La carrera por la Presidencia de Bolivia ya está en marcha y se cumple lo que vaticinan las encuestas, será una lucha voto a voto en los comicios de 2019 entre Evo Morales, que va por su tercera reelección, y el expresidente Carlos Mesa, vocero de la demanda marítima.

Pese a que las elecciones primarias se llevarán a cabo recién en enero, el clima electoral ya se instaló en Bolivia tras el lanzamiento de la candidatura de Mesa el pasado 6 de octubre, de la mano del Frente Revolucionario de Izquierda (FRI). De acuerdo con una encuesta publicada el domingo por el diario Página Siete, Mesa tiene un 33% de intención de voto, mientras que Evo posee un 31%, por lo que todo se decidiría en una segunda vuelta. En un eventual balotaje, el expresidente (2003-2005) corre con una ventaja de 10 puntos, con un 46% de intención de voto, frente a un 36% de respaldo para el actual mandatario.

Según la encuesta, Mesa es el único que le podría ganar a Morales, no así otros candidatos, como Samuel Doria Medina, de Unidad Nacional que tiene un 9% de intención de voto; el gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas, que posee un 4%, mientras que el exvicepresidente Víctor Hugo Cárdenas (1993-1997) obtiene apenas un 1%, aunque acaba de lanzar su campaña.

Evo Morales y Carlos Mesa son dos viejos conocidos. Las disputas estallaron cuando Mesa ejercía como vicepresidente de Gonzalo Sánchez de Lozada. En ese entonces, Morales era un combativo líder cocalero y el principal dirigente de oposición que jugó un rol clave durante la "guerra del gas", hito que le costó el cargo a "Goni", tras lo cual Mesa asumió como Presidente.

En 2005, Mesa -historiador y periodista- renunció ante las masivas protestas después de que se negó a promulgar la ley de hidrocarburos y responsabilizó a Evo del "clima de incertidumbre". Ese año, Evo Morales arrasó en las elecciones con el 53% de los votos.

"El gobierno presenta a Mesa como el candidato vinculado al neoliberalismo en Bolivia. Mientras que Mesa sabe que cuantas más veces golpea al Presidente puede recibir más apoyo. Hay un desgaste del gobierno por una burocratización partidista", sostuvo a La Tercera el politólogo boliviano Marcelo Arequipa.

Además del fallo de La Haya, desfavorable para Bolivia, Evo sufre el desgaste de más de 12 años en el Palacio Quemado y la derrota en el referendo del 21 de febrero de 2016, cuando el 51% de los bolivianos rechazó su tercera reelección. Por esto la oposición considera de "ilegal" la candidatura de Evo, pavimentada vía Tribunal Constitucional.

¿Coalición anti Evo?

"El sistema de partidos políticos colapsó con la irrupción de Evo en 2005. La sociedad no confía en los partidos que han estado en la oposición tradicional y están reclamando una irrupción de nuevos liderazgos. Mesa es visto como un candidato que no representa el viejo sistema de los partidos", señaló a La Tercera el portavoz de Mesa y analista Gustavo Pedraza.

El 27 de enero serán las primarias en las que Evo correría solo por el Movimiento Al Socialismo (MAS), mientras que los demás partidos tienen el tiempo en contra.