Adonde hemos llegado




Un candidato presidencial compró empresas "zombies" para pagar menos impuestos. La estrategia que siguió Bancard fue adquirir compañías quebradas del grupo Cruzat y así declarar pérdidas por 44 mil millones de pesos. Según reveló Ciper, este es el mismo procedimiento que siguieron los socios de Penta y los controladores de Latam y Falabella.

2 Otro candidato presidencial, que también fue presidente, no se explica por qué su campaña no prende. Por un lado está la frivolidad del electorado y por el otro la edad del candidato, pero por sobre ambas variables hay un aspecto contundente: su gobierno fue el artífice de dos de las peores políticas públicas de los últimos 27 años: el Transantiago y el CAE.

3 Un tercer candidato presidencial aprovechó su credibilidad como periodista para hacer un comercial de las Isapres, una de las instituciones peor evaluadas por los chilenos. Todavía no se sabe si en su campaña presentará reformas al modelo de salud privada o si lo abrazará con la misma convicción que mostraba en la publicidad.

4 Otro candidato, hijo de uno de los fundadores del MIR, ha financiado parte de su carrera presidencial con dineros entregados por el yerno de Pinochet.

5 Todo el discurso sobre la igualdad y la importancia del mérito personal quedó en el suelo cuando se supo que el hijo y la cuñada de la Presidenta Bachelet tuvieron una cita con el dueño del Banco de Chile mientras se gestionaba un millonario crédito. El monto y la propia reunión se explican sólo por ser "el hijo de…".

6 Poco después de que saliera una encuesta que signaba a Carabineros como la institución pública mejor evaluada, estalla un caso de corrupción que compromete al general encargado de finanzas y a otras 14 personas, que están siendo formalizados por un fraude de 13 mil millones de pesos (más que Caval).

7 Corpesca entregó dinero a congresistas en el momento en que se discutía la Ley de Pesca. No fue la única. Asipes, Lota Protein y Blumar hicieron lo mismo. El caso más llamativo es el de la presidenta de la UDI, pues se revelaron los correos electrónicos que le enviaba el gerente de Asipes con las indicaciones que él pedía incorporar al proyecto.

8 Dirigentes comunistas desconocen los vínculos de su partido con la U. Arcis, que era administrada por una inmobiliaria y que hoy está en quiebra. Todo se debió a gestiones "a título personal", dicen ahora.

9 Más inverosímil fue la explicación que dio el gerente general de la CMPC ante la colusión del papel confort. Según él, ni el directorio ni los principales ejecutivos sabían de las malas prácticas.

Coda: en su mayoría estos hechos no constituyen delito, pero sí son elocuentes a la hora de reflejar el divorcio entre la ley y la ética. El doble estándar de nuestras élites, la ceguera de quienes gozan de privilegios y la voluntad de tomar atajos (o simplemente de cometer pillerías), pareciera ser la causa principal de la desconfianza de los ciudadanos respecto de las instituciones públicas.

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