No más leseras




No recuerdo bien si fue el lunes o el martes. No tiene importancia. El asunto es que los promotores de una cosa que se autodenomina "No+AFP" salieron a la calle, tempranito, a la hora en que los tacos enloquecen a quienes deben trabajar, para "conmemorar" un año desde que hicieron lo mismo. O sea, salir a la calle.

Por lo que entiendo, la convocatoria fue más bien reducida, pero eso da lo mismo porque estamos acostumbrados a que los organizadores de marchas apliquen enormes factores de multiplicación al momento de informar su estimación de asistentes. Tampoco nos sorprende que eludan responsabilidades cuando las manifestaciones se tornan agresivas. Esos son "infiltrados", nos advierten, así que no cuentan.

Ese día, en una radio, entrevistaron a uno de sus líderes o algo por el estilo. Se trataba de un conocido y longevo dirigente del sector salud. Uno que, por lo que se ha sabido, prefiere vehículos Mercedes o BMW o similar, pero básicamente -no se vaya a entender mal- por estrictas razones de seguridad en su dura tarea de representar los intereses del proletariado chileno.

Dijo que el país no quiere saber más de las AFP. Dijo que había que "regresar" a un modelo de reparto, más justo y equitativo (como si las cajas hubiesen cumplido tales condiciones). Dijo que era un imperativo social. Dijo varias payasadas más. Pero lo más notable fue que se metió con las pensiones de gracia a uniformados. Y habló pestes del sistema que permite a los militares retirarse a los cuarteles de invierno en edad temprana y con ingresos más que razonables. Y que todo eso, así de mezclado, hacia imprescindible terminar con las AFP.

Nota del redactor: Yo estoy de acuerdo en que el modelo de pensiones para uniformados debe ser revisado, en particular porque supone en la actualidad una mochila para el erario fiscal digna de temer. Por sus características, parece evidente que este sector debe tener una condición especial, pero eso no es lo mismo que mantener la situación vigente. Fin de la nota.

Y fue a partir de ese minuto, cuando este dirigente enredó descaradamente la crítica a las AFP con la pensión de los militares, que todo se fue a la punta del cerro. Ya lo sabemos, cuando se trata de atraer incautos, las verdades se convierten en un asunto transable. Pero el dirigente sabe bien que el modelo de los uniformados se parece mucho más al de reparto que al de capitalización individual. Que es objeto de presiones y frágil ante los intentos de apropiación indebida.

Supongo que para quienes hicieron perder millones a los afiliados, llamándolos a cambiarse al fondo E, este "errorcito" en el discurso no es más que un daño menor en su tarea de destruir un sistema y hacerse del botín (entiéndase, los ahorros de todos los chilenos, una vez que pasen a manos del Estado), pero me temo que están confundidos: lo que la gente quiere es aspirar a mejores pensiones, no a que le roben sus fondos.

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