Personas de la tercera edad encabezan tasa de suicidios en Chile
A partir de la IV Encuesta de Calidad de vida en la vejez es que se comienza a visibilizar parte importante de nuestra población, la tercera edad. Esta suele describirse como una época de descanso, reflexión y de oportunidades para hacer cosas que se han postergado, sin embargo el proceso de envejecimiento no es siempre tan idílico. De hecho es una etapa de crisis, de vulnerabilidad sobretodo en términos de la salud mental. La vejez viene acompañada con un deterioro físico importante, con la presencia de un mayor número de enfermedades, con enfrentarse a pérdidas importantes (de pareja, amigos, redes de apoyo, etc.) y cambio en los roles.
La Organización Mundial de la Salud reconoce que más de un 20% de las personas que pasan de los 60 años de edad sufren algún trastorno mental o neural (sin contar los que se manifiestan por cefalea) y el 6,6% de la discapacidad en ese grupo etario se atribuye a trastornos mentales y del sistema nervioso. La demencia y la depresión son los trastornos neuropsiquiátricos más comunes en ese grupo de edad.
Chile es uno de los países que presenta índices más altos de depresión a nivel de la población general y en la tercera edad se encuentra que alrededor de un 5,6% presenta depresión. Específicamente cuando consideramos el suicidio (el cual esta asociado a depresión), la Organización Panamericana de Salud de 2009 advierte que Chile presenta la tasa más alta de América Latina después de Uruguay. De hecho la tasa de suicidios se ha duplicado en los últimos años y esta tasa es liderada por los mayores de 65 años. Entre las principales causas que llevan a los adultos mayores a terminar con su vida están el dolor crónico irrecuperable, una enfermedad terminal o invalidante, los trastornos del sueño, la viudez, el aislamiento y abandono familiar y social.
Las familias o cercanos a un adulto mayor deben estar alertas a algunas de las siguientes señales, considerando al menos 5 de los siguientes síntomas (adaptado de los criterios diagnósticos para episodio depresivo mayor del DSM-IV): ánimo deprimido casi todo el día, marcada disminución del interés o placer en casi todas las actividades, aumento o pérdida importante de peso, insomnia o hipersonmia, sentimientos de inutilidad o culpa excesiva, agitación psicomotora o enlentecimiento, fatiga o pérdida importante de energía, disminución de la capacidad de concentración, pensamientos recurrentes de muerte.
La Depresión es una de las patologías que están cubiertas por AUGE, el cual establece ciertos protocolos para su tratamiento, los cuales incluyen psicoterapia y/o farmacología. A pesar de que el estado ha hecho un esfuerzo en este ámbito, todavía resulta insuficiente ya que la depresión no ha disminuido como se esperaba. Los adultos mayores se encuentran en un periodo de fragilidad tanto física como mental por lo que la forma de aproximarnos a ellos debe ser interdisciplinar y no debe ser de tiempo acotado (como lo plantea el AUGE). Nuestra población envejece (según OMS, entre 2015 y 2050 la proporción de la población mundial mayor de 60 años se multiplicará casi por dos, pasando del 12% al 22%), debemos ser capaces de apoyarlos y acompañarlos en esta etapa, creando o reforzando redes de apoyo, fomentando su autonomía, haciéndolos participes de la sociedad. El reconocimiento, diagnóstico y tratamiento temprano en salud mental puede contrarrestar y prevenir las consecuencias emocionales y físicas de la depresión.








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