Es una de las agrupaciones de música docta más importantes del mundo y se presentó por primera vez en Chile esta semana con dos conciertos en CorpArtes. En su paso por nuestro país, la Orquesta Sinfónica de Londres, dirigida desde 2017 por Simon Rattle, no solo tuvo oportunidad de interpretar las obras de Mahler y Britten, sino que también se reunió con músicos de la Fundación de Orquestas Juveniles (FOJI) y abrieron ensayos al público.

"Creo que el intercambio entre las personas es muy importante. Hoy más que nunca tenemos comunicaciones internacionales, pero no tenemos entendimiento internacional, y la música es una lengua común", señala Kathryn McDowell (1959), directora general de la Orquesta Sinfónica de Londres desde 2005.

Más allá de los conciertos, ese trabajo de extensión en cada país que visitan es parte fundamental del trabajo de la orquesta como una manera de acercar su música al público y a los jóvenes músicos en formación. "Para nosotros la oportunidad de compartir esa música es muy importante y esperamos que podamos conectar con gente de diferentes culturas a través de la música", añade McDowell, quién acompañó a la orquesta en su paso por Chile.

-¿Qué tan diferentes son los públicos de Europa y América Latina?

-Creo que las audiencias en todas partes reflejan las comunidades de donde vienen, pero lo genial de compartir música es que esas diferencias se hacen una, porque estás celebrando la música. Queremos trabajar con diferentes tipos de personas. En Londres, a veces tenemos conciertos gratuitos al aire libre, trabajamos con muchos jóvenes en toda la comunidad, es una gran parte de nuestro trabajo. Y cuando estamos de gira, podemos aportar algo de ese trabajo. También estamos encantados de conocer a muchos de los músicos locales y compartir nuestra creación musical y nuestro enfoque para trabajar en la comunidad.

-¿Cómo ha cambiado la orquesta desde que llegó Simón Rattle?

-Se sintió de lo más natural para él convertirse en el director musical de esta orquesta. Él creció en Liverpool, dirigió en Birmingham por muchos años, y luego fue a Alemania donde tuvo gran éxito con la Orquesta Filarmónica de Berlín. Pero se siente como volver a casa. La Orquesta Sinfónica de Londres es brillante, muy rápida y a él le gusta esa energía. Pero él está trabajando mucho en el sonido de la orquesta para conseguir que nuestras raíces se adentren en la creación musical.

-La Orquesta Sinfónica de Londres se financia por conciertos y grabaciones, no tienen salarios fijos. ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de este sistema?

-Nuestros miembros son pagados por servicio, pero saben que tienen una expectativa sobre la cantidad de trabajo. Tenemos músicos, pero también personas con habilidades de negocios y juntos hacemos una empresa exitosa. Hace 20 años el mercado discográfico estaba cambiando y había menos grabaciones de orquestas, así que la Orquesta Sinfónica de Londres decidió establecer su propio sello, LSO Live, para hacer grabaciones, poner eso en el mercado y luego otorgarle regalías a los músicos. Durante esta gira lanzamos una campaña en América Latina para promover LSO en vivo. Y así tenemos una campaña en Spotify, Deezer y en Youtube.

-¿Cuáles son los principales desafíos para la orquesta en el futuro?

-Los desafíos nunca cambian y tenemos que seguir siendo lo mejor que podamos ser. Queremos llegar a la mayor cantidad de gente posible con nuestra música en Londres y conciertos en todo el mundo, pero también tratar de llegar a ellos a través de nuestro programa digital en LSO Live, en Spotify, Youtube y Deezer. También queremos entrar en nuestras raíces en la comunidad con la que estamos trabajando. Poder trabajar hoy con las orquestas juveniles chilenas es un orgullo para nosotros, pero en casa trabajar con jóvenes de todo Londres y de entornos desfavorecidos es una parte muy importante de nuestro trabajo para dar a las personas una oportunidad a través de la música.