De un tropezón a la chilena




En el deporte estadounidense existe el concepto del jugador franquicia, una amalgama entre líder, figura y símbolo de un club, sobre el cual se concentra la atención y se espera siempre sea el bombero cuando se presente a apagar los incendios.

En Colo Colo, ese hombre es Esteban Paredes.

Si su payasesco tropiezo cuando enfilaba rumbo al arco en lo primeros minutos del partido puede ser el reflejo de las últimas semanas en Macul, con un técnico ultra cuestionado, un camarín dividido y una presidencia ahogada en malas decisiones y cuestionable administración, la lujosa chilena con que empató transitoriamente el encuentro y encendió a sus compañeros cuando se creía que el golpe de la UC pegaría más duro, es la imagen de lo que puede ser esta escuadra si logra sacudirse del ruido incesante que la rodea, gracias a esa Santísima Trinidad que amenazan ser Paredes, Jaime Valdés y Jorge Valdivia, cuya primera pincelada fue el último gol.

Paredes no fue la figura del Cacique frente a los cruzados. Pajarito y Agustín Orión, y hasta el Mago, se ubican sobre él en el podio de esta Supercopa, cuya trascendencia deportiva podrá ser nula, pero en la que Colo Colo y Pablo Guede se jugaban muchísimo. Sin embargo, su aporte fue esencial, para sí y para el grupo.

Lo que hizo el delantero fue justificar en la cancha las exigencias que hace fuera de ella, utilizando ofertas y declaraciones como medidas de presión para conseguir lo que quiere, sin importar que está a punto de celebrar 37 años.

Paredes pide lo que cree merecer (subjetividad en la que el cielo es el límite) y deja establecido sus razones.

Gana él y gana el equipo.

Es muy posible que a su condición de jugador franquicia no le quede tanto. No tan solo por la edad, sino que porque Valdivia reúne todas las condiciones para relevarlo de esa labor, aunque primero -como ya lo hizo el delantero- debe ratificarlo en el césped.

El título y la buena actuación general, en especial en el segundo tiempo -luego de un primero bastante parejo, con leve inclinación hacia la UC-, no acaban con los problemas inmediatos de Colo Colo.

A mitad de la próxima semana tiene que evitar su propio Alcorconazo frente a La Serena, por Copa Chile. No conseguirlo es drama asegurado en Pedreros y rápido funeral para este 1-4.

Por estos días, en Macul las llamas se apagan una a una.

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