En plena campaña electoral, los jabalíes irrumpieron con fuerza en la ciudad eterna. Los mamíferos, atraídos por los kilos de basura que aguardan en cada esquina, se pasean en manadas, deteniendo el tráfico y dejando en evidencia la decadencia que acusan de hace tiempo los romanos, que este domingo y lunes están convocados a las urnas para elegir a su nuevo alcalde.

Uno de los candidatos al municipio, Roberto Gualtieri, del progresista Partido Demócrata (PD), lo señaló en su campaña: “Vivimos sumergidos en la basura y hemos transformado Roma en un vertedero al aire libre y muchos barrios también se han transformado en un bioparque, con diversas especies de animales deambulando por las calles”.

El problema de la recolección de basura se ha vuelto central en la campaña, pero no es el único problema de la ciudad. Los parques están cada vez más descuidados, y la plaga de jabalíes se ha vuelto la guinda de la torta.

Un residente camina al lado de un montón de basura en el distrito de San Giovanni, Roma. Foto: AFP

La crisis es tal que los expertos indican que los jabalíes han cambiado sus hábitos debido a la suciedad: si en naturaleza se trata de animales nocturnos, en Roma aprovechan que los contenedores se llenan durante el día y comen en ese tiempo. La revista Time Out, en Estados Unidos, declaró Roma como la ciudad más sucia del mundo, junto con Nueva York y Bangkok.

La capital italiana ha sido, desde hace años, un dolor de cabeza para los partidos políticos del país, que normalmente suelen evitar poner grandes nombres como candidatos. Más que un trampolín, la alcaldía de Roma es vista como una condena para los políticos, que suelen no salir bien parados luego de los cinco años que dura su gestión.

De cara a las elecciones municipales, las últimas encuestas dan por ganador al abogado y locutor de radio Enrico Michetti, candidato del partido ultraderechista Hermanos de Italia, seguido de Roberto Gualtieri, del centroizquierdista Partido Demócrata. En tercer lugar, figura la actual alcaldesa Virginia Raggi, del Movimiento Cinco Estrellas (M5S), un partido que se caracterizó por su propuesta populista, anti establishment y euroescéptica.

Manada de jabalíes en busca de comida cerca de los basureros, en Roma. Foto: Reuters

Michetti, el líder de la contienda electoral, ha tomado la historia romana como eje de su campaña, afirmando que es hora de restaurar la gloria de la Caput Mundi, “capital del mundo” en latín. Entre sus declaraciones más polémicas, el militante de Hermanos de Italia propuso restaurar el saludo romano -el mismo que usaban los fascistas y los nazis al estirar su brazo-, como una forma más higiénica de darse la mano durante la pandemia del Covid-19.

Las encuestas señalan que lo más probable es que Michetti no logre el 50% necesario para conseguir la alcaldía, así que de todos modos habría segunda vuelta. Lo más seguro, en este caso, es un balotaje entre el candidato de Hermanos de Italia y Gualtieri, que ya fue ministro de Economía, y que tendría dos semanas para convencer al resto de los votantes para apoyarlo el 17 de octubre.

En tanto, la actual alcaldesa Virginia Raggi no ve muchas posibilidades en su campaña. Su gestión no fue capaz de resolver los problemas romanos en transporte, limpieza urbana ni manejo de las empresas públicas. Pero, en general, ninguna administración anterior lo había logrado. Cuando la abogada tomó el timón de Roma, el municipio ya contaba con una deuda de 13 mil millones de euros.

“El problema es que el sistema de basuras se basa en vertederos. Hay sólo dos y uno está por cerrar”, explicó en una entrevista escrita con France Presse la actual alcaldesa de Roma.

“No podemos permitir que Roma retroceda 10 años. Detrás de Roberto Gualtieri están los mismos dirigentes que dejaron 13.000 millones de euros de deuda con esta ciudad. Hay quienes gobernaron sin darse cuenta de que las empresas municipales estaban fracasando”, acusó Raggi al PD.

La actual alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, en una entrevista con la prensa extranjera. Foto: AP

El cuarto candidato, el centrista Carlo Calenda, del partido Acción, es al parecer el único que dice ser capaz de asumir el desafío de gobernar lo ingobernable, como suele asegurar. Con un programa detallado de 2.000 páginas, el nieto del cineasta Luigi Comencini, exministro de Desarrollo y eurodiputado, perteneciente a la burguesía romana, no teme asumir lo que para muchos políticos ha sido una tumba política.

El abogado Claudio Cipollini, en entrevista con el diario The Guardian, comentó su libro Roma il coraggio di cambiare (“Roma, el coraje para cambiar”), en el que estudia las últimas cinco campañas electorales de la capital italiana. “En Roma, nada funciona, y creo que los políticos deben darse cuenta de que esto no se va a solucionar solo con política. Lo que deben saber es cómo organizarse y gestionar todas las dificultades, y mover la ciudad hacia delante”, afirmó.

Estas elecciones municipales no se dan solo en Roma, sino en gran parte de las grandes ciudades del país: Milán, Nápoles, Bolonia y Turín, además de más de mil municipios. En total, 12 millones de habitantes están llamados a las urnas este fin de semana, en unos sufragios que servirán como medición entre las distintas fuerzas políticas en Italia.