Edwidge Danticat: “Los inmigrantes no son solo soñadores sino también creadores”

Nacida en Haití y radicada en Estados Unidos, la autora era la invitada de marzo de la Cátedra Bolaño de la UDP. Ganadora del premio de la crítica, acá habla sobre su único libro en español, Crear en peligro.


Edwidge Danticat responde la segunda parte de esta entrevista desde Miami, donde vive con su suegra de 85, esposo y dos hijas. “Mis más sinceras condolencias a todos en Chile que han perdido seres queridos durante este momento tan difícil, incluidas las personas originarias de Haití”, dice Danticat.

La primera parte de esta entrevista, realizada meses atrás, tenía como razón su visita a Chile: Danticat participaría en la Cátedra Abierta en homenaje a Roberto Bolaño, de la Universidad Diego Portales. Esto para presentar su libro Crear en peligro: El trabajo del artista migrante (publicado por editorial Banda y traducido por Lucía Stecher y Thomas Rothe).

La segunda parte de esta entrevista, por supuesto, fue posterior. Sucedió una vez su visita a Chile se canceló, o suspendió (“espero que algún día, cuando todo esto termine, mi familia y yo podamos visitarlos”). Así también fue posterior a la muerte de George Floyd y las protestas en contra del racismo en Estados Unidos. “Me da esperanza ver a tantos jóvenes en esas manifestaciones, jóvenes de todas las razas, colores y nacionalidades”, dice.

Edwidge Danticat nació en Haití, en 1969, durante la dictadura de François “Papa Doc” Duvalier. Cuenta que pasó su infancia oyendo historias sobre escritores que intentaron “crear peligrosamente” y que por ello fueron arrestados o asesinados. Desde los 12 años que vive en Estados Unidos. Actualmente trabaja como profesora de escritura creativa y a principio de año ganó el National Book Critics Circle Awards por su último libro de relatos: Everything Inside.

Crear en peligro es uno de los pocos libros de Danticat traducidos al español (editorial Norma publicó otros en su momento). Contiene una lectura que dio en la Universidad de Princeton, en la cátedra Toni Morrison (“¡ella estaba en primera fila!”), así como otros ensayos donde, a partir de una idea de Albert Camus, explora temas como arte, migración y violencia.

“Significa crear libremente y asumir riesgos en el trabajo”, dice Danticat sobre el término crear peligrosamente. “No significa insultar a otras personas o hacer comentarios despectivos, sino arriesgarse ya sea en estructura, forma o en el tema. También significa decir la verdad y decirle la verdad al poder. Por supuesto, es posible que se opongan a ti y te critiquen, incluso amenacen. Ese riesgo siempre está ahí”.

Crear en peligro explora varias ideas; dos de ellas son la inmigración y la creatividad. Y en cierto modo cada inmigrante es un creador ya que debe crearse una nueva vida. ¿Ha sido tu caso?

Yo era demasiado joven cuando llegué a los Estados Unidos, así que no era consciente en absoluto de esto. La elección de inmigrar no fue mía, sino que tomada para mí. Y desde entonces el camino de mi vida siguió un patrón de inmigración muy típico (por lo menos en mi parte del mundo). Mi padre dejó Haití durante la dictadura y buscó trabajo, en 1971, en Estados Unidos, cuando yo tenía dos años. Luego mi madre viajó para unírsele cuando yo tenía cuatro años. Por eso yo crecí con mi tía y mi tío. Mis padres trataron de acomodar sus vidas para que mis hermanos y yo pudiéramos tener un tipo de vida diferente, una vida algo más “fácil”, digamos. Ellos estaban a cargo de la parte creativa de nuestra inmigración.

En un ensayo de este libro te refieres a ese momento en que alguien comienza a “leer peligrosamente”. ¿Recuerdas ese momento?

Nunca leí peligrosamente como lo hicieron algunos durante la dictadura en Haití, tal como escribo en ese ensayo. Cuando era niña tenía un acceso muy limitado a los libros, así que nunca existió ese peligro. Aunque sí provengo de país donde era peligroso tanto para los lectores como para los escritores leer o escribir ciertas cosas. Soy consciente de que todavía hay muchos lugares en el mundo en que los escritores son censurados o castigados y los lectores no pueden tener acceso a sus libros. Intento leer lo más ampliamente posible y cada vez que encuentro algo que me gusta me doy cuenta de qué privilegio es eso. Lo mismo cuando escribo. Nunca doy por sentado que pueda escribir algo con total libertad.

¿Cuáles eran esos libros que leías en ese momento, que aún permanecen en tu biblioteca, y que te parecen igual de peligrosos que entonces?

Diría que los libros más “peligrosos” en mi estante son los de Marie Vieux Chauvet, a quien, por ejemplo, se le dijo que toda su familia sería asesinada si su libro Amour, Colère, Folie se publicaba en Haití durante la dictadura. Jacques Stephen Alexis fue asesinado y desapareció después de regresar de un viaje al extranjero también durante la dictadura. Su novela, Compère General Soleil, inspiró en parte mi novela Cosecha de huesos. Esos escritores siempre están conmigo.

Eres parte de una cultura hegemónica (Estados Unidos), así como de una cultura supuestamente periférica (Haití), y, de alguna manera, en este libro intenta unirlas, ¿no?

Espero que este libro, y otros, ofrezcan una versión matizada de la cultura haitiana para los que no están familiarizados con Haití. En general, las personas tienen ideas muy limitadas y limitadas sobre nosotros y no son conscientes de que tenemos, entre otras cosas, literatura, artes visuales y música maravillosa. Lo poco que se sabe de Haití es sobre tragedias y sus problemas políticos, pero hay mucho más para explorar. Las culturas hegemónicas a menudo dan forma a las narrativas de las periferias en base a sus propios estereotipos. Los que vivimos entre ambos mundos tenemos que luchar constantemente contra la eliminación y la estigmatización de las culturas de las que venimos, especialmente en estos tiempos en que los inmigrantes son difamados en casi todas partes, incluido Estados Unidos.

¿Sabes algo sobre la población haitiana en Chile?

Como muchos en la diáspora haitiana, he seguido la migración haitiana a Chile con gran interés, ya que es la más reciente de nuestras migraciones. Muchos haitianos ahora tienen al menos un miembro de la familia en Chile, junto con los Estados Unidos y Canadá, y también recientemente Brasil. Ha habido libros y películas sobre el tema que me parecen interesantes y que me dejaron con ganas de más. Esta es una de las muchas razones por las que me alegro de que este libro se publique en Chile. Y por supuesto que también hemos estado animando a Jean Beausejour durante años. De hecho, la aldea ancestral de mi padre en Haití se llama Beausejour, por lo que siempre lo he sentido como un familiar más.

¿Y qué puedes decirles a los haitianos en Chile sobre lo que los libros y las historias en general pueden aportar a sus vidas de inmigrantes?

Los haitianos son grandes narradores. Contamos historias, no solo en libros, sino también a través de bromas y canciones. Y estas historias son necesarias en los lugares donde terminamos viviendo. Esto para que nuestros anfitriones sepan quiénes somos. Estoy muy interesada, por ejemplo, en ver el tipo de arte florecerá en la comunidad haitiana que vive en Chile. ¿Qué tipo de creaciones artísticas surgirán de la fusión de estas dos culturas? Por mucho tiempo los haitianos han migrado debido a las dificultades en nuestro país. Algunas de las mismas cosas que llevaron a mis padres a emigrar son las que hoy están llevando a algunos haitianos a Chile: pobreza, inestabilidad política, etc. Todo aquel que abandona su hogar y trata de inventarse una nueva vida es alguien extremadamente valiente. Los inmigrantes no son solo soñadores sino también creadores. No solo se están cuidando a sí mismos, sino también a las personas que dejaron en casa. Por eso mi mensaje es que se mantengan esperanzados y que sigan construyendo una vida. Al principio las cosas pueden ser difíciles, pero hay que tener esperanza de que mejorarán.

¿Qué significa crear peligrosamente en nuestros tiempos de pandemia y de protestas?

Crear peligrosamente, hoy, es simplemente crear. Estamos en un entorno en el que potencialmente nos ponemos en riesgo cuando salimos. El aire es una amenaza y, en el caso de George Floyd, quien luego se descubrió que tenía el virus, aquellos que representan al Estado también lo pueden ser. Es un momento complejo en el que uno puede pensar que el trabajo de un artista es inútil. No es así. Siempre recuerdo lo que Toni Morrison dijo alguna vez: “Este es precisamente el momento en que los artistas deben trabajar. No hay tiempo para desesperarse, no hay lugar para la autocompasión, no hay necesidad de silencio, no hay espacio para el miedo. Hablemos, escribamos, creemos lenguajes. Así es como las civilizaciones se sanan”. Esa es una buena definición de crear peligrosamente en estos días.

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