El 1 de noviembre de 2010, con la entrada del grupo Luksic a su propiedad, Canal 13 inició un proceso de privatización que culminaría siete años después, cuando la Pontificia Universidad Católica de Chile anunció la venta de su 33% restante de propiedad a dicho consorcio.

La llegada del grupo a Inés Matte Urrejola coincidió con diversas transformaciones que ha experimentado la estación, entre ellas, la de una tradición histórica: en los últimos nueve años, la señal ha sufrido nueve cambios en su dirección ejecutiva. Siete desde la llegada formal de Luksic al canal. Un número alto, si se considera que en sus cinco décadas previas de historias sólo once personas ocuparon ese puesto.

Tras la renuncia de la periodista Mercedes Ducci a dicho cargo, en enero de 2010, por las bajas cifras de audiencia de Canal 13, seguida de un periodo de interinato de Jorge Herrera, fue Marcelo von Chrismar quien ocupaba la dirección ejecutivo al momento de la llegada de Andrónico Luksic a la televisora.

En noviembre de ese mismo año, tras la primera reunión de la entonces nueva sociedad controladora del canal, el administrador público y ex director de gestión de TVN, David Belmar, fue nombrado como nuevo mandamás de la estación en reemplazo de Von Chrismar.

Fue el último director ejecutivo que estuvo más de tres años en el cargo: en 2014 asumió dicho puesto -además del de gerente general- Rodrigo Terré Fontbona, sobrino de Iris Fontbona, viuda de Andrónico Luksic Abaroa. Terré, estrecho colaborador de Andrónico Luksic (es su primo político) y considerado uno de los "hombres fuertes" de los negocios del grupo, fue sucedido ese mismo año por  Luis Hernan Browne Monckeberg, aunque se ha mantenido desde entonces en el directorio del canal.

Tras solo cinco meses, Browne fue sacado del cargo y asumió en su reemplazo el periodista Cristián Bofill, que en ese momento ejercía como director del área de prensa de Canal 13. Menos de dos años después, éste salió y asumó su colega Alejandra Pérez, quien previamente se desempeñó como gerente de comunicaciones de la televisora.

Al año siguiente, Pérez pasó a la presidencia del directorio (tras la renuncia de René Cortázar) y la dirección ejecutiva quedó en manos de Urrutia, quien venía de siete años ocupando el mismo cargo en La Red.