El Presidente Emmanuel Macron conmemora este miércoles el bicentenario de la muerte de Napoleón, un aniversario que reaviva las polémicas en torno a esta compleja e ineludible figura de la historia de Francia.

El 5 de mayo de 1821, el Emperador murió a la edad de 51 años lejos de su familia y de su país, en Santa Elena, una isla perdida en el Atlántico Sur a la que los británicos le enviaron al exilio tras su última derrota en Waterloo.

200 años después, Macron depositará este miércoles una corona de flores a los pies de su tumba, bajo la majestuosa cúpula de los Inválidos de París.

Antes, el jefe del Estado pronunciará un discurso para “mirar de frente” a ese “ser complejo” que fue Napoleón, y no estar “ni en la hagiografía, ni en la negación, ni en el arrepentimiento”, indicó la presidencia.

El ejercicio es delicado. Esta “gran figura de la historia” ha sido “siempre discutida”, según el Instituto de Francia, una institución creada en 1795 que reúne a las élites científicas, literarias y artísticas del país.

Napoleón sigue encendiendo los debates entre sus defensores, que celebran al estratega militar e iniciador del “Estado moderno”, y sus críticos, que le acusan de haber causado cientos de miles de muertos durante sus campañas militares y de haber restablecido la esclavitud.

Ante un legado tan controvertido, los presidentes franceses han evitado posicionarse sobre Napoleón desde que Georges Pompidou celebró el bicentenario de su nacimiento en 1969 en Ajaccio, su Córcega natal. “No hay nombre más glorioso que el de Napoleón. Partiendo de la nada, desprovisto de todo, lo consiguió todo”, había resumido Pompidou.

Al atreverse a conmemorar este aniversario, Emmanuel Macron “mira de frente” la Historia de Francia, afirma el Palacio del Elíseo.

Polémica sobre la esclavitud

“Conmemorar significa recordar juntos, pero no honrar”, dice el historiador Frédéric Régent. “Gracias a esta conmemoración, la mayoría de los franceses se enterarán de que Napoleón restableció la esclavitud” en 1802, ocho años después de su abolición, añadió este especialista en historia colonial a la radio Franceinfo.

En su discurso, Emmanuel Macron “dirá que la esclavitud era una abominación, incluso en el contexto de la época”, según el Elíseo.

Esta condena se espera especialmente en Guadalupe, Martinica y la Reunión, territorios franceses de ultramar donde muchos habitantes son descendientes de esclavos.

“Ninguna víctima puede celebrar a su verdugo, al menos que haya perdido la cabeza”, dijeron el Comité Internacional de los Pueblos Negros, el FKNG y el Movimiento Internacional de Reparación (MIR), que en un comunicado denunciaron los homenajes a un “racista liberticida”.

Entre los otros puntos negativos del legado de Napoleón, el jefe de Estado podría señalar el enorme coste humano de sus campañas militares, como la de Rusia, y el golpe de Estado del “18 de Brumario” que marcó el fin de la Revolución Francesa el 9 de noviembre de 1799.

Al mismo tiempo, el Jefe de Estado rendirá homenaje a Napoleón como organizador del Estado moderno con la creación del Código Civil, de los institutos de enseñanza secundaria y de numerosas instituciones francesas aún en funcionamiento, como el Tribunal de Cuentas, el Consejo de Estado y los prefectos.

Desde el punto de vista político, ha habido algunas críticas de representantes de la izquierda, que lamentan la ausencia de una celebración este año del 150º aniversario de la Comuna de París, mientras que a algunos de la derecha les hubiera gustado que se dé más importancia al bicentenario de la muerte de Napoleón.

La líder de la extrema derecha, Marine Le Pen, saludó la “grandeza” del emperador y lamentó que Emmanuel Macron “conmemore a toda prisa” a quien “hizo tanto por el país” y “dio tanto al mundo”.

Como prueba de la fascinación que sigue despertando el Emperador, el bicentenario de su muerte marca también la publicación de una multitud de nuevos libros sobre Napoleón, al que ya se dedican miles de ensayos y novelas.

Anunciada como uno de los hitos de la temporada cultural, la “exposición Napoleón”, que recorre las principales etapas de su vida, estará abierta al público en París a partir del 19 de mayo.