Tras un incendio forestal en la orilla del río, el meteorólogo estadounidense, Dave Scott, registró este inusual y enorme tornado de fuego.

El fenómeno, explica Scott, se genera en situaciones donde hay presencia de grandes llamas; la masa de aire que está en contacto con el fuego se calienta, se vuelve más ligera y asciende. Así es como adquiere una forma vertical.