Un fondo de contingencia de $250 millones para solventar los gastos de una eventual huelga, aprobaron en su última asamblea los trabajadores del Sindicato N° 1 de Minera Escondida, el más grande de la minería privada del país.

En la última asamblea del sindicato, los alrededor de 2.500 trabajadores, a través de una votación en urna, aprobaron una cuota extraordinaria de $100 mil, que serán descontados del bono de gestión trimestral que la minera, operada por BHP Billiton, les pagará en julio.

Esta acción también fue realizada el año pasado en el marco de la huelga de 43 días que enfrentó la organización sindical con la compañía y que finalizó luego de que los trabajadores pidieran aplicar el artículo 369 del Código Laboral, mediante el cual el contrato colectivo vigente se extendió por 18 meses más. Luego de eso, en abril de este año, hubo nuevos intentos de llegar a acuerdo mediante negociación anticipada, que tampoco logró consenso, teniendo que reanudarse las negociaciones (regladas) este viernes.

Así, y de acuerdo con el cronograma que maneja el sindicato, en el escenario de que los trabajadores no acepten la última oferta de la empresa, una eventual huelga se concretaría a mediados de agosto. En el petitorio que el sindicato presentará el viernes a la empresa, se solicitará, entre otras cosas, un bono por término de negociación (BTN) equivalente al 4% de los dividendos que la firma reportó a sus dueños, cifra que rondaría entre $ 21,5 millones y $ 25,9 millones, dependiendo de cómo se calcule. Además, se solicitarán 15 mil UF (unos $406 millones) para inversiones sindicales y que el contrato tenga una vigencia de 30 meses.

Durante la asamblea, los trabajadores también repasaron la nueva Ley Laboral y se refirieron a una eventual extensión de beneficios para los no sindicalizados, lo que no incluiría el BTN y se aceptaría a cambio de beneficios y del pago del 100% de la cuota sindical, por parte de quienes no pertenezcan al organismo. Asimismo, apuntaron que la aplicación del artículo 369 podría volver a realizarse y que un escenario de descuelgue, como el que enfrentó Latam, también podría ser una forma de "administrar el conflicto".

Rechazo

Si bien, el sindicato sigue contando con el apoyo de la mayoría de los trabajadores, alrededor de cien personas han abandonado el organismo en los últimos meses por decisión propia o por que la dirigencia los expulsó, comentan fuentes, añadiendo que dentro de este último grupo, existen personas con enfermedades catastróficas que rechazaron continuar con la huelga, en 2017, recibiendo la posterior expulsión.

En ese sentido, señalan que existen diferencias por el liderazgo "agresivo" de los dirigentes y las "sucesivas amenazas", que recibirían los trabajadores que no están de acuerdo con el movimiento.

"A la actual directiva la mueve un odio ciego y un espíritu confrontacional que sólo revela y consolida en la mala gestión que todos podemos comprobar en los malos y nulos resultados obtenidos", comenta uno de ellos, a lo que agrega que a pesar de que son sólo 100 las personas las que se han retirado, la situación es inédita, ya que lo usual es que en la previa de una negociación colectiva el número de sindicalizados aumente.