Sostenedores, colegios y profesores por la inclusión




El 98% de los colegios particulares subvencionados ha apostado por la inclusión, al decidir transformarse en establecimientos sin fines de lucro, lo que muestra que—a pesar de algunos pronósticos catastróficos—las comunidades educativas del país apuestan por la inclusión en vez de la segregación.

La Ley de Inclusión ha sido una potente señal del sentido ético de la educación que es compartido por sostenedores, directores y docentes. Sin duda, esto representa una importante semilla para avanzar en la consolidación de la equidad y calidad del sistema para todos los niños y niñas.

Las buenas nuevas son alentadoras, pero solamente se ha ganado el derecho básico al acceso equitativo a la educación obligatoria consagrada en nuestra Constitución. Haciendo una analogía futbolística, recién entramos a la cancha y ahora toca desempeñarse adecuadamente en el juego, lo que conlleva, al menos, tres desafíos.

El primero tiene que ver con aprender la forma en que la gestión escolar puede aprovechar la diversidad. Actualmente tenemos elevados niveles de segregación económica y académica entre colegios, y debemos estar atentos para que las disminuciones en la segregación entre escuelas no se transformen en segregación entre salas dentro del mismo colegio. La evidencia en Chile indica que la segregación académica entre salas conlleva a una baja en el promedio de los aprendizajes en la escuela, con una pérdida importante entre los estudiantes que están en torno al promedio de logro sin lograr ganancias para los estudiantes de alto y bajo rendimiento (Treviño, Valenzuela y Villalobos, 2016).

El segundo desafío implica que profesores del sistema escolar y la academia debemos trabajar en conjunto para encontrar formas efectivas de enseñanza en contextos de diversidad social. En Chile hemos estado acostumbrados a enfocarnos en la exposición de contenidos curriculares por parte de los profesores sin variar las estrategias de enseñanza para alcanzar a la diversidad de estudiantes en el aula. Avanzar en el desarrollo de modelos pedagógicos efectivos será clave para lograr una educación de calidad con equidad.

Finalmente, aún queda pendiente la ampliación de la inclusión para estudiantes con necesidades educativas especiales permanentes en escuelas regulares. Es claro que, bajo la organización y financiamiento actual, estos estudiantes no tienen los apoyos requeridos en la inmensa mayoría de las escuelas regulares ni las especiales. Será necesario diseñar una política clara para que estos estudiantes reciban la atención requerida, con docentes y equipos de profesionales de apoyo con la capacidad de aprender y perfeccionarse en la forma de atender con especificidad las distintas necesidades especiales de carácter permanente.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.