Columna de José Luis Domínguez: Re-conducir la transmisión eléctrica

Torres De Alta Tension
Foto: Víctor Tabja


Mucho se repite que el principal obstáculo para aumentar la cantidad de energía renovable en nuestra red es la falta de transmisión. Sabemos que la permisología y la construcción de una línea nueva puede tomar más de una década. Sin embargo, dos reportes que se dieron a conocer recientemente indican que hay una solución rápida y más barata.

La técnica de reemplazar los cables de las líneas de transmisión permite elevar su capacidad entre 2 y 3 veces por una fracción del costo de una línea nueva. Esto significa que con las mismas torres de alta tensión se puede transmitir más energía eólica y solar. Además, se puede hacer el recambio masivo en sólo meses, evitando excesiva permisología.

La explicación está en que los cables comunes tienen acero en el núcleo que les da soporte. Este se puede reemplazar por otros materiales basados en carbono, más livianos y resistentes, permitiendo aumentar la energía transmitida en un cable del mismo tamaño y peso. Eso significa que se pueden mantener las torres y transportar más energía. En EE.UU., el recambio masivo representaría ahorros futuros por 180 mil millones de dólares y permitiría desarrollar rápidamente el 80% de la transmisión necesaria para descarbonizar la red al 2035.

Esta técnica es ampliamente utilizada en el resto del mundo. En países con restricciones para las líneas nuevas, como Bélgica y Holanda, esto se hace de manera sistemática entre el 2019 y 2035. En países como Chile solo se ha hecho en tramos muy específicos y por razones puntuales.

La aplicación masiva en Chile está obstaculizada por un tema de incentivos. De forma similar a lo que el reporte identificó para EE.UU., los transmisores prefieren enfocarse en líneas nuevas porque les pagan en base al valor de los activos que tienen –y, irónicamente– no por transportar energía. A los operadores les acomoda tener más líneas nuevas porque el sistema se vuelve más robusto y presentan aversión al riesgo tecnológico de las nuevas soluciones. A los que nos conviene el recambio de conductores es a los clientes que pagaríamos menos, además del menor efecto territorial y medioambiental que tiene el de repotenciar la infraestructura que ya existe.

A raíz de estos estudios, la Casa Blanca anunció una ambiciosa estrategia para repotenciar 100.000 millas de transmisión existentes. No dejemos pasar esta oportunidad de actualizar nuestra regulación eléctrica. Promover este tipo de soluciones y aprovechar al máximo el potencial de nuestra red no solo es un imperativo económico, sino también ambiental.

Jose Luis Domínguez B., investigador afiliado a UC Berkeley y Lawrence Berkeley National Laboratory.

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