Totalmente alejadas están las posiciones entre Summer Tompkins y Kristine McDivitt, hija y viuda de Douglas Tompkins, respectivamente. La semana pasada no hubo acuerdo en la serie de reuniones que citó el Juzgado de Letras de Puerto Varas para terminar la disputa por la herencia del filántropo conservacionista fallecido a fines de 2015.

El pasado jueves se llevó a cabo la última audiencia por la demanda que presentó la hija de Tompkins en 2017 y que busca ser reconocida como legítima heredera de su padre. Sin embargo, dado el nulo avance, el tribunal resolvió poner término al periodo de conciliación. Por un lado, la defensa de la hija de Tompkins asegura que no conoce el total de los bienes de la herencia. Mientras que por otra parte, la viuda del empresario rebate lo anterior por toda la documentación exhibida en Estados Unidos.

A la primera reunión que se concretó el 4 de abril de 2018, asistió la propia Summer Tompkins junto a sus abogados. Mientras que por parte de las demandadas, Kristine McDivitt y Debra Ryker, sólo asistió uno de sus representantes legales. Si bien no hubo acuerdo, ambas partes solicitaron una nueva reunión para que la contraparte estableciera alguna propuesta para poner fin al conflicto.

El 8 de mayo de este año, finalmente, se llevó a cabo la segunda audiencia de conciliación a la que asistió por primera vez Adam Streisand, un connotado abogado estadounidense experto en litigios familiares de personas de alto patrimonio y asesor de Tompkins. Igual que la primera vez, tampoco hubo acuerdo, y el tribunal citó a una nueva audiencia, la que finalmente se concretó el pasado jueves.

Aunque no hubo acuerdo, la última audiencia resulta ser clave para el avance del conflicto. Ello pues ante la magistrada Lorena Lemunao del Juzgado de Letras de Puerto Varas, los representantes de McDivitt y Ryker adelantaron que pondrán a disposición del tribunal una serie de documentos que dan cuenta del patrimonio que dejó Tompkins y el entramado societario.

En base a dichos antecedentes se volverán a debatir puntos que serán muy relevantes en el proceso judicial, como el domicilio de Tompkins y la validez del testamento, pues la demandante no descarta solicitar su nulidad e incluso iniciar acciones en Argentina por las propiedades que mantuvo el empresario en dicho país.

Detrás de las fallidas tratativas existen reproches mutuos entre las partes. Sin embargo, valoran los esfuerzos realizados por la jueza debido a que las reuniones se extendieron entre los meses de abril y junio de este año, considerando lo delicado que es un conflicto familiar de este tipo.

Por otra parte, según trascendió, la demandante cree que la última propuesta recibida no es suficiente para poner fin al litigio. Según trascendió, ésta considera un monto que viene a ser una compensación, aunque las cifras son manejadas bajo absoluto hermetismo por las partes.

Summer Tompkins es representada por los abogados Florencio Bernales y Raimundo Moreno, socios del estudio Carola, Diez, Pérez-Cotapos. Mientras que Kristine McDivitt y Debra Ryker son asesoradas por los abogados Pedro Pablo Gutiérrez y Juan Francisco Asenjo, socios de Gutiérrez, Waugh, Jimeno & Asenjo.