La carrera de obstáculos que le espera a Boric para impulsar una nueva Convención si triunfa el Rechazo
Si bien el Senado está en plena discusión una reforma para reducir quórum de la actual Constitución, mientras esa iniciativa no prospere se requieren de 103 diputados y 33 senadores para reiniciar el proceso constituyente. Ello implica que necesariamente la derecha, o al menos una parte importante de sus diputados y senadores, esté de acuerdo.
Un total de 67 diputados y 19 senadores es lo que en teoría tiene el gobierno a la hora de contar a sus parlamentarios oficialistas.
Con ese piso, el Ejecutivo requeriría sumar otros 36 votos en la Cámara y 14 en el Senado si se quisiera implementar un nuevo proceso constituyente, como lo señaló el viernes el Presidente Gabriel Boric, en caso de que triunfe el Rechazo en el plebiscito de salida del próximo 4 de septiembre.
Pese a que el académico y analista Carlos Peña, en su columna dominical en El Mercurio, interpretó que las actuales disposiciones constitucionales bastarían para facultar al Presidente para reiniciar automáticamente todo el proceso, la lectura que existe en el gobierno, en la Cámara y en el Senado, avalada por algunos constitucionalistas, es que una nueva instancia constituyente necesariamente requiere de otro acuerdo amplio del Congreso.
De hecho, en la misma entrevista al matinal de Chilevisión, el viernes pasado -en la que reveló el plan de La Moneda en caso de que fracase la propuesta que elaboró la recientemente disuelta Convención Constitucional-, el Mandatario precisó que un nuevo proceso requiere ser habilitado por el Congreso.
En la conversación con Julio César Rodríguez y Monserrat Álvarez, consultado directamente sobre cuáles serían los pasos para reiniciar el procedimiento, Boric sostuvo que “se hace a través del Parlamento”, que a su juicio debiera legislar nuevamente para cumplir con el mandato de la ciudadanía que es partidaria de una nueva Carta Fundamental, que sea elaborada por un órgano distinto al Poder Legislativo.
Consultado hoy el presidente de la Cámara, Raúl Soto (PPD), dijo que para que la propuesta del Presidente “sea viable, se requiere de un nuevo acuerdo”, similar al 15 de noviembre de 2019, que habilitó el proceso constituyente e involucró a la UDI, a RN, a Evópoli, al PS, a la DC, al PPD, al PR, a RD, al Partido Liberal y a Comunes, entre otras colectividades. En esa ocasión el partido del actual Presidente, Convergencia Social, no se sumó, pero Boric suscribió el pacto a título personal.
La interpretación mayoritaria se basa en que el trabajo de la Convención quedó sujeto a plazos y fechas que ya se cumplieron. Además en el artículo 140 de la actual Carta Fundamental quedó establecido en su inciso final que “si la cuestión planteada al electorado en el plebiscito ratificatorio (del 4 de septiembre) fuere rechazada, continuará vigente la presente Constitución”.
La actual Carta Fundamental fija en dos tercios de los parlamentarios en ejercicio (2/3) el quórum para modificar los mecanismos de reforma constitucional.
Si bien el Senado está en plena discusión un proyecto para reducir ese quórum a cuatro séptimos (4/7), mientras esa iniciativa no prospere por ahora se requieren de 103 diputados y 33 senadores para generar un nuevo proceso constituyente.
Ello implica que necesariamente la derecha, o al menos una parte importante de sus diputados y senadores, esté de acuerdo.
En el Senado, la UDI, RN y Evópoli suman 24 senadores, mientras que el Partido Republicano tiene a un representante. Por tal motivo, para el oficialismo no es suficiente la bancada de la DC para lograr un pacto. Inevitablemente necesita de al menos ocho senadores de derecha o de siete si es que se incluye en el acuerdo al independiente Karim Bianchi.
En el caso de la Cámara, el umbral es igualmente alto. Si el oficialismo sumase a la DC, al Partido de la Gente y a ecologistas e independientes como Pamela Jiles, en el mejor escenario llegaría a 88 votos. Es decir, el gobierno necesitaría del apoyo de otros 16 diputados de derecha, ya sea de los republicanos (15 escaños) o de las bancadas de la UDI, RN o Evópoli, que suman 52 parlamentarios en la Cámara Baja.
No obstante, la derecha ha emplazado al Mandatario a que la ciudadanía decida nuevamente sobre el mecanismo para redactar la nueva Constitución, al tiempo que han surgido disidentes dentro de las fuerzas oficialistas a la idea de convocar una nueva Convención. Uno de ellos fue el senador socialista Fidel Espinoza, quien cuestionó que se gaste “una nueva millonada de plata” en convencionales.
Por su parte, el mismo diputado Raúl Soto si bien dijo que compartía la idea de una nueva asamblea, precisó que tal vez debiera realizarse con “otras reglas”.
Un factor que aliviaría la tarea de La Moneda, sin embargo, sería la reforma de los 4/7, ya que el quórum de aprobación de una nueva asamblea constituyente bajaría a 89 diputados y 29 senadores.
El viernes pasado, al ser consultado por esta reforma de rebaja de quórum, el Presidente Boric admitió que podría verse en paralelo e, incluso, deslizó que la idea de que una nueva asamblea podría avanzar “también mediante 4/7, esto no tiene que ver con estar en contra o a favor de esa reforma, qué bueno que pueda haber avances respecto de lo que no se quiso reformar antes, pero el proceso constituyente en caso de que ganara el Rechazo tiene que seguir en los términos que decidió el pueblo de Chile (...) No ‘amononar’ la Constitución que está”.
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