Fue una tradición iniciada por Beverly Hills 90210; la de contar las historias de los pobres niños ricos. Los dramas de cómo vive y sufre la juventud del 1%. Sus fiestas, excesos, dramas, lujos, romances ocultos y enamoramientos no correspondidos.

The O.C. fue la serie que después tomó el relevo, pero la que lo hizo mejor fue la tercera: Gossip girl. El drama de 2007 -que supuestamente volverá a las pantallas el próximo año- se centró en la elite neoyorquina dándole una voz narradora y también opinante a un personaje anónimo. La mismísima “Chica de los rumores”, quien escribía una columna online revelando los secretos más ocultos de los protagonistas.

Trece años después de esa serie, hay una nueva encargada de que los chismes salgan a la luz. La voz es nada menos que la de Julie Andrews, quien va contando lo que ocurre en Bridgerton, el estreno navideño de Netflix y la primera serie de la productora de Shonda Rhimes (Grey’s anatomy) para esa plataforma.

La historia sucede en un Londres de inicios del siglo XIX con algunas libertades creativas. Porque están los bailes de salón, los vestidos esperables y los carruajes, pero también una refrescante renovación del típico elenco, al incluir entre sus protagonistas a personas de distintas razas, imaginando una sociedad en que las conocidas diferencias ya habían sido superadas. Además, en una forma de acercar estos personajes a la juventud de hoy, entre las melodías aparecen reconocibles canciones de artistas como Ariana Grande y Taylor Swift, reinterpretadas al modo de los inicios del 1800.

Ese es el contexto en el que viven los Bridgerton, una familia de alta sociedad y cuya hija mayor es Daphne (Phoebe Dynevor), quien ya está en edad de encontrar un marido, lo que implica que desde ese momento esa será su única misión en la vida. Ir a los bailes, recibir las visitas, si tiene suerte enamorarse y si no al menos comprometerse con un soltero apropiado.

Cuando pasan los días y esto no ha sucedido, Daphne llega a un acuerdo con el Duque de Hastings (Regé-Jean Page) de que se mostrarán como que estuvieran interesados el uno en el otro. Así, ella se verá más atractiva para otros candidatos y él dejará de ser acosado por las madres de todas las chicas solteras de la alta sociedad.

Con varias historias secundarias sucediendo al mismo tiempo, Bridgerton es una serie entretenida y fresca, que además gana en ritmo gracias a la voz narradora que sólo se conoce como Lady Whistledown, y que es un elemento central ya que es su boletín de chismes el que muchas veces hace que la historia avance.

Se trata de un drama que al mismo tiempo que entrega una mirada crítica del rol de la mujer y la poca libertad en general de las personas para decidir su destino, muestra intensos romances, momentos de comedia y le da al espectador una oportunidad de escape a un mundo que poco se acerca al de la realidad actual.

Es una trama que se mueve de manera ágil, con varias historias sucediendo al mismo tiempo, con momentos de alto melodrama y también conflictos que se resuelven rápidamente. Sin duda una buena apuesta para días de fines de semana largo, donde se pueden ver varios episodios de una sentada antes de volver a la realidad.