El olor de los pollos repele a un mosquito que transmite la malaria

pollos

Al contrario que las personas, animales como los pollos, no son anfitriones para el Anopheles arabiensis, que ha desarrollado estrategias para distinguirlos de aquellas especies que sí pueden serlo.




Un mosquito que transmite la malaria en África evita de forma activa alimentarse de algunas especies animales como los pollos, debido a su olor, por lo que podrían ser una protección, junto a otros medios, para las personas en riesgo de infección, según publica hoy Malaria Journal.

El Anopheles arabiensis, uno de los mosquitos que más transmiten la malaria en el África subsahariana evita a los pollos cuando está buscando alguien de quién alimentarse, según han descubierto investigadores de las universidades de Ciencia Agrícolas de Suecia y de la de Adís Abeba, en Etiopía.

Al contrario que las personas, animales como los pollos, no son anfitriones para el Anopheles arabiensis, que ha desarrollado estrategias para distinguirlos de aquellas especies que sí pueden serlo.

"Nos sorprendimos al descubrir que los mosquitos de la malaria se siente repelidos por los olores que emiten los pollos", indicó en un comunicado el autor del estudio Rickard Ignell.

El estudio muestra, por primera vez, que ese mosquito evita "de manera activa alimentarse de cierta especies animales y que este comportamiento -explicó Ignell- viene regulado por señales olfativas"

Para descubrir qué especies son las preferidas del mosquito, los investigadores recopilaron datos de la población y los animales domésticos en tres pueblos etíopes, así como mosquitos para saber de quién se habían alimentado.

El Anopheles arabiensis siente gran preferencia por las sangre humana antes que la animal cuando busca en espacios cerrados, mientras que al aire libre elige de manera aleatoria entre vacuno, cabras y ovejas, pero en ambos casos evita a los pollos aunque haya en abundancia.

Puesto que los mosquitos eligen a quién picar por su sentido del olfato, los expertos identificaron componentes que solo están presentes en las plumas de los pollos y otros que pueden encontrarse en el resto de especies para probar su eficacia repelente.

Así, colocaron trampas impregnadas con esos compuestos en once cabañas durante otros tantos días, dentro de las que dormía un voluntario bajo una mosquitera no tratada con repelentes.

El resultado fue que se encontraron muchos menos mosquitos en las trampas que habían sido impregnadas con componentes del olor de los pollos que en las otras.

Ignell indicó que los resultados de estudio sugieren que, junto a métodos de control establecidos, el olor que emiten los pollos y otras especies de animales "podrían ser útiles para controlar" al mosquito que contagia la malaria.

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