Anamaría Arriagada, presidenta electa Colmed: “Entendemos la diferencia entre gremio y partido político; aquí no hay militancias comprometidas”
La ganadora de las últimas elecciones del Colegio Médico -las primeras después del fenómeno de Izkia Siches- marca distancia con quienes ven un gremio marcado por la politización. “He participado en las discusiones de los últimos seis años y nunca he visto nada de ideologías extremas”, asegura. Cree, además, que las isapres no deben caer.
Fueron apenas 205 los sufragios de ventaja -50,62% de las preferencias- los que le dieron la victoria a Anamaría Arriagada en las recientes elecciones nacionales del Colegio Médico, logrando así darle continuidad al sector que ha liderado al gremio durante los últimos seis años, incluido el periodo en que Izkia Siches, exministra del Interior, fue la presidenta de la entidad.
Hoy, la hija del exministro DC del gobierno de Eduardo Frei, Genaro Arriagada, pasará a la cabeza del Colmed con la dura misión de unificar a un colegio que está prácticamente partido por la mitad si se observan las recientes elecciones: 8.355 médicos votaron por ella y 8.150 lo hicieron por su contendor. En medio de eso, la internista, cuya lista es afín a los cercanos de la exministra Siches que compitieron -y ganaron- el Regional Santiago, también pretende involucrar al gremio en las discusiones propias de las políticas sanitarias del país.
Ganó por poco margen, ¿qué le provoca la victoria?
Siempre produce satisfacción ganar, porque tenemos un proyecto en el que creemos, que es el que hemos construido con mucho esmero. Lo segundo que debo decir es que es muy importante como Colmed haber logrado una alta participación. Estamos muy satisfechos con el resultado. Es estrecho, sí, pero eso obliga a incluir a todos los médicos y médicas que quieran sumarse al proyecto, porque casi la mitad votó por la otra opción. Quiero transmitir el mensaje de que aquí nadie sobra, que se vienen tiempos decisivos para la salud y me va a tocar dirigir el Colegio Médico así, pero tengo la convicción de que esto tiene que ser incluyendo a todos.
¿Será más difícil liderar y hacer eso que dice con un gremio así de dividido?
Va a ser desafiante, pero tenemos una mesa directiva en que todos somos dialogantes, siempre con un espíritu en esa línea. Apelaré a ese espíritu que busca consensos. Hoy hay problemas tan acuciantes de resolver que nos obligan a ponernos de acuerdo. Es cierto que en las campañas se ponen los énfasis en las diferencias y no tanto en las miradas compartidas.
¿Se considera continuidad?
Es difícil hablar de continuidad cuando los tiempos y problemas que enfrentamos hoy son muy distintos. Somos personas con una trayectoria gremial que no siempre estuvimos en los mismos proyectos. Consideramos que nuestra mesa tiene que poner soluciones diferentes.
Pero está apoyada por quienes son oficialismo.
Pero la directiva fue clara y recta en no manifestar ninguna preferencia y marcaron una distinción en ese sentido. No hicieron ningún apoyo explícito.
¿Ve que el Colmed se politizó?
Prefiero mirar hacia el presente y hacia el futuro. Hay suficiente preocupación y no tengo sino la clara sensación de que me paro en una institución robusta, con presidentes y presidentas que hicieron su mejor trabajo en el contexto que les tocó. El rol del Colmed es participar de políticas sanitarias.
¿Puede asegurar que con usted no ocurrirá eso de que el Colegio Médico se politice?
Lo que puedo asegurar es que la mesa tiene un fuerte compromiso gremial, que entendemos la diferencia entre gremio y partido político; aquí no hay militancias comprometidas, sino una fuerte vocación.
¿Le hizo mal el fenómeno Izkia Siches al gremio?
Me paro en un liderazgo que asume una institución que ha tenido presidentes que respeto: Enrique Paris, Izkia Siches, Patricio Meza... No me corresponde ninguna crítica a ellos.
¿Ve un gremio quebrado? La candidatura de Renato Acuña se desmarcó del oficialismo y dijo varias veces que el Colmed estaba tomado por una ideología extrema.
Yo que he participado en las discusiones de los últimos seis años y nunca he visto nada de ideologías extremas, sí un gremio médico discutiendo temas desde la expertise, a veces en discusiones acaloradas y a veces sin consensos, entonces no tengo esa percepción del gremio. Prefiero ver el vaso medio lleno: este escenario de estar en una posición de una mayoría estrecha de nuevo obliga a trabajar por la unidad del gremio. Es una oportunidad.
Del Minsal, ¿será oposición? ¿Será una aliada?
Uno no puede plantearse frente al Ministerio de Salud ni en una posición ni en otra. Hay que trabajar en conjunto, ellos son los rectores de la política de salud y tenemos que trabajar en que esas políticas hagan sentido y nos tocará estar de acuerdo o no.
¿El Colmed tiene que participar de las distintas discusiones sobre políticas sanitarias?
Sin lugar a dudas. Eso afecta el trabajo médico y nosotros tenemos el conocimiento y la formación necesaria.
¿Qué debe ocurrir con las isapres?
Diré lo mismo que durante la época de campaña: debe haber prontas certezas para el mundo médico. Para aquellos que están en el sector privado, en primer lugar, y que la crisis no se transforme en deudas a médicos. Pero también hay que preservar el sistema privado, porque en Chile tenemos un sistema mixto que está asentado hace rato, entonces hay que ser capaces de dar esas certezas. Las isapres no deben quebrar, para que con cierta estructura definida podamos migrar a un sistema de aseguramiento.
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