El programa




SP: "Listo, ya presenté mi programa de gobierno. Tiene cualquier cantidad de páginas, fotos y todo lo demás. ¿Tú ya tienes el tuyo?".

AG: "Por favor, no seas tan limitado. Mi programa lo voy a construir con una selección de las mejores ideas de todos los candidatos de centro izquierda, porque será un programa integrador".

SP: "Pero eso implica que llegarás a la primera vuelta sin un programa".

AG: "Prefiero eso que un programa como el tuyo que presenta un montón de obras públicas que ya están construidas. Qué fresco".

SP: "Las obras públicas no tienen dueño, para que sepas, y van más allá que el gobierno de turno. Por ejemplo, la Línea 6 fue una idea mía y ahora la inauguró Michelle".

AG: "Perdona pero el Metro proviene del gobierno de Allende, oye. La única herencia que dejaste tú fue la embarrada del puente Cau Cau".

SP: "Oye, si tu programa lo vas a construir con los restos de los candidatos perdedores, ¿qué programa presentaste ante el Servel?"

AG: "Ay, no te pongas como el latero de Kast. A lo mejor tampoco te haría mal pegarte una pasadita por el siquiátrico".

SP: "Pero si dijiste que Kast te caía bien".

AG: "Yo tenía una gran imagen de él, más allá de que piense distinto. Pero ha sido decepcionante ver que no hay ideas y hay puras descalificaciones".

SP: "Bueno, también dijiste una vez que votarías por mí".

AG: "Pero dije que lo haría si es que hubieses encarnado la visión que yo demandaba en un candidato. Y eso no ha pasado nunca".

SP: "Te recuerdo que hablaste de la necesidad de definir el rol del Estado y ver hasta dónde debe haber colaboración con la empresa privada. Ahora ni siquiera hablas de colaboración público-privada. En cambio, en mi programa eso es clave".

AG: "Es culpa de la empresa privada, que ha perdido la confianza de los ciudadanos. Y te recuerdo que mi programa es ciudadano".

SP: "¡Pero si no tienes programa!"

MB: "Ya chiquillos, dejen de pelear. Si quieren hablar de programa les recuerdo que yo presenté uno para llegar a La Moneda y lo hemos aplicado íntegramente. Es como nuestra Biblia, como el Libro Rojo, como nuestro himno".

SP: "Ay, ese programa no, por favor".

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