Hasta ahí llega el asunto, al menos desde mi perspectiva”, sostuvo a La Tercera el diputado Jaime Sáez.

Ericka Ñanco (RD), en la misma línea, indicó que “valoro las disculpas del ministro Ávila, creo que ese es el principal camino para recomponer el diálogo de manera fraterna. Confío en que ambas partes puedan retomar el diálogo por el bien de las comunidades educativas. Ese es el foco principal de todo”.

Así también lo hicieron Catalina Pérez (RD) y Camila Rojas (Comunes) a través de sus redes sociales. Ambas, de hecho, escribieron que hay que cuidar “las formas” y “el tono”, al tiempo que valoraron las disculpas del ministro. Las dos, eso sí, insistieron en Twitter que el foco y los esfuerzos deben estar en los estudiantes del Liceo Reino de Dinamarca de Maipú.

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