La Villana y el auge del nuevo cine coreano internacional

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Del mismo estudio de Estación zombie, la película de acción se estrena este jueves en Chile.


Los primeros siete minutos de La villana son un festival vertiginoso de acción, artes marciales, violencia y sangre (mucha sangre). Con la cámara puesta en el punto de vista de un personaje, sólo se ven las manos de una mujer que recorre un edificio asesinando a todos a su paso, no sin antes recibir su buena cuota de golpes ella misma. Sólo es hacia el final que la toma se abre y muestra a la ensangrentada protagonista despachando a sus últimos enemigos antes de ser detenida por la policía.

Es quizás la secuela más elaborada y sorprendente de una película que rara vez saca el pie del acelerador durante las dos horas siguientes. La villana es el último fenómeno del cine surcoreano en llegar a la cartelera local (se estrena este jueves). Si bien está promocionada como de "los creadores de Estación zombie", haciendo referencia a otro éxito cinematográfico del país asiático que traspasó fronteras, las películas no comparten ni elenco ni equipo creativo, aunque sí la misma compañía de producción, Next Entertainment World. Eso no quita que haya paralelos entre ambos proyectos: las dos fueron presentadas en Cannes como su primer vistazo al mundo occidental, y ambas realizaron una fuerte campaña de marketing que las ha llevado a ser estrenadas en todo el mundo. Comparten además un coreografiado y elaborado sentido de la acción, aunque en este caso se trata de una historia de venganza en vez de una cinta de terror.

La industria cinematográfica de Corea del Sur, sobre todo con películas de género, no es ajena a exportar sus creaciones al mercado internacional, gracias a directores del nuevo milenio como Park Chan-wook (Oldboy) y Bong Joon-ho (hoy radicado en el cine anglosajón con cintas como Okja), pero películas como La villana han apostado por llegar más allá del tradicional mercado norteamericano, y han formado parte de una creciente camada de cintas surcoreanas que pasan por la cartelera local. El filme ha sido vendido a 115 países durante este año.

Luego de la mencionada secuencia inicial, la protagonista, Sook-hee (Kim Ok-bin) es capturada por una agencia de inteligencia, quienes la chantajean para realizar misiones de asesinatos para ellos, dándole una nueva identidad, con la promesa de que en diez años ella y su hija serán libres. A través de flashbacks, la cinta cuenta la historia de Sook-hee y cómo llegó a convertirse en una letal asesina (explicando el por qué además realizó la masacre del comienzo), con una figura que retorna de su pasado para complicar su presente, en una trama con constantes giros y complejidades en medio de la violencia.

Si Estación zombie fue la representante 2016 de cine surcoreano en la cartelera chilena, y La villana ocupa el mismo lugar este año, 2018 ya fijada tiene su primera exponente del país asiático en salas nacionales: el 29 de marzo se estrena No sigas las voces, cinta de terror que también produce Next Entertainment World, y que ya ha sido vendida a 122 países.

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