Durante esta jornada, la defensa de los exfuncionarios del Gope, Raúl Ávila,Patricio Sepúlveda y Braulio Valenzuela, todos ellos involucrados en el operativo en que se dio muerte al comunero mapuche Camilo Catrillanca el pasado 14 de noviembre, solicitará a la fiscalía la reconstitución de la escena del crimen y analiza requerir además la exhumación del cuerpo del comunero. Además se pidió al Ministerio Público incorporar en esta causa los antecedentes del robo a las profesoras en Ercilla que originó la intervención en terreno.

Así lo explicó a La Tercera PM el representante legal de los tres imputados, Javier Jara, quien aseveró que "entre las diligencias que solicitamos está la reconstitución de escena en el lugar de los hechos, que tiene por fundamento establecer la dinámica de los disparos y su trayectoria, junto con la posición de los funcionarios del procedimiento policial y las instrucciones del helicóptero que fueron dadas. En caso de ser estrictamente necesario para la investigación pediremos la exhumación del cadáver".

El requerimiento se sustenta en las declaraciones de los funcionarios involucrados en la indagatoria que aseguran que no hubo disparos directos a Catrillanca Marín ni a su acompañante M.A.P.C, sino que los 12 tiros se realizaron a la parte baja del tractor azul en que ambos se movilizaban.

Así, por ejemplo, Sepúlveda sostuvo en entrevista con este medio que "los colegas tomaron la determinación de disparar a una zona segura baja del tractor, con la única finalidad de que se detenga. Lo demás fue un trágico accidente. Nunca se tuvo la intención de herir o matar. Si hubiese sido así, habría dos tiros y dos muertos cuando los tuvimos frente a frente. Realmente nadie esperaba este  resultado".

En tanto, Carlos Alarcón, autor del disparo que causó la muerte de Catrillanca, argumentó ante el Ministerio Público que "yo le disparé al tractor, pero nunca tuve la intención de lesionar o matar a las personas que estaban en el tractor. Yo me enfrenté con el tractor, le grité que se detuvieran pero no me hizo caso. Se dio vuelta y le disparé. Realicé los disparos desde cerca, calculo unos 20 metros. Los disparos los efectúe cuando el tractor ya se había dado vuelta. Pude haber disparado cuando tuve al tractor de frente, pero mi intención era que se detuvieran, por eso hice los disparos".

La versión de los implicados, contrasta con los antecedentes que maneja el Ministerio Público que indaga el caso como Homicidio, sustentando el cargo en el Informe de Autopsia del Servicio Médico Legal que indica que el tiro ingresó directo al cráneo de Catrillanca, sin un desvío previo.

El documento sostiene que se trató de un "traumatismo cráneo encefálico abierto" que provocó "frácturas de cráneo, laceraciones de meninges, contusiones y laceraciones del encéfalo y hemorragia subaracnoidea, provocada por un proyectil que siguió una trayectoria rectilínea de 16 cm desde la región parietal posterior izquierda a la región frontal izquierda, siendo por lo tanto de atrás hacia adelante y ligeramente de abajo hacia arriba sin salida de proyectil del cual se encontraron múltiples fragmentos dispersos en cuero cabelludo y encéfalo". Además se constató la existencia de una lesión superficial en la espalda" que se explica por una esquirla de un proyectil balístico.

Existen también otros peritajes, entre ellos el Balístico número 60 realizado por la Policía de Investigaciones sobre la evidencia recogida en Temucucui tras el incidente y sobre los fragmentos del proyectil que impactó a Catrillanca. Allí se lee que la "masa total de lo extraído del cráneo de Catrillanca Marín, ésta corresponde aproximadamente al 80% de la masa total de un proyectil balístico calibre 5.56 por 45 mm" que corresponde al arma usada por Alarcón.

Este último antecedente es considerado clave por la defensa de los exGope ya que que, aseguran, sustentaría la tesis de que el disparo no fue directo, sino que se habría tratado de un rebote sobre una superficie dura.