En las historias no contadas de la Selección, se dice que al final de la desastrosa campaña camino a Corea-Japón 2002 (Chile fue último en las Eliminatorias), cuando ya no había nada que hacer, Marcelo Salas rechazó jugar por la Roja porque solo le iban a pagar un bono especial a él y no al resto de sus compañeros. “O a todos o a ninguno”, le respondió a la dirigencia de la época. Y cumplió. Quienes lo conocían, lo describían como una persona distante frente a las cámaras, pero cercano y comprometido en la interna del camarín. “Un tremendo líder”, relatan.

Esa imagen, sin embargo, hoy se ve seriamente afectada. El Matador está del otro lado del escritorio, tomando decisiones que posiblemente hubiese discutido en su época de jugador. Como dueño y presidente de Deportes Temuco, impulsó que el club que se acogiera a la Ley de Protección del Empleo que lanzó el gobierno para enfrentar la crisis económica del coronavirus. Suspendió los contratos del primer equipo, cuerpos técnicos y funcionarios del club, lo que generó una iracunda respuesta del plantel.

En Temuco están inquietos. El grupo de WhatsApp de los futbolistas del Pije no deja de recibir notificaciones. Este viernes, a través de un comunicado oficial, dejaron en claro su rechazo a las medidas económicas adoptadas por el club producto de la crisis que golpea a la industria.

En el equipo Albiverde están molestos. No entienden la actitud de los dueños. Marcelo Salas y Rául Jélvez se apartan del problema, según dicen desde la institución. “No hemos podido hablar con la dirigencia. Los dueños al final son los que toman la decisión. Marcelo Salas nos dijo que el canal de comunicación era el gerente del club, Fernando Navarrete. Y Raúl Jélvez, el otro dueño, no contesta”, dice José Luis Gamonal, arquero de Temuco.

Lo cierto es que las conversaciones entre la dirigencia y los referentes albiverdes venían hace semanas. El arquero José Luis Gamonal comienza aclarando a La Tercera los diálogos de las semanas previas. “La molestia no es por llegar al seguro de cesantía, sino por el hecho de cómo se dio todo. Nosotros veníamos conversando con el gerente del club (Fernando Navarrete) hace dos semanas y buscando alternativas para poder solucionar esto en conjunto. Al final ellos tomaron la decisión de tirar todo esto por la borda y apegarse al seguro de cesantía”, dice uno de las voces que pesan en el camarín.

Cristián Canío, jugador que compartió camarín con Marcelo Salas en Universidad de Chile en 2005, y que hoy luce la jineta de capitán de Temuco, tomó la posta de las negociaciones. Levantó el celular y llamó directamente a su excompañero de vestuario. “Apenas me enteré de esto lo llamé y hablé con él todo este tema. Me explicó que ya se habían ido los sponsors, que era una decisión que ya estaba tomada, que él envió una carta y que nosotros nunca la contestamos. Dijo que nos demoramos muchos días y que la cuarentena ya estaba muy avanzada. De hecho nosotros seguimos entrenando porque los profes nos enviaban trabajos para la casa, que los subieron al club y después los bajaron. Fue una orden. Creo que un empleador, uno que vivió las cosas de este lado, no puede hacerlas con sus trabajadores”, revela el delantero de 38 años.

La posición que hoy adopta Salas no deja de llamar la atención. Es totalmente opuesta a la que exhibía cuando era futbolista, según advierten cercanos al Matador. En aquellos años, el delantero peleaba cada peso de los premios de sus compañeros. “¿Si Marcelo peleaba los premios de sus compañeros siendo futbolista? Sí. Lo que pasa es que ahora es el dueño y defiende su plata. Cuando fui su compañero, él peleaba todo. Pero ahora imagínate: fui su compañero, Hugo Droguett también y ahora es nuestro jefe”, agrega el delantero.

En el camarín de Temuco se suman a las palabras de Canío. Existe disconformidad por la posición que tomó el histórico jugador de la Selección. “Sorprende porque Marcelo fue futbolista, también es el dueño del club. Nosotros lo único que queremos es conversar para que ambas partes lleguemos a un acuerdo y nos quedemos todos tranquilos. Acá hay jugadores que de verdad lo van a pasar mal con el tema del seguro, que no van a tener fondos y vamos a tener que ayudarlos nosotros. Marcelo tiene que haber vivido esta situación en alguna oportunidad dentro de la carrera exitosa que tuvo. Pero al final esto es una realidad totalmente distinta. Acá hay jugadores que no pueden mantener generaciones con su sueldo, que viven el día a día. Él conoce esta realidad. Me sorprende que no quiera dialogar con nosotros para llegar a una resolución en conjunto”, dice Gamonal. “Marcelo tuvo otra carrera, de otra forma, ganando mucho más dinero que nosotros que ganamos sueldos de la B. Es una realidad distinta. Él aseguró generaciones con su carrera de futbolista, pero acá no es así, esa no es la realidad del fútbol chileno y menos de la Primera B”, complementa el portero.

Canío, incluso, repara en el quiebre que se puede producir entre la dirigencia y el plantel. No ve con optimismo el futuro: “Esto en algún momento va a pasar y vamos a tener que volver a entrenar. Si queremos lograr el objetivo de nuevamente ascender a Primera, la verdad es que es complicado volver a entrenar por el tema de los compañeros. Esto deja mucho que desear (…) Uno siempre quiere lo mejor para su equipo. Yo volví pensando que esto no iba a volver a pasar. Yo salí de manera mala cuando me terminaron contrato, pero volví pensando que la cosa sería diferente, para disfrutar los últimos años de mi carrera, pero con esto me demuestran que el club sigue igual".

Respuesta dirigencial

Desde la dirigencia de Deportes Temuco, la palabra la toma Hugo Muñoz, exdirector de la ANFP, que hoy es asesor legal de la dirigencia del club. “No me corresponde comentar las declaraciones de otras personas sobre este tema. Lo que sí tengo que decir es que en medio de una situación viral y epidémica muy dura, Deportes Temuco ejerce una facultad legal, que podrá gustar o no, pero que se ajusta a la norma. Respeto que sea dolorosa, pero está dentro de la ley”.

Muñoz recalca que la institución dirigida por Marcelo Salas siempre ha respetado contratos y condiciones laborales de sus trabajadores y que del total de 70 funcionarios que tiene el club, con los únicos que no se llegó a un acuerdo fue con el plantel del primer equipo. “Ellos querían una negociación personal, con cada uno, lo que era imposible. Suena duro lo que se hizo, lo entiendo, pero es legal. No es una decisión arbitraria ni antojadiza”, dice el abogado.

Sobre el reclamo de los futbolistas, sobre que siguen siendo controlados mientras cumplen con su cuarentena en Temuco, el representante de la directiva de Marcelo Salas responde: “Una pauta mantenimiento físico no habla de una relación laboral. Su contrato indica una actividad física grupal, presencial. A ellos se les paga por jugar fútbol, lo que no se está haciendo desde el 21 de marzo, cuando se suspendió la actividad”.

Respecto al conflicto de interés interno que atraviesa el Matador, Muñoz apunta que no su misión “responder eso”, que “no es el destinatario para esa pregunta”. ¿Y qué le respondió Marcelo Salas a este medio? “No puedo hablar ahora. Cualquier cosa hablar con Hugo Muñoz. Saludos".