Sebastián Méndez, técnico de Palestino, y Pablo Lenci, ayudante de Francisco Bozán en la banca de Universidad de Concepción recibieron una dura sanción de parte del Tribunal de Disciplina por la áspera discusión que sostuvieron en el partido del viernes, en el estadio Municipal penquista: ambos no podrán estar en sus respectivas bancas durante las próximas dos fechas.

Avanzado el primer tiempo del compromiso, ambos entrenadores se amenazaron y llegaron a prometerse golpes. La situación fue advertida por el cuarto árbitro, Cristián Andaur. Al final del lapso, el juez Roberto Tobar les notificó de que tendrían que ver la fracción restante desde la tribuna.

Posteriormente, el árbitro incluyó la incidencia en el informe que entregó al Tribunal, que dictaminó la sentencia.