Una semana de descanso, en la mayoría de los casos, hubo en el Mundial de rugby, que mañana muy temprano se reanuda, con la disputa de los primeros partidos de cuartos de final.

En Oita, Inglaterra y Australia se medirán en un choque dejará afuera a un favorito. Los británicos llegan con tres triunfos y un duelo suspendido, es decir, descansará 14 días. Los wallabies, con solo siete días desde el último partido, perdió ante Gales en la primera ronda. Encima, los de la Rosa han ganado las últimas seis ocasiones en las que se ha enfrentado. "Mirar para atrás sólo les dará dolor de cuello", estima el entrenador de Australia, Michael Cheika. "Tenemos un registro excepcional. El partido lo hemos preparado durante dos semanas", afirmó el DT de Inglaterra, el también australiano Eddie Jones.

El otro compromiso de mañana, en Tokio, enfrentará a Nueva Zelanda e Irlanda. Los All Blacks también llegan descansados, obra del tifón Hagibis, pues no juegan desde el domingo 6. Steve Hansen, entrenador de los oceánicos, aseguró que "Irlanda es un equipo de calidad, que llegó a estar en el número uno del ránking mundial este año". Hoy lo es Nueva Zelanda.

Los cuartos de final del domingo enfrentarán primero a Gales con Francia, en Oita, dos equipos que no han perdido en este torneo.

La ronda de se cerrará en la capital con el duelo entre Sudáfrica y el local, la revelación de este torneo, que por primera vez accede a esta fase y que solo cosecha victorias.

Lo dice el presidente de World Rugby, Bill Beamount: "Estamos ante unos cuartos de final apasionantes".