El profesional fue acusado de "ajustar el ángulo para que el flash de la cámara cubriera el cuello del Camarada, Líder Supremo y Respetado". Sumado a este incidente, al parecer habría roto otra regla que establece que los fotógrafos deben permanecer a una distancia de al menos 2 metros.

Dos días después de lo ocurrido, el Korean Art Film Studio decidió que el gráfico era culpable de "acto antipartidista de dañar la Dignidad Suprema de nuestro Partido"; además, fue expulsado del Partido de los Trabajadores de Corea, "convirtiéndolo en un ciudadano de segunda clase".