Otro día, otra derrota. En la ANFP pensaban que ayer se iban a dar por cerradas las competencias locales, armó sobre la hora una oferta de campeonato para 2020 y, finalmente, se vio obligada a buscar el regreso del fútbol chileno para los próximos días. Contra una mayoría de clubes que está en desacuerdo con la decisión y contra un Sindicato de Futbolistas que no transa en su postura no jugar sin garantías.

El complicado Sebastián Moreno partió el día a las 8.30 en la Intendencia Metropolitana. Quería agotar la última opción de sellar condiciones de seguridad óptimas, para llegar con buenas noticias al Consejo de Presidentes que partió cerca de las 11 en Quilín. La respuesta bajó algunos grados el pesimismo que reinaba el lunes, pues la autoridad se comprometió a entregar un mayor contingente policial.

Pese a la buena recepción, en la cúpula del fútbol chileno sabían que la opción del retorno estaba más que complicada. Y eso fue lo que se planteó a los representantes de los clubes. Los dirigentes de los equipos tomaron la palabra y uno a uno fueron entregando su visión del duro escenario. Deportes Iquique, por ejemplo, relató las dificultades que ha enfrentado, de organización y por ataques de la barra brava celeste.

En su turno frente al plenario, Aníbal Mosa, timonel de Colo Colo, dio pistas de lo que se vendría: "Tenemos que ser cuidadosos respecto de la idea de suspender o jugar, ante la amenaza de estos grupos anarquistas, que no sabemos quién los está financiando".

En la interna de los presidentes había una fuerte división sobre la posibilidad de terminar por secretaría con los torneos. Dominaba la idea de no seguir. Incluso, la directiva de la asociación había elaborado un plan de contingencia. Se propuso eliminar los descensos este año y armar una Superliga con 32 equipos para 2020 (ver página 24) y la primera respuesta fue una bofetada de críticas, lideradas por Victoriano Cerda, mandamás de Huachipato. "Perdonen el vocabulario, pero lo que acaban de presentar es una huevada", fue el reclamo que lanzó Cerda, según uno de los presentes. El rechazo fue generalizado, justo antes del almuerzo, espacio en que la ANFP le dio algunos retoques al plan.

Después de una hora y media, Rodrigo Robles, gerente de ligas, exhibió nuevamente el plan Superliga 2020, esta vez con coeficiente de descenso, el gran pero que tenía la propuesta original. Después de la presentación, se procedió al sufragio. Primero había que votar jugar o parar y recién después, un nuevo formato de torneo.

Lo segundo no fue necesario, puesto que la opción de continuar el campeonato se impuso. No por mayoría, sino por falta de quórum. Los estatutos exigen un apoyo mínimo de 4/5 para ejecutar una medida de esta envergadura. De los 48 votos totales (los de Primera División valen doble), 34 se inclinaron por cerrar el año, 13 por seguir adelante y uno (Deportes Temuco) no participó del plebiscito. No se alcanzó la cuota.

Entre los ocho clubes que frenaron el fin del fútbol, según reveló Deportes Iquique, destacaron Universidad Católica, Palestino, Unión Española y Santiago Wanderers. A favor de cerrar, estaban Colo Colo y la U. En ese sentido, saliendo del consejo, Mosa volvió a criticar: "Hay que jugar igual porque hoy hay unas bases que son leoninas y que no muestran la democracia dentro de la ANFP (...) No están las condiciones de seguridad para continuar con el campeonato. El país está viviendo situaciones que son complicadas, lo mejor era suspender". Entre los presidentes hubo mucha molestia por la publicación realizada por los iquiqueños.

Así quedó el balompié nacional. Dividido y con un plan alternativo despreciado. Ni siquiera las buenas noticias desde la Conmebol (que extenderá el plazo a Chile para la inscripción de sus equipos en las copas) y el CDF (que se comprometió a mantener los flujos para los clubes), alivianaron la carga y la tensión.

El rechazo a jugar del Sifup, que se dio horas después del resultado en la ANFP, fue otro golpe. Moreno y Gamadiel García, presidente del sindicato, se reunieron anoche y a la salida, el abogado comentó: "Tenemos el mandato del consejo de presidentes. Tenemos un quórum altísimo para tomar este decisiones y nosotros nos hacemos cargo de eso, para cambiarlos en el futuro".

Responsabilidad

Moreno expuso que la misión es unirse, pero reconoció que "hay una realidad de la que el fútbol no puede estar ajeno (...) Nuestra única misión es sacar esto adelante, con el más alto sentido de responsabilidad".

Finalmente, el timonel del fútbol expuso que "esto no se trata de confrontar a los clubes con los jugadores. Las soluciones también pasan por un análisis de no jugar, entendiendo la realidad".