Cambio de gabinete, episodio III: Mineduc y MOP, la incógnita de los sectoriales que se juegan su permanencia

“Oye, ¿sabes qué va a pasar con mi ministro?”. Esa es la frase que ha comenzado a resonar en cada uno de los ministerios sectoriales, luego de que en el gobierno ya se instalara con fuerza la idea de que el Presidente Gabriel Boric realizará un nuevo cambio de gabinete antes de su primer aniversario de gobierno.

Así, la incertidumbre se ha instalado en los equipos de trabajo de los secretarios de estado particularmente de dos de los ministros sectoriales que -según las filas oficialistas- estarían más proclives a salir del gabinete.

Se trata del profesor Marco Antonio Ávila, titular de Educación, y el arquitecto Juan Carlos García, jefe de Obras Públicas, quienes desde fines del año pasado han figurado como cartas para un ajuste tanto por dificultades en su gestión y problemas políticos.

A ello se suma el bajo conocimiento que ambos ostentan en las encuestas de opinión. Según la última Cadem, publicada el pasado 19 de febrero -ya después de iniciada la emergencia de los incendios en la zona centro-sur del país- Ávila obtuvo un 57% de aprobación, repuntando con siete puntos desde su última evaluación en el mes de enero. No obstante, el ministro tuvo una baja en cuanto a su conocimiento público, pasando de 49% (enero) a 44% en febrero.

En tanto, el conocimiento público de García como ministro subió solo dos puntos desde enero, cerrando así con un 28% en febrero.

En el Mineduc, particularmente, reina la incertidumbre. Desde fines de 2022 Ávila ha sonado como uno de los posibles ministros a remover, sin embargo, sus colaboradores más cercanos –aunque conscientes del dilema- creen que el también militante RD debiese seguir y que la agenda que éste lleva adelante se mantendrá, esté él en el cargo o no.

Ya a fines del año pasado, Ávila contaba con una mala evaluación en La Moneda por diversos baches y caídas en su gestión. Sobre todo, por el anuncio de la extensión de las vacaciones de invierno, los liceos Bicentenario, el desborde de la violencia en los liceos emblemáticos, y distintos impasse con profesores y rectores universitarios. El análisis en el corazón del gobierno era que ya era un año complejo por el retorno a la presencialidad pospandemia, los retrocesos en aprendizaje y la deserción escolar, el que Ávila había complejizado por diversos errores no forzados.

En ese contexto, el también profesor comenzó a aislarse y a reducir su círculo de trabajo, junto con generar roces con funcionarios del ministerio (prueba de eso fue la salida de Daniela Eroles, jefa de división de educación general). Entonces Ávila optó por hacer un remezón interno en el Mineduc, a fin de reforzar su cartera en búsqueda de mayor proactividad y acción, sumando a tres personas a sus colaboradores más cercanos: Andrea Osorio (División de Educación General); Rodrigo Mora (jefe de gabinete) y Joaquín Walker, quien asumió como secretario ejecutivo del Plan de Reactivación Educativo Seamos Comunidad.

En esa misma época –fines de 2022- la sensación de que Ávila era candidato seguro para salir del gabinete también estaba extendida en el mundo de la educación, entre gente entendida y con conexiones en La Moneda. Sin embargo, tanto los cambios en su equipo como, al igual que García, la catástrofe de los incendios de 2023 podrían darle una oportunidad.

En Revolución Democrática, su partido, reconocen el “ruido” en torno a la permanencia de Ávila. Sin embargo, comentan que desde el gobierno han transmitido que la emergencia le ha permitido tener un nuevo “aire” por su despliegue en terreno, lo que ven como una fortaleza del ministro. Sin embargo -y aunque advierten que es un nombre que el partido defenderá a toda costa-, advierten que esa buena evaluación y esa “potencialidad”, el ministro debe capitalizarla en conocimiento, evaluación y relación con el profesorado y el mundo estudiantil. En todo caso, en el partido transmiten que Ávila aún cuenta con la confianza del Mandatario, pero que miran con atención la entrada a clases en marzo o las movilizaciones estudiantiles como un factor que podría ponerlo en jaque.

Al ser consultado sobre su permanencia en la cartera de Educación la tarde de este martes el ministro recalcó nuevamente que cuenta con la confianza del Presidente y que la tendrá “hasta el último día en que él decida lo contrario”. Y continuó agregando que “esto siempre es una apuesta. Lo que uno hace es un trabajo pensando en el bien del país, del sistema educativo en mi caso y por lo tanto siempre voy a estar disponible”.

A la par del ministro Ávila, el ministro de Obras Públicas, Juan Carlos García (Partido Liberal), desde su arribo tuvo que enfrentar diferentes desafíos dentro del mundo de la construcción. Uno de los más importantes fue dar continuidad al otorgamiento de concesiones -que llevó adelante el ministerio liderado por el exministro Alfredo Moreno- así como mantener el ritmo de las licitaciones, creación de hospitales, viabilidad y transporte. Ello, en un contexto de un gobierno cuyo eje político -Apruebo Dignidad- siempre se mostró contrario a las mismas.

Ahora, según miembros de su círculo cercano, García logró sobrepasar bien esta primera prueba gracias a su positiva y cercana relación con el mundo privado, específicamente con la Cámara Chilena de la Construcción (CChC). Un vínculo que, dicen, lo habría salvado de ser elegido por el Presidente Gabriel Boric para el cambio de gabinete que se realizó el pasado 6 de septiembre de 2022, tres días después del plebiscito constitucional, pues en ese momento “había rumores de que el ministro podía dejar la cartera, la alerta era constante”, señalan cercanos.

En ese momento, para García peligró su permanencia dentro de la cartera principalmente por su bajo conocimiento público, lo que fue reafirmado por encuestas, y también por su baja ejecución presupuestaria. Desde el Partido Liberal sostienen que ese es un desafío que han venido trabajando con García desde el comienzo para así dar notoriedad a uno de los sectores más relevantes -y con mayor presupuesto estatal- que existe actualmente.

Si bien dentro del mundo político el arquitecto ha logrado ser destacado por su “trabajo silencioso”, en su equipo apuestan a que el despliegue que tuvo en terreno como ministro enlace en el Biobío para coordinar acciones frente a los incendios forestales que azotan a la zona centro-sur del país haya cambiado en algo su percepción ciudadana.

Es en ese contexto que tanto su equipo, integrantes de La Moneda y sus pares liberales afirman que, paradojalmente, una catástrofe pueda ser una suerte de salvavidas del ministro.

“Él llegó con mucha energía luego de ese viaje y logró generar conexiones y puentes con personas de todos los sectores políticos. Esos comentarios han sido destacados desde los territorios e incluso desde La Moneda, por eso ahora nos mantenemos seguros de que su nombre no aparecerá dentro de este anuncio”, recalcan fuentes del Partido Liberal.

Con todo, el equipo ministerial sostiene que esta semana la agenda del mandatario seguirá de forma “normal”. Es más, para este miércoles se tiene presupuestado un viaje a la región de Atacama junto a la ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas, para asistir a uno de los consejos de cuencas que se están desarrollando en la zona. No obstante, advierten que debido a la incertidumbre por un eventual anuncio, tales planes pueden variar.