Universidad Católica es un líder atípico. No juega bien, respeta demasiado a los rivales, marca pocos goles y es mezquino. Sin embargo, tiene dos grandes virtudes: la solidez defensiva y la efectividad en el ataque. Una fórmula opaca, que le alcanza para estar en la cima del Campeonato Nacional, pero no para brillar ni enamorar.

Pudo haberle ganado anoche a San Luis, en Quillota, pero no quiso. O, mejor dicho, su técnico Beñat San José no quiso. El DT simplemente fue a buscar el empate y el 1-1 definitivo lo dejó satisfecho. De haber tenido más ambición, la historia sería distinta.

Prueba de ello es que la UC no se creó ninguna ocasión de peligro en el primer tiempo. Ninguna. El equipo estudiantil fue un fantasma en el Lucio Fariña.

La explicación para ese paupérrimo desempeño era simple. De partida, San José cambió el esquema habitual: de 4-3-3 pasó a un 4-4-2. La variación era demasiado cautelosa para enfrentar a un equipo que está en la parte baja de la tabla. El miedo a la cancha sintética influyó en el planteamiento. No fue lo único, porque el español dejó en la banca a Diego Buonanotte, con el fin de sumar a César Fuentes en la contención, mientras que también se decidió por el ariete cubano César Münder, de 18 años, en vez de incluir a goleador David Llanos desde el inicio.

Como era de esperar, Católica salió replegada y cuando intentó atacar lamentó la ausencia de un 10. El Enano era suplente y Diego Rojas no estaba citado por decisión técnica. El desorden hizo que Luciano Aued las hiciera de creador.

Los canarios aprovecharon la confusión de la visita y rápidamente comenzaron a atacar por las bandas, con Ignacio Lara como estandarte, haciendo sufrir a los laterales Cristián Álvarez y Raimundo Rebolledo.

A través de pelotas aéreas, principalmente, los pupilos de Miguel Ramírez transformaron en figura a Dituro. Lanaro, en el área chica, y Rebolledo, en la línea, también se lucieron despejando el balón cuando parecía que se abría la cuenta. ¿Católica? Bien, gracias.

Se esperaba que San José hiciera cambios en el entretiempo, pero nada. Y nada cambió tampoco con respecto al juego estudiantil. Los locales mantuvieron el protagonismo ante una replegada y defensiva oncena de la franja.

La superioridad canaria tuvo su premio a los 51', a través de un cabezazo de Caballero. Ventaja merecida, porque era el único equipo con intención de ir al frente.

Recién ahí el puntero esbozó una reacción, sin mucho fútbol, pero con ganas, al menos. Los cruzados dejaron atrás la mezquindad y, por primera vez en todo el partido, presionaron la salida canaria.

El cambio de actitud coincidió con el adelanto de las líneas. Lo que debió hacer el equipo capitalino desde un principio lo hizo sólo cuando estuvo en desventaja. Y así consiguió el empate. Un centro pasado del Huaso encontró solo a Carlos Lobos (59'), que fusiló a Ignacio González. Luego, el partido se trabó y no hubo ocasiones de real peligro.

La UC se demoró una hora en acordarse de jugar. Aun así, le bastó para sumar un punto que le sirve para mantenerse como líder solitario, pero no para satisfacer el exigente paladar de sus hinchas.

San Luis: I. González 5; A. Robles 5, G. Sepúlveda 5, J. Rojas 5; B. Sagredo 4, C. Moya 4, G. Martínez 5 (78', R. González -), I. Lara 5; C. Bravo 4 (46', L. Compagnucci 4), M. Caballero 5, C. Escobar 4. DT: M. Ramírez 5.

U. Católica: M. Dituro 5; C. Álvarez 5, G. Lanaro 5, B. Kuscevic 4, R. Rebolledo 5; J. P. Fuenzalida 5, C. Fuentes 4, L. Aued 5, C. Lobos 5 (68', S. Magnasco 4); A. Vilches 2 (81', D. Llanos -), C. Münder 4 (73', F. Cordero -). DT: B. San José 4.

Goles: 1-0, 51', Caballero, de cabeza (SL); 1-1, 59', Lobos, remate de derecha dentro del área (UC);

Árbitro: Christian Rojas 5. Amonestó a Robles (SL); Álvarez, Kuscevic y Rebolledo (UC).

Estadio Lucio Fariña. Asistieron 4.812 personas.