Un respetuoso consejo para la señora alcaldesa de Maipú




El argumento ha sido levantado una y otra vez desde la Alcaldía de Maipú, por la jefa comunal y su cuerpo de asesores. Los dirigentes sociales y vecinos que hacen críticas a la gestión de Cathy Barriga serían "operadores políticos", que actuarían movidos por "intereses políticos".

Así se dijo, por ejemplo, cuándo dirigentes sociales y vecinales protestaron a mediados de octubre en el frontis de la Municipalidad por Primera Transversal, frente a la crisis de la basura en la comuna: el administrador municipal, Felipe Contreras, dijo que eran "operadores políticos".

De igual forma ocurrió cuando se cuestionó la realización de un evento masivo para las Fiestas Patrias en un monumento histórico: la edil aseveró que Maipeluza "estuvo a punto de no realizarse por la mala intención y acciones sin fundamento de un grupo pequeño de operadores políticos". En un comunicado de la municipalidad, emitido pocos días antes, se había instalado el mismo argumento.

A comienzos de septiembre, la jefa comunal había deslizado una "imputación" similar, cuando dirigentes mapuches y de comités de allegados irrumpieron en una sesión del Concejo Municipal, reclamando por la falta de respuesta a sus peticiones de audiencia. Poco antes, Barriga dijo también dijo que eran "operadores políticos" los vecinos que criticaban en agosto los términos de la compra de un terreno en el sector El Pajonal.

Mi respetuoso consejo, señora alcaldesa: cambie el argumento. En serio, le aseguro que es lo más apropiado. Más allá del uso reiterativo y majadero que se constata en los ejemplos consignados, existen otras buenas razones. Permítame detallarlas.

En primer lugar, se trata de un caso clásico de "falacia ad hominem". Le explico: en teoría de la lógica, se conoce de esta forma a la falacia o el argumento no válido, que consiste en dar por sentada la falsedad de una afirmación tomando como argumento quién es su emisor. Es falaz porque el cuestionamiento al emisor no prueba nada sobre la falsedad o veracidad de una afirmación.

Por ejemplo, ¿había alguna falsedad en lo denunciado por los dirigentes sociales que protestaron por la crisis de la basura frente al municipio? ¿Acaso no era evidente que los residuos se acumulaban en las calles y los barrios de la comuna, frente a la desesperación de las vecinas y los vecinos? ¿No es cierto que la Municipalidad tiene la responsabilidad ineludible de resolver, con eficiencia y eficacia, la recolección de los deshechos domiciliarios?

Que los denunciantes fueran "operadores políticos" o extraterrestres, ¿influye, aún en mínima medida, en cuestionar la total veracidad y justa razón de los denunciantes?

Por dar otro ejemplo: ¿importaría algo si los denunciantes de Maipeluza hubieran sido "un grupo de operadores políticos", en circunstancias de que su denuncia era justa y verdadera? El Consejo de Monumentos Nacionales, en su resolución sobre el caso, señaló expresa e inequívocamente que se habían iniciado obras e intervenciones en el Monumento Histórico Cerro Primo de Rivera de Maipú y que fueron realizadas sin autorización previa del Consejo, en contravención a lo dispuesto en los Artículos 11 y 12 de la Ley de Monumentos Nacionales. Por ello, solicitó una investigación sumaria "para esclarecer los hechos y definir eventuales responsabilidades administrativas".

La resolución del Consejo de Monumentos Nacionales confirma, por tanto, la denuncia de los dirigentes sociales. Lo que aseveraban era completamente verdadero, al margen que fueran "operadores políticos" o monjes budistas.

La segunda razón que justifica la necesidad de que cambie el argumento es elemental: Cathy Barriga es una política. Es decir, no puede pretender descalificar un contradictor atribuyéndole una supuesta perniciosa característica (la calidad de políticos), cuando esa misma característica define su actual posición en la sociedad.

Me explico. Cathy Barriga es alcaldesa, una autoridad política contemplada en nuestra Constitución Política y el cargo remite a la conducción principal de un órgano político (municipalidad), que forma parte del aparato del Estado (que es la dirección política de la sociedad). A mayor abundamiento, Cathy Barriga llegó a ser alcaldesa luego de ser candidata de un partido político (la UDI), el que integraba una coalición política (que agrupa la derecha política). Su esposo es diputado (otra autoridad política) de la misma fuerza política (la UDI) y ahora postula a la reelección en la misma coalición política de derecha. Además, la alcaldesa ha manifestado públicamente su respaldo a Sebastián Piñera (otro político, aparte de empresario) en su pretensión política de llegar a Presidente de la República (principal autoridad política del país).

Una última razón: la política es la relación que se establece entre el poder del Estado y la sociedad, en circunstancias que el aparato estatal es la forma de conducción de la que se dota una sociedad para organizar su convivencia. Nadie existe al margen de la sociedad y sus relaciones, nadie existe al margen del Estado: luego, nadie está ajeno a la política. El catedrático Eduardo Ortiz anota en su obra "El Estudio de la Política", que "Littré, en su famoso diccionario de 1870, definió la Política como 'la ciencia del gobierno de los Estados'. Robert, autor de otro famoso diccionario publicado en 1962, dice que la política es 'el arte y la práctica del gobierno de las sociedades humanas'. La comparación entre ambas definiciones, separadas en el tiempo por un siglo, no deja de ser interesante porque, si bien ambas centran la atención de la política en el gobierno, la primera lo refiere al Estado y la segunda a las sociedades humanas".

Ya en 1603, Johannes Althusius, filósofo y teólogo protestante alemán, había señalado que "la política es el arte de unir a los seres humanos entre sí para establecer vida social común, cultivarla y conservarla". En coherencia con este punto de vista, Jean–Jacques Rousseau en su obra "Del Contrato Social" proclamaba: "Nacido ciudadano de un Estado libre y miembro del (pueblo) soberano, por débil influencia que pueda tener mi voz en los asuntos públicos, el derecho de votarlos basta para imponerme el deber de instruirme en ellos".

Más allá de toda duda razonable, los dirigentes sociales y vecinales de Maipú tienen la condición de representantes de barrios y organizaciones ciudadanas de la comuna. Por tanto, merecen respeto e inclusión, no pretendidas descalificaciones ni hostigamiento. Que tengan interés en la forma en que se ejerce el gobierno de la municipalidad es digno de todo elogio, es su responsabilidad y sobre todo es su derecho ciudadano. Por ello, le aconsejo respetuosamente que cambie el argumento.

De nada.

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