Próximo ministro de OO.PP.: “Las concesiones, si es en un sentido de mejorar la calidad de vida de toda la ciudadanía y no solo de los usuarios, pueden hacer un gran aporte al país”

JUAN CARLOS GARCÍA
Juan Carlos García, futuro ministro de Obras Públicas FOTO : FRANCISCO PAREDES

Juan Carlos García, arquitecto de la Universidad Católica de Valparaíso, llega al gabinete de Gabriel Boric como el único miembro del Partido Liberal y el primero de su profesión en asumir este ministerio. Su cartera tendrá un rol protagónico en lo que se refiere a enfrentar los problemas de sequía que está viviendo el país, además de ayudar en la reactivación económica.


Fue inesperado. El arquitecto Juan Carlos García estaba en su oficina en el Centro Interdisciplinario de Neurociencia de Valparaíso cuando un llamado interrumpió sus quehaceres. Al otro lado estaba el presidente electo Gabriel Boric, quien le manifestaba que quería que fuera el nuevo ministro de Obras Públicas. La respuesta, de inmediato, fue un “sí”. Ni siquiera conocía al diputado. De hecho, confidencia, el día de la presentación del gabinete en el Museo de Historia Natural fue la primera vez que interactuó con el fuuro mandatario. Antes, por sus labores, se habían visto en el Congreso, pero nunca hablaron.

Con su mirada regionalista, y como único miembro del Partido Liberal en el gabinete, es el primer arquitecto que se hace cargo de esta repartición. Su misión prioritaria será enfrentar, a través de proyectos, la crisis hídrica que está viviendo el país, lo que deberá hacer con una mirada ecológica, que es el sello que le pidió el presidente electo.

¿Cuáles son las prioridades que tendrá como ministro de Obras Públicas?

Primero, abordar la crisis hídrica con el déficit de agua que tenemos en algunos lugares, en particular la zona central de Chile, junto con seguir avanzando en una nueva institucionalidad del agua. Un segundo aspecto que ha sido planteado por el presidente electo y que tomamos con mucha seriedad es la reactivación económica. Estaremos priorizando proyectos, junto con las regiones, que generen un gran impacto social, absorban mano de obra, pero también que puedan disminuir la cesantía en mujeres. El tercer aspecto, para recuperar la credibilidad de las instituciones ante la ciudadanía, es que tenemos que hacer que la edificación pública sea amable y positiva, no solamente para sus usuarios, sino para toda la sociedad, para los lugares donde está instalada.

¿Cuál es el sello que planea implementar desde su ministerio?

Viniendo de Valparaíso, me considero una persona profundamente regionalista. Mi objetivo es colaborar con lo que planteó el presidente electo, que quería salir del Gobierno con menor poder del que entró. Desde el Ministerio de Obras Públicas hay mucho que hacer en ese sentido, no solo establecer un diálogo profundo y continuo con las autoridades regionales y comunales, sino también trabajar en cómo se van traspasando competencias que están en el nivel central a las regiones. Creo que el MOP debe trabajar muy estrechamente con el Ministerio de Medio Ambiente en el compromiso de la sostenibilidad ambiental de nuestro país, y eso significa abrirse a otras vías de movilidad sostenible, a profundizar el cuidado del agua y en obras públicas que estén concentradas más en los impactos positivos, que en mitigar los negativos.

El Ministerio de Obras Públicas es uno de los que más dinero maneja, ¿cómo afrontará el hacer buen uso de esos recursos económicos?

Hay que remarcar que el Ministerio de Obras Públicas, como otros, es administrador de los recursos que son de todos los chilenos. Los recursos que están en el MOP no le pertenecen a un ministro, sino que somos administradores y parte de un programa de gobierno. Creemos que la confianza para darnos este desafío es porque como Partido Liberal siempre hemos tenido una gran cercanía con Gabriel Boric cuando era diputado y ahora que es presidente electo. Él puede estar confiado de que el compromiso que tenemos con su programa es profundo, es de una gran lealtad y también hacia el gabinete.

¿Cómo va la conformación de su equipo?

Estamos construyendo un equipo diverso, con gente que tiene un gran conocimiento en las obras públicas, pero también en otras áreas. Es importante que el gabinete del ministro tenga múltiples miradas. Cuando hablamos del Ministerio de Obras Públicas el fierro y el cemento no son un fin en sí mismo, son un medio para mejorar la calidad de vida de las personas.

¿El Partido Liberal va a estar bien presente en su equipo?

Un gabinete no lo voy a establecer a través de cuoteos políticos, pero sí quiero garantizar la máxima diversidad, con la mayor capacidad profesional.

¿Ha podido hablar con el actual ministro, Alfredo Moreno? ¿Qué opina de su gestión?

Me saludó cuando me designaron, tuvimos una breve conversación y ya vendrá el momento de encontrarnos. Ya había tenido oportunidad antes de hablar con él, desde mi rol de director ejecutivo del Centro Disciplinario de Neurociencia de Valparaíso. El MOP impulsa la construcción del edificio de ese centro. Tengo una gran impresión de él y de su capacidad técnica, pero también tenemos diferencias en los énfasis que queremos darle a este ministerio. Ahora, creo que los cambios nunca significan un borrón y cuenta nueva, pero sí cómo nosotros podemos darle una intencionalidad distinta al trabajo del MOP en estos cuatro años.

¿En qué consiste el proyecto del edificio de neurociencia?

No solamente es emblemático para Valparaíso, sino para el país en general. Fue la primera iniciativa que surgió para poder abrir el rol del Ministerio de Obras Públicas a proyectos diferentes. Me tocó impulsarlo cuando estaba trabajando en el MOP como director regional de arquitectura, que es la colaboración e instalación de centros de investigación de excelencia en diferentes partes del país. Centros donde ya hay un equipo científico reconocido, pero requiere de una casa que esté a la altura de su trabajo y la complejidad de su quehacer.

¿Cuándo cree que podría estar listo?

A raíz de la pandemia y hallazgos arqueológicos, el contrato estuvo detenido por dos años y la empresa que tenía las obras quebró. Por lo tanto, esperamos que durante este año y el próximo se pueda terminar todo el proceso de rescate arqueológico, para luego retomar las obras con una nueva licitación y que pueda estar listo el 2025.

¿Algún otro proyecto similar que se pueda mencionar?

Hay varios que hoy están en curso y deben seguir adelante. Bibliotecas y centros científicos que me interesa mucho conocer en profundidad. Creo que los proyectos emblemáticos que vamos a sacar son aquellos que se determinen en conjunto con las regiones. Una de las cosas más emblemáticas es que tenemos que avanzar con la institucionalidad del agua, con la nueva Subsecretaría de Recursos Hídricos, que es un paso fundamental para enfrentar la crisis hídrica. Ordenar la institucionalidad, que hoy está muy dispersa.

¿Tiene pensado seguir con el sistema de concesiones? ¿Qué opina de ellas?

El modelo de concesiones, bien utilizado, permite liberar recursos públicos para que otros programas sociales puedan invertir, como el programa Chile Crece Contigo. Sin embargo, una concesión debe estar siempre pensando en el beneficio del usuario, y ese es el énfasis que nosotros queremos dar.

¿Qué harán entonces?

Para eso, es importante el rol no solamente regulador de parte del Estado, sino también que las obras no solo estén pensadas para el usuario, sino que generen beneficios en los entornos. Que las comunidades se sientan beneficiadas por esos proyectos. En ese sentido, queremos avanzar en obras que no sean solo para los vehículos, sino de movilidad sostenible. Hay proyectos de teleféricos, tranvías, trenes, que están en la cartera de concesiones, que se están estudiando y queremos darles mayor prioridad. La herramienta de concesiones, si es en un sentido de mejorar la calidad de vida de toda la ciudadanía y no solo de los usuarios, puede hacer un gran aporte al país.

¿Qué pasa si una obra sólo beneficia a los usuarios?

Se empieza a generar impacto que es necesario mitigar y al final es más caro para el país, social y ambientalmente. Lo que hemos visto es que todos aquellos proyectos que generan mayores beneficios que costos, tienen más respaldo de la ciudadanía, mayor certeza para los inversionistas y pueden construirse en un plazo más corto que aquellos con los que se genera una fricción y un conflicto con las comunidades locales. Es importante que las obras públicas se entiendan integralmente y nosotros queremos darle ese sello. Una inversión pública tiene un esfuerzo enorme de parte del Estado, por eso es importante buscar que sus beneficios sean lo más integrales posible y reducir los impactos negativos.

¿Qué opina de la incorporación del sector privado?

Cuando se incorpora al sector privado en áreas públicas como las concesiones, tiene que generar una ganancia no solo a la empresa, que es evidente que debe tener, sino que también debe generarlas al Estado en comparación a otras modalidades de administración. Hay que tener una evaluación continua para no caer en dogmas.

Con respecto a la sequía que estamos viviendo en nuestro país, ¿cuáles van a ser las medidas más urgentes que planea implementar?

Las medidas están siendo responsabilidad del Gobierno actual. Nosotros nos vamos a encontrar con una administración donde esperamos que las medidas que están siendo tomadas resguarden el derecho al agua para el ser humano. Queremos seguir profundizando en eso, hay que prestar mucha atención a lo que va a suceder este año y el próximo verano en la zona central y en otras que pueden tener escasez hídrica inminente. Vamos a avanzar profundamente en el proyecto de agua potable rural, en el corto plazo, coordinado directamente con las gobernaciones, inyectando recursos importantes. Es relevante avanzar hacia la nueva Subsecretaria de Recursos Hídricos, que podamos instalarla en un plazo razonable. La prioridad del agua es hacia las personas.

¿El racionamiento de agua es un escenario posible en Valparaíso y en la Región Metropolitana?

El ministro de Obras Públicas y el superintendente de servicios sanitarios han planteado que hay riesgos de racionamiento en el sector oriente de Santiago y que están trabajando con mucha atención respecto de Valparaíso. Esperamos poder interiorizarnos sobre cuáles son las reales amenazas, para que podamos continuar aquellas políticas que están aplicando ellos de urgencia.

¿Va a revisar la política de embalses?

Todas las políticas las vamos a estar revisando, no solamente respecto a las urgencias, también hay que ver los embalses y cuál es la realidad que tienen en una proyección de escasez de nieve que vamos a tener. Todas las políticas tienen que tener un equilibrio entre continuidad y cambio, sin tener un prejuicio previo en ambos aspectos.

¿Priorizará el proyecto de tren rápido Santiago-Valparaíso?

Por mi mirada regionalista, yo lo llamaría el tren Valparaíso-Santiago. En este momento está en manos del ministerio, lo está estudiando concesiones y es una iniciativa a la que quiero darle máxima prioridad, para buscar la manera de viabilizar esa iniciativa. Me parece fundamental para ampliar la movilidad entre dos ciudades tan significativas que no pueden depender solamente del auto particular y los buses. Permite también darle una capacidad de carga a los puertos, mucho mayor que la actual. Tiene que ser una combinación de pasajeros y carga.

El propio presidente electo abrió un flanco y desató la molestia de los camioneros por el tema de las cargas y la idea de más trenes... ¿Qué opina de ese impasse?

Cuando las iniciativas benefician a la mayoría de los chilenos, también beneficia a los camioneros. Si queremos una actividad económica más robusta, tenemos que diversificar la movilidad. Hay que hacerla sostenible ambientalmente y los trenes cumplen un rol fundamental. Los camioneros no se van a quedar sin movilizar carga, vamos a ampliarla, hacerla más eficiente y buscar también encadenamientos productivos mejores que los que tenemos actualmente. Hoy, la movilización de carga es cara, porque no existe una mirada integral. Agregar el tren ayudará a abaratar los costos de exportaciones e importaciones.

¿No cree que podría generar igual malestar y manifestaciones?

Espero que no suceda, el diálogo es la mejor manera de encontrar soluciones. Espero tener una conversación leal y franca con los camioneros.

¿Qué opina del proyecto del puente Chacao?

Es polémico, se ha subido y bajado varias veces. Tenemos que adentrarnos bien para ver en qué situación está. Ha habido denuncias importantes sobre problemas en su ejecución. Lo que hoy día corresponde es hacer una fuerte fiscalización para que pueda mantenerse en sus costos, con una calidad de ejecución que asegure su viabilidad en el tiempo.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.