Hace unos días, Mercedes-Benz anunció las modificaciones que recibiría el Clase A en su versión más radical, el A 45 AMG. No pasaron muchos días para que esas mejoras llegaran a los otros modelos compactos de la marca, el CLA 45 AMG (incluyendo la versión station o Shooting Brake) y el GLA 45 AMG.

Las modificaciones apuntan a un mayor poder que sale desde el corazón sobrealimentado de 4 cilindros y 2.0 litros, el cual pasa de entregar 360 caballos de fuerza a unos 381 CV que se envían a las cuatro ruedas, asociado a la transmisión automática de doble embrague, que también recibió ajuestes, haciendo más rápidos los pasos de marcha entre el tercer y el séptimo cambio. El alza en la potencia también se refleja en el torque, que aumenta de 450 a 475 Nm.

Pero no sólo fuerza suma la renocación de estos modelos, además se incorpora un diferencial mecánico disponible con el paquete AMG Dynamic Plus, el que agrega una suspensión deportiva adaptativa.

Por si fuese poco, se actualizaron los modos de conducción, que ahora ofrecerán la opción de manejo en modo Comfort, Sport, Sport , Individual o Race.