Estancamiento, reformas y productividad




La tesis del ministro Valdés, en orden a que la caída en la tasa de crecimiento de la economía chilena en los últimos tres años responde a un problema "estructural", permite más de una lectura. Desde luego, se puede interpretar, y ya lo hicieron algunos, como un intento deliberado por desconocer (o menospreciar) el efecto negativo de las reformas sobre el desempeño de la economía. En la misma línea, y dado que el ministro aludió a que el problema estructural se vinculaba al menor dinamismo observado en las exportaciones, podría leerse que se buscaba echar mano a un eventual empeoramiento de la situación internacional como causa principal del estancamiento económico en Chile. Alternativamente, la tesis acepta como explicación que ha habido una caída secular en el aporte del crecimiento de la productividad a la tasa de expansión del PIB. En efecto, el fenómeno de exportaciones menos dinámicas, con excepción de la minería, se viene observando hace más tiempo y respondería a que no hemos sido capaces de generar nuevas ventajas comparativas que permitan el desarrollo de sectores exportadores no tradicionales.

Veamos los datos. Es bueno despejar primero que la situación internacional per se no ha sido un factor muy relevante en explicar el estancamiento de los últimos 3 años en Chile, toda vez que la economía mundial se ha expandido a tasas sobre 3% anual  en este período. Sí ha tenido efecto, en cambio, la caída (entre 2013 y la actualidad) del precio del cobre pero menos de lo que parece porque también ha disminuido el precio de los combustibles. La reducción en los términos de intercambio ha sido del orden de 15%, número que habría causado menos estragos que ahora en períodos anteriores. También es bueno dejar establecido el efecto negativo que ha tenido sobre la inversión privada no minera el mal clima de negocios generado por las reformas del gobierno y su discurso hostil hacia el lucro. Así lo revela por ejemplo el Informe de Percepciones de Negocios del Banco Central desde 2014 a la fecha.

¿Y qué hay con la productividad? El cuadro a continuación muestra lo que ya es muy sabido: que desde fines de los 90 el aporte de la productividad total de factores (PTF) al crecimiento se redujo considerablemente, lo cual ciertamente dificulta el desarrollo de ventajas comparativas y las exportaciones no mineras. Pero no hay que olvidar que lo que se conoce como PTF es en realidad el residuo que contiene todo lo que explica el crecimiento más allá del aumento del capital y del empleo. Y hay muchos que sostienen (Acemoglu y Robinson, "¿Por qué fracasan las naciones?", por ejemplo) que cuestiones como la madurez de las instituciones, el estado de derecho, la eficiencia del Estado, la tranquilidad social, etc. son también elementos que influyen en este residuo. Curiosamente, este residuo aporta negativamente al crecimiento los tres últimos años en forma consecutiva, por primera vez desde 1990 y sin que el país esté en recesión (el residuo es pro cíclico).

Descomposición del Crecimiento

Fuente: Elaboración propia en base en información de Clapes UC. El año 2016 contiene mi propia proyección de productividad.

Por tanto, es cierto que hay mucho por hacer en orden a mejorar la productividad en el mediano y largo plazo, y que el aporte del residuo sea mayor, pero en el último trienio el gobierno ha hecho lo posible para lo contrario a raíz de sus malas reformas y su retórica "progresista". Ello se suma a una menor contribución del capital y del trabajo al crecimiento (caída en la inversión y lenta generación de empleo) como no habíamos visto en décadas.

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