Mientras continúa su lucha por la hegemonía al interior del Movimiento al Socialismo (MAS) -partido político que lidera desde 1999-, enfrentándose nada más y nada menos que a la facción del Presidente de Bolivia, Luis Arce, y, al mismo tiempo, lidia con la prohibición para ingresar a Perú luego de ser acusado de “intervenir” en la política interior del país en crisis, Evo Morales anunció que el próximo lunes creará en Buenos Aires una coordinadora con miras regionales y al movimiento indigenista latinoamericano, para hacer frente al “imperio”.

La propuesta nace justo cuando su legitimidad como principal líder del MAS es cuestionada, tras semanas de acusaciones cruzadas entre las dos alas al interior del partido presidido por Morales. Con acusaciones incluso de supuestos vínculos entre los cercanos al gobierno de Arce y hechos de corrupción, narcotráfico y jefes militares calificados como “ladrones”, el expresidente boliviano se prepara para incursionar en un ente regional que incluirá a movimientos cocaleros y a grupos originarios del continente.

Una incursión regional

Probablemente, la prueba más clara y evidente sobre el enfrentamiento al interior del MAS entre “renovadores”, el ala cercana a Luis Arce, y los “evistas”, quienes abogan por el exmandatario, fue la completa exclusión de Evo Morales de las celebraciones que este domingo se llevarían a cabo para conmemorar la llegada del partido al poder, agrupación política que, paradójicamente, el líder cocalero preside.

Ante dicho alejamiento, Morales anunció que no se encontraría en el país para la fecha. En cambio, estaría levantando una nueva coordinadora en Buenos Aires, Argentina. El domingo, aseguró el exmandatario, estará en la capital trasandina con sus aliados peronistas, consignó Infobae, para luego, al día siguiente, fundar una organización política que permita consolidar una agenda junto a los “pueblos plurinacionales de América Latina”.

Así lo aseguró este domingo a través de su programa en radio Kawsachun Coca, donde explicó que se reuniría con los movimientos sociales de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) el próximo lunes, previo a la VII cumbre oficial del organismo que se desarrollará al día siguiente en Buenos Aires.

“En esta reunión de movimientos sociales de la Celac quisiéramos ver cómo crear una coordinadora de los movimientos sociales de América Latina y el Caribe. Ya estamos socializando, hay expectativa total, sería la primera organización social de obreros, de campesinos, de indígenas, de todos; por supuesto, todos tienen una organización internacional, mineros, campesinos, indígenas, obreros, pero no hay una organización que los aglutine”, dijo en su programa radial.

Evo Morales levanta el puño mientras marcha con simpatizantes del MAS, trabajadores y cocaleros, para expresar su apoyo al gobierno del Presidente Luis Arce, en agosto de 2022. Foto: Reuters

Si bien el exmandatario no reveló quiénes asistirán a la inauguración de su coordinadora, colaboradores de Morales en La Paz confirmaron al mismo medio que fueron convocados movimientos cocaleros de Perú, Ecuador y Colombia, así como organizaciones de otros países que prefirieron no mencionar.

Raúl Peñaranda, periodista y analista político boliviano, así como director del portal Brújula Digital, conversó con el diario peruano El Comercio sobre la aparente búsqueda de Morales de influir en el continente, lo que se da en el momento más complejo -políticamente hablando- al interior de su país natal en años.

“Lo que ha estado haciendo Evo Morales durante mucho tiempo es generar un área de influencia fuera de Bolivia, en el sur peruano. Eso desde que era presidente, porque tiene una relación incluso como indígena aimara. Y ha tenido siempre ese deseo de irradiar sus ideas por lo menos al sur peruano, también a Chile en el tema de la Asamblea Constituyente”, explicó Peñaranda al medio peruano.

La idea de una Asamblea Constituyente no solo fue recogida en Bolivia y en parte de la izquierda chilena. También es una de las peticiones más reiteradas entre los peruanos que se manifiestan contra el gobierno de Dina Boluarte, además de ser una de las propuestas que el expresidente Pedro Castillo dio a conocer cuando realizó el intento de autogolpe que ahora lo mantiene en prisión preventiva.

Consultado sobre qué tipo de reconocimiento busca Evo Morales en la región, el analista boliviano aseguró que “es una persona ególatra. Lo invitan, le otorgan honoris causa. En Chile se ha demostrado que no tiene influencia, en el sur peruano hasta qué punto esa influencia puede transformarse en hechos concretos. Él tiene una idea de que se tiene que crear un Estado plurinacional como el de Bolivia. Pero eso es solamente un nombre”, continuó el también periodista.

“Es curioso cómo, en el momento de mayor debilidad de Evo Morales de su historia política… Primero fue un presidente que ganaba elecciones, tenía amplio poder sobre su partido, era el líder absoluto, sale del gobierno, el MAS sigue en el poder, pero (Evo Morales) está en una situación de debilidad como nunca en su carrera política. Es una paradoja: en el momento de tanta debilidad interna, procura tener esta influencia en la región”, agregó Raúl Peñaranda.

El líder opositor boliviano Luis Fernando Camacho habla luego de que el Evo Morales anunciara su renuncia a la presidencia, el 10 de noviembre de 2019. Foto: AP

Crear la coordinadora desde suelo argentino no cayó bien en la derecha transandina, y fue Patricia Bullrich, exministra de Seguridad durante el gobierno de Mauricio Macri y una de las posibles cartas presidenciales de la oposición para las elecciones de 2023, quien salió a criticar la llegada de Morales al país vecino.

“Presidente (Alberto) Fernández: ¿permitirá que movimientos cocaleros (productores de coca y de cocaína) se reúnan en Buenos Aires? ¿Qué les dirá a las familias -y a los rosarinos- que sufren a diario por la droga? Si estos grupos tocan suelo argentino, deben ser detenidos inmediatamente”, escribió en su cuenta de Twitter, interpelando al actual mandatario.

Una de las respuestas llegó desde el propio oficialismo, de la mano del embajador argentino en Bolivia, Ariel Basteiro, quien le respondió a través de la misma red social, no sin un dejo de acidez. “Señora Bullrich: preocúpese de no contrabandear armamento como hizo en noviembre de 2019 con Bolivia. No venda humo. La Coordinadora de los Pueblos tiene más de 25 años de existencia; ese desconocimiento es por ligarse más con las mafias que con los pueblos”, replicó.

La industria cocalera, un rubro del que el exmandatario conoce de primera mano y que se ha visto seriamente golpeado tanto por las protestas contra Boluarte en Perú como por las manifestaciones en Bolivia por la detención del gobernador Luis Fernando Camacho, en el marco de su supuesta participación de un golpe de Estado contra Morales, sería también parte de esta nueva coordinadora. Según Infobae, las pérdidas diarias por el conflicto peruano ascienden a los 5,8 millones de dólares, considerando las dificultades para la industria cocalera a la hora de transportar sus productos.

Conflicto interno y externo

El escenario para el exmandatario no es sencillo. Y no solo en Bolivia, debido al enfrentamiento al interior del partido que preside. En Perú, el pasado 9 de enero, el gobierno de Dina Boluarte decretó la prohibición del ingreso al país tanto para Evo Morales -tras acusarlo de “intervenir” en asuntos de política interna-, como para otros nueve bolivianos.

“Se dispuso el registro del impedimento del ingreso al país, a través de todos los puestos de control migratorio, de nueve ciudadanos de nacionalidad boliviana, entre quienes se incluye al señor Juan Evo Morales Ayma”, dijo en aquel momento el Ministerio del Interior, en respuesta a las muestras de apoyo del exmandatario a las protestas contra la administración de Boluarte.

Al interior del país, mientras tanto, la pugna entre “renovadores”, proclives al Presidente Arce, y “evistas”, partidarios de Morales, ha escalado a tal punto, que el ala del exmandatario ha sido más dura con el oficialismo que la propia oposición en algunos de los debates políticos.

Evo Morales incluso ha sido el artífice de algunas de estas críticas, como cuando aseguró que Eduardo del Castillo, titular del Ministerio de Gobierno de Bolivia, habría gestado un supuesto “plan negro” en su contra, detalló Infobae.

El expresidente de Bolivia Evo Morales y el entonces candidato presidencial por el partido Movimiento al Socialismo (MAS), Luis Arce, en enero de 2020. Foto: AFP

Durante la última semana de 2022, las acusaciones crecieron en intensidad y seriedad cuando Evo Morales y algunos de sus exministros aseguraron que miembros de los “renovadores” estarían vinculados a hechos de corrupción, narcotráfico y robos, detalló el periódico cruceño El Deber. Sin embargo, ante la ausencia de denuncias formales, las palabras del entorno del expresidente no pueden ser investigadas de oficio por parte de la Fiscalía. Así lo aseguró una alta fuente del ente al citado medio, pues no existen elementos suficientes para hacerlo.

Sobre esta dura división al interior del partido gobernante, la que trasciende las diferencias ideológicas que podrían existir en toda agrupación política, Raúl Peñaranda dijo es una prueba de la debilitada imagen que tiene Morales al interior del país, a diferencia de hace algunos años.

“Es interesante cómo intenta proyectarse como líder internacional cuando en Bolivia su situación no es buena. Está muy enfrentado con el Presidente Luis Arce. Hay una inquina muy fuerte entre las dos facciones del Movimiento al Socialismo (MAS). Ni la oposición boliviana acusa al gobierno de Arce de la manera en que la facción de Evo Morales (lo hace). Es increíble el lenguaje que se usa entre los dos grupos”, aseguró al diario El Comercio.

Consultado acerca de la posible postulación a las próximas elecciones presidenciales, el analista boliviano aseguró que “Morales está en una situación de debilidad dentro de Bolivia. Él consideraba y pensaba que podía ser el candidato inevitable del MAS para 2025, pero eso no está claro ahora, porque el Presidente Arce, aunque no lo ha dicho, todo indica que también le interesa ser candidato”, cerró.