Pat Hitchcock, actriz y única hija de Alfred Hitchcock, muere a los 93 años

Pánico en la escena, Pacto siniestro y Psicosis fueron algunos de los filmes de su padre en los que participó la artista británica, única hija de la leyenda del cine y de la editora Alma Reville, quien desde niña soñó con ser actriz de Hollywood.


Pat Hitchcock, la única hija del legendario cineasta Alfred Hitchcock y actriz en algunos de los thrillers de su padre, falleció a los 93 años, según consignan esta mañana diversos medios especializados del Hemisferio Norte. 

Su hija menor, la ejecutiva de Amblin Katie Fiala, detalló que su madre murió el lunes pasado en su casa en Thousand Oaks, California, señala hoy The Hollywood Reporter.

Nacida en Londres en 1928 como Patricia Alma O’Connell, la hija de Hitchcock y de la editora y guionista Alma Reville (estuvieron casados durante 54 años), se mudó a Los Angeles junto a sus padres a los diez años y desde pequeña ya soñaba con ser actriz de Hollywood.

Después de interpretar a adolescentes en un par de comedias de Broadway de la década de 1940, su primer rol en cine fue el de Chubby Bannister, una compañera de clase de la Royal Academy of Dramatic Arts del personaje de Jane Wyman en Pánico en la escena (Stage Fright, 1950).

También apareció en 10 episodios de la serie de CBS Alfred Hitchcock Presenta, entre 1955 y 1960. “Siempre que necesitaban una criada con acento inglés me llamaban”, le dijo a The Washington Post en 1984. Su papel más destacado, eso sí, fue en Pacto siniestro (Strangers on a train, 1951), como Barbara Morton, la hermana menor del personaje de Ruth Roman.

Para la posteridad quedará también su participación en la clásico Psicosis (1960). Allí, Hitchcock aparece al comienzo del metraje como la oficinista Caroline, quien le comparte unos tranquilizantes a Marion Crane (Janet Leigh).

En una entrevista de 2004 para el sitio web de la Academia, Pat Hitchcock habló sobre trabajar con su padre y señaló: “No había nada inusual en ello. Al igual que con [cualquier otro actor] discutíamos la escena y la hacíamos. No probamos cosas “.

”Estaba muy unida a mi padre”, añadió entonces, hablando sobre su infancia y adolescencia. “Solía llevarme todos los sábados, de compras y almorzar. Los domingos, me llevaba a la iglesia con regularidad, hasta que pude conducir. Luego yo lo llevaría a la iglesia con regularidad. Es por su diligencia que mi religión es tan fuerte hoy”.

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