Internet no es sólo un lugar con miles de opciones para poder gastar nuestro dinero sin meditarlo, sino que para muchos, es también una opción bastante buena para poder ganar dinero (que luego podemos gastar sin meditarlo).

Las opciones para hacer ventas a través de la web son amplias. Hay sitios dedicados al rubro como eBay, Mercado Libre o Yapo, pero también mucha gente que acude a las redes sociales para poder concretar sus negocios, por las facilidades que ofrecen para comunicarse y porque ya hay un grupo de gente muchas veces mayor o más cercano para hacerlo.

Básicamente lo único que necesitas para poder vender algo en Internet es colocar un precio, condiciones de venta, pero lo más importante de todo, una fotografía de lo que están intentando vender, no sólo para demostrar que de verdad lo tienes, sino que para muchas otras cosas como por ejemplo saber en qué estado está, si es nuevo o usado, saber su tamaño, su color y su forma, etc.

Para la venta de varios objetos esto es muy fácil: si se quiere vender un auto, se saca la foto del auto. Si se quiere vender ropa, se cuelga y se muestra lo más bonita posible. Si se quiere vender un celular la cosa se complica, ya que probablemente deberás pedir otro celular para sacarle la foto. Pero quizás el desafío más complejo que existe en Internet sea el de vender espejos.

¿Por qué es tan complejo? Bueno, por la simple razón de que los espejos son superficies reflectantes y claramente eso se convierte en un problema cuando queremos tomarles una foto y no salir reflejados en ella. A veces para proteger nuestra privacidad, y otras, para no desviar la atención del producto que estamos tratando de vender. ¿Qué es lo que puede pasar si no tenemos cuidado? Cosas como esta:

Para evitar estas situaciones es que los usuarios de la red han desarrollado una serie de técnicas infalibles para poder sacar fotos a los espejos y proteger sus identidades al mismo tiempo. Algunas técnicas son más efectivas que otras, unas requieren más esfuerzo, pero todas cumplen el mismo objetivo: ayudarnos a pasar inadvertidos en las fotos y darle el protagonismo a nuestro producto en vez de a nuestro cuerpo. Acá un resumen con las mejores técnicas.

La Manito

Es por lejos la técnica más usada de todas, porque es la que ofrece la menos cantidad de cuerpo mostrado en relación al resto. Su ejecución, eso sí, puede ser algo complicada, ya que exige sacar la foto a ciegas, ocultándose detrás de una pared o una puerta y dejando que solo las manos aparezcan tomando el celular.

Hay una variante de esta técnica, llamada el cangrejo, y que es similar pero utilizando dos brazos como si fueran de la forma de un crustáceo.

Los pies

Una variante de la técnica de las manos, es la de los pies, la cual como ya deben imaginar, muestra la parte inferior de la persona en vez de sus extremidades superiores. Este sistema es solo para espejos pequeños, y no los de cuerpo completo, aunque su ejecución es mucho más sencilla que la de las manos.

Photoshop

No hay nada que una buena sesión de Photoshop no pueda lograr, y si tu espejo está en una posición que no permite esconderte, puede que sea la única opción. Lo más importante en estos casos es que seas muy sutil usando la edición fotográfica, como el ejemplo que tenemos a continuación.

Y si no tienes Photoshop, siempre puedes acudir al viejo y querido Paint.

El Camuflaje

Si la edición digital no es lo tuyo, entonces la mejor opción puede ser usar algún tipo de disfraz o camuflaje que te oculte totalmente de la escena a fotografiar. De nuevo, lo más importante en estos casos es mantener siempre la compostura y elegir un disfraz que se mezcle con el entorno y no distraiga al potencial comprador de lo más importante: el espejo.

El Emoji

Cuando todo lo demás falle, bueno, siempre puedes recurrir a los emoji, porque un emoji nunca falla.