El desarrollo de China y su relación con el exterior




EN LAS sesiones anuales de la Asamblea Popular Nacional de China y de la Conferencia Consultiva Política del pueblo chino, las cuales se clausuraron recién en Beijing, se hizo un balance de 2016, en que se demostró los buenos resultados de las políticas implementadas, y se trazó el plan de trabajo de 2017, teniendo en cuenta los desafíos que presenta la coyuntura actual.

En su informe sobre la labor del gobierno, el Primer Ministro Li Keqiang mencionó tanto los retos del entorno exterior, marcado por un crecimiento más lento de la economía y el comercio mundiales y las fluctuaciones financieras internacionales, como los obstáculos internos, tales como los problemas estructurales y la presión bajista del crecimiento. No obstante, la economía china de 2016 arrojó resultados satisfactorios al haber cumplido las metas establecidas: un crecimiento de 6,7%, entre los más altos del mundo; continua mejora de la estructura económica, con el sector servicios que representó 51,6% del PIB; generación de 13 millones 140 mil empleos nuevos, mucho más de lo establecido; mejoramiento de las condiciones de vida del pueblo, con incremento de ingresos disponibles per cápita de 6,3% y reducción en 12 millones 400 mil de la población pobre en las zonas rurales.

En 2017 estamos trabajando bajo los lineamientos de crecer en medio de la estabilidad, promover la reforma del lado de la oferta, aumentar la demanda interna, realizar el cambio estructural mediante la innovación, y continuar resolviendo los problemas que atañan a los intereses del pueblo. Se espera que el PIB crezca alrededor de 6,5%; se crearán 11 millones de nuevos empleos; se desempeñará mejor el comercio exterior; se incrementarán los ingresos del pueblo a un ritmo similar al crecimiento económico.

El gobierno chino presta suma importancia a la prevención y el control de riesgos latentes. Estamos atentos a los acontecimientos para detectar y solucionar a tiempo los problemas, evitando la expansión del riesgo. Contamos con suficientes herramientas para enfrentar los peligros, y es firme el sistema financiero. Los déficits fiscales del gobierno se mantienen por debajo de 3% del PIB, el coeficiente de adecuación de capital de los bancos comerciales se ubica en alrededor del 13%, cifras consideradas dentro del umbral de seguridad e incluso mejores que muchos países.

Por lo tanto, no se ve posibilidad de riesgos sistemáticos. El gobierno chino va a seguir vigilante y llevando el cinturón de seguridad bien puesto.

El desarrollo chino está muy vinculado con el mundo. China se ha beneficiado de la globalización económica, igual que muchos otros países, pero más aún, ha sido contribuidora a la economía mundial en las últimas décadas. Con el 6,7% de crecimiento de 2016 nuestro país aportó más de 30% al crecimiento global. Siempre abogamos por la globalización económica y el libre comercio y persistiremos en ampliar la apertura al exterior. China subió 18 lugares de 2013 a 2016 en el ranking de ambiente de negocios del Banco Mundial, lo que demuestra el interés de las empresas extranjeras.

En mayo se celebrará en Beijing el Foro de "One Belt, One Road". Esperamos que con esta iniciativa se logre el beneficio común y el desarrollo compartido.

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