Hilos conductores




POCAS VECES uno participa en momentos históricos con conciencia de que lo son. La renuncia de Lagos el lunes pasado tiene algo de eso. No solo es un problema de la mayoría de la dirección del PS que sepultó su candidatura. Todos debemos sopesar sus consecuencias.

Si hay un hilo conductor de esto, es que una forma de entender la unidad de la centroizquierda da muestras de crisis terminal. Partió hace ya tiempo, se extremó en los últimos años. Podrán seguir escuchándose invocaciones líricas a "programas" o discusiones sobre listas parlamentarias; pero, más que una "alternativa de centro izquierda", queda solo una suma de partidos en busca de no perder. Percibo a la Nueva Mayoría como postrera y decadente versión de los decenios concertacionistas.

Quienes crean en una gobernabilidad moderada y progresista para Chile, tienen el desafío de crearla. Una fuerza sólida de diversidad abarcadora y cohesionada por una lógica compartida; para así volver a dar gobernabilidad de calidad, hoy perdida. No es reconstrucción de lo preexistente. El mundo post industrial, sus valores y culturas, no son aquellos donde nacieron la socialdemocracia y el socialcristianismo. Estos son cantera, pero el progresismo moderado debe construir su siglo XXI. Claves sociales son, un país y un mundo distintos al de los años 90, crisis de confianza en pilares ineludibles de la sociedad como son el estado democrático y una economía social de mercado, fin del monopolio de la izquierda tradicional sobre el mundo social de izquierda, amenaza a la continuidad de la hegemonía cultural de centro izquierda o moderada en la sociedad, vértigo de cambio científico, tecnológico y político que sacude el mundo.

Con todo, hay demandas insoslayables de esta coyuntura crítica, aunque solo motiven a los involucrados. Forzar las cosas con amenazas apenas veladas, no preludia una coalición más sólida mañana. José Miguel Insulza desdramatizó la existencia de dos candidatos a primera vuelta, buscando salvar otros puntos de unión y la directiva del PPD concurrió a obsequiar a Carolina Goic las bases programáticas preparadas por Ricardo Lagos. Ambos demuestran entender mejor que el senador Guillier, que el abandono del PS al eje DC-PS, cimiento de la alianza por decenios, genera un vacío muy grave.

Los fines de ciclo son tiempos revueltos. Gane o pierda la Nueva Mayoría, siendo lo primero más improbable, hace de la construcción de un nuevo progresismo moderado la ocupación prioritaria para las fuerzas políticas y personas, que se sientan convocadas a la tarea. En el más optimista de los escenarios, el ciclo actual solo puede prolongar su agonía pero no revertirla.

Por todo lo dicho, queda otro hilo conductor por reconocer. Podemos opinar y colaborar, pero son sobretodo nuevas generaciones, distintas a la de Lagos, o a la mía, y personas también distintas a las de la actual dirigencia sin norte, que dio mala gobernabilidad a la centro izquierda, a quienes toca el peso principal de esta tarea. Constato esa fuerza emergente en la sociedad, me entusiasma y me alisto a colaborar con ella.

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