La vocera




LA VOCERA (persona que habla en nombre de otro) de la candidatura presidencial del senador Guillier, diputada Karol Cariola, se estrenó en esta responsabilidad dando una entrevista a este diario, el pasado sábado 10 de junio. En la misma se le preguntaba: "¿Cree que un gobierno de Guillier garantiza la continuidad del proyecto reformista de Bachelet? A ver, no creo que sea un continuista. No creo que esto se trate de un continuismo de lo que hubo. Pero sí hay un reconocimiento de lo que se ha hecho. Michelle Bachelet entrega un camino, ella inició un proceso que es inédito en Chile después de la dictadura, esos 25 años de democracia fue precisamente el continuismo de muchos gobiernos que lo que hicieron fue administrar la desigualdad, administrar el modelo, incluyendo el primer gobierno de Bachelet. Este, en cambio, ha abierto una infinidad de temas que son fundamentales para la construcción de un país distinto. Pero sí, y en esto nuestro candidato ha sido muy claro y muy contundente, no podemos cegarnos frente a la realidad de que aquí se ha avanzado, pero las necesidades son tan profundas todavía, que los avances siguen siendo invisibles".

He preferido citar textual la respuesta en su integridad, evitar se me acuse de descontextualizar y así evitar la permanente victimización por cualquier crítica política, actitud bien conveniente por estos días electorales.

La vocera, la que habla por otro en este caso por el candidato Guillier, en su larga respuesta se receta la tesis que los gobiernos de la Concertación fueron meros administradores del modelo de la dictadura, esto solo vino a cambiar en Bachelet II, en su lógica, por la incorporación del Partido Comunista (PC) en la coalición gobernante.

Más allá de lo infundado e injusto que resulta el raciocinio de la portavoz, sería bueno preguntar al propio candidato, a los dirigentes de los partidos que lo apoyan, salvo el Partido Comunista claro está, todos participes del período (1990-2010) si comparten lo que la vocera de la candidatura califica como de administración del modelo de la dictadura.

La historia reciente del país no merece ese juicio de tal liviandad y falta de rigor intelectual, se trata de uno de los mejores períodos de la historia republicana por donde se les mire (economía, cultura, acceso a oportunidades, reformas estructurales).

Sería muy preocupante que frente a dicho juicio, guardaran silencio muchos amigos que fueron parte del esfuerzo de esos 20 años, por el hecho de compartir con la vocera el mismo candidato, su silencio pudiera ser interpretado, en la versión más benigna como aval, y en la otra como acomodo.

No obstante, pueda molestar, aquí tenemos una diferencia profunda con la representante de la candidatura del senador Guillier, y con él salvo que declare no sentirse interpretado. Parecer ser que para ellos, los cuatro gobiernos de la Concertación han sido una mera continuidad de la dictadura, pero para nosotros fue un proceso en varios aspectos ejemplar del que nos sentimos orgullosos. Del juicio liviano del pasado también surge una profunda diferencia respecto del futuro.

En efecto si la vocera estima que la buena nueva solo llegó con ocasión de la Nueva Mayoría, y la inclusión del PC, otros creemos que lo que hace sentido es retomar un ambiente de tranquilidad y entendimiento para volver a crecer para todos, con inclusión y eficiencia.

Qué duda cabe, es bueno transparentar las diferencias, es un ejercicio siempre útil, especialmente en tiempos electorales.

Seamos claros, los problemas no son los cambios, sino como los enfrentamos como con razón dice el documento "Pienso en Chile, propuestas para conversar", de Ricardo Lagos Escobar.

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