"Desde que comencé a hacer películas hace 50 años, por alguna razón, siempre tuve un público muy cálido y cariñoso en Europa. Incluso cuando mis películas no fueron tan bien recibidas en los Estados Unidos, siempre en Italia, Francia y Alemania recibieron mis películas bien", afirmó este martes el cineasta Woody Allen, en una conferencia de prensa antes del estreno, este sábado en La Scala de Milán, de su versión escénica de la ópera cómica Gianni Schicchi, de Puccini.
La pieza debutó en 2008 con buenas críticas y se volvió a presentar en 2015, de la mano de Plácido Domingo, en la ópera de Los Angeles; todo eso antes de que se encendiera otra vez la polémica en torno al director de 83 años. Dos años después, en 2017, Dylan Farrow, la hija que adoptó con la actriz Mía Farrow, volvió a acusar a Allen de conducta sexual inapropiada cuando ella era una niña. La denuncia se generó en medio del surgimiento del movimiento #MeToo en Hollywood y aunque no hubo cargos penales contra el director, sí afectó su imagen pública como nunca antes y ex colaboradores de la talla de Natalie Portman, Ellen Page y Colin Firth se pronunciaron en su contra.
La relación entre Allen y la industria se tensó de tal manera que Amazon decidió no estrenar ni distribuir A rainy day in New York, su filme de ese año y cortó los lazos con el director, a pesar de que el estudio tenía un contrato con él por otras cuatro películas. Hasta hoy Allen mantiene una demanda por US$ 60 millones contra la empresa. Más aún, debido a la misma controversia, los actores de la película, Timothée Chalamet, Rebecca Hall y Griffin Newman donaron sus salarios a organizaciones sin fines de lucro como RAINN y Time's Up, ambas contra el acoso sexual.

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Woody Allen dirigiendo la ópera Gianni Schicchi en 2015.[/caption]

Woody Allen ha quedado tan golpeado que incluso este año salió a la luz que el libro de memorias que escribió el director ha sido rechazado por al menos cuatro editoriales, según un artículo de The New York Times. Quince años atrás, Penguin le ofreció editarlas por US$ 2 millones y medio, pero él rechazó la propuesta.

Lejos de EEUU

Frente a la tempestad que sufre su carrera en Hollywood, Allen ha encontrado varios aliados en Europa, donde la industria aún lo apoya. Tras el distanciamiento con Amazon, un distribuidor italiano tomó A rainy day in New York y fijó su fecha de estreno comercial para el 3 de octubre en ese país, además de distribuirla en China, Japón, Corea del Sur, Rusia y Alemania. También se rumoreó que desde el Festival de Venecia están requiriendo A rainy day in New York para su edición del 29 de agosto al 9 de septiembre en el Lido y que coincidiría con la proyección de la nueva cinta An officer and a spy de Roman Polanski. Este último abandonó EEUU hace ya cuatro décadas después de ser  acusado de violar a una menor de edad en 1977. El eventual encuentro de ambos cineastas prometería controversia.

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A rainy days in New York, la película que puso en disputa a Allen y Amazon se estrenará en octubre en Europa.[/caption]

Por su lado, Allen también acaba de aceptar un nuevo contrato con la productora española Mediapro, de Jaime Roures, quien ya le financió Vicky Cristina Barcelona y Medianoche en París. La siguiente película conocida bajo el nombre tentativo de WASP2019 se rodará efectivamente en España, en San Sebastián, y será una comedia romántica que seguirá a una pareja que asistirá al Festival de Cine de San Sebastián "viviendo toda la magia y glamour que lo envuelve" y en el que terminarán liándose con otras personas.

Por su lado, Allen también acaba de aceptar un nuevo contrato con la productora española Mediapro, de Jaime Roures, quien ya le financió Vicky Cristina Barcelona y Medianoche en París. La siguiente película conocida bajo el nombre tentativo de WASP2019 se rodará efectivamente en España, en San Sebastián, y será una comedia romántica que seguirá a una pareja que asistirá al Festival de Cine de San Sebastián "viviendo toda la magia y glamour que lo envuelve" y en el que terminarán liándose con otras personas. 

El filme, que sería el número 51 de su carrera, ya tiene parte del elenco definido con los actores europeos Christoph Waltz, Elena Anaya y Louis Garrel y los estadounidenses Gina Gershon, Wallace Shawn, quienes ya trabajaron con Allen en Manhattan y Días de radio. Shawn especialmente ha sido un defensor del director a lo largo de los años, incluso escribiendo un artículo para Los Angeles Times.

Pero Allen no sólo se refugia en Europa para mantener a flote su carrera cinematográfica. Aficionado al jazz desde siempre, el director de Annie Hall y Match Point, realizó una gira hace pocas semanas a tablero vuelto en España -Bilbao, Barcelona y Madrid- con The Eddy Davis New Orleans Jazz Band, grupo donde el cineasta toca el clarinete. 

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El cineasta en su faceta de clarinetista en su New Orleands Jazz Band.[/caption]

Y ahora hace su  publicitado estreno en La Scala de Milán con Gianni Schicchi, una historia que transcurre en uno de los actos de la Divina Comedia de Dante y donde el personaje central confabula para quedarse con la fortuna de un millonario muerto.
"Tengo una debilidad por las personas que viven al margen de la sociedad y un poco fuera de la ley, así que tengo un gran afecto por Gianni Schicchi", dijo Allen en la conferencia de prensa. "No lo pondría en el infierno al final de la película. Lo retiraría con una buena pensión y lo dejaría ir y llevar una vida muy feliz en el país".