Masvida y las preexistencias




Se debe evitar que el caso Masvida se transforme en una práctica de "limpieza de cartera"; eufemismo para señalar que los clientes/usuarios "poco rentables" o aquellos con preexistencias, más la tercera edad, sean traspasados al sistema público salud, incrementando con ello, las utilidades globales del sistema privado de salud; a través del desmedro de sus clientes.

El Congreso tiene la responsabilidad de evitar que inversionistas, directores y gerentes de primera línea de Masvida vuelvan a invertir o trabajar en el área de la salud, de lo contrario, podemos estar frente a una práctica para expulsar clientes desde el sistema privado de salud hacia el sistema público. Impedir que inversionistas, directores y gerencia de primera línea vuelvan a participar en el sistema de salud coartará el replicar esta práctica en otra Isapre y luego otra y otra, hasta haber incrementado en el largo plazo la rentabilidad del sistema privado de salud.

El Congreso debe legislar para evitar que inversionistas, directores y gerentes de primera línea de Masvida vuelvan a invertir en el área de salud, de lo contrario veremos Isapres quebrando y reviviendo -con inyecciones de capital- cada vez que se logre trasferir, al sistema público de salud a la

tercera edad y a los usuarios que, a las Isapres, les parezca poco rentables.

Las soluciones para los clientes actuales de la Isapre Masvida se van acotando: (1) La Isapre es comprada o absorbida por otra empresa que adquiere la cartera de clientes total, así como está. (2) La Superintendencia intermedia el traspaso o compra de la cartera de cliente a una o varias Isapres armando "paquetes-ciegos" de clientes que permita el traspaso total a una o varias Isapres la cartera de clientes y con ellos evitar se perjudique a los clientes actuales de Masvida ó (3) Dejar a los

clientes a su merced, castigando a quienes tienen una enfermedad preexiste ahora y que no tenían al momento de tomar el "seguro" de salud. También perjudicar a toda la tercera edad que deberá dejar el sistema privado de salud por siempre, aunque hayan sido leales pagadores.

Para como están las cosas en Chile, cada vez que una solución demanda la intervención de la Clase Política, la alternativa tres, el castigo al usuario/cliente de la tercera edad y aquellos con preexistencias es lo más probable que termine sucediendo. Es el contraste de salvataje y permisión magnánimo que suele hacerse a las empresas en comparación con el cuidado y apoyo a la ciudadanía. En fin.

El sistema de Isapres logró, en los primeros tres trimestres del 2016 una utilidad de $28.872 millones.  El año 2015 las utilidad fue de $37.244 millones y aun así el sistema privado, que "goza de muy buena salud", no está obligado a absorber a los clientes "sensibles" de Masvida; cuando deberían.

Lo que está pasando es grave, se debe cuidar y proteger a los clientes de MásVida y asegurar que el desamparo en que se encuentran, no vuelva a ocurrir. Soluciones hay y … ¿voluntad?

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