Los tres grupos de parlamentarios que engloba principalmente la oposición, el Partido Socialista, Francia Insumisa, Izquierda Democrática y Republicana presentarán una segunda moción de censura en contra del Gobierno de Emmanuel Macron por el llamado "caso Benalla".

Esto en medio de una crisis política que está viviendo el presidente luego de que el medio francés Le Monde revelara un video de su exjefe de seguridad, Alexandre Benalla, golpeando a una persona en las manifestaciones del pasado 1 de mayo. En las imágenes el exjefe de seguridad aparecía portando un casco y un brazalete de policía.

El accionar de Alexandre ha levantado ciertos cuestionamientos sobre su motivación para golpear al manifestante que participaba de las manifestaciones del Día del Trabajo. Incluso el Parlamento de Francia ha formado una comisión investigadora para esclarecer la situación.

Cuestionamientos que, según el cientista político de la Universidad de Chile Libardo Buitrago se refiere a que este escolta no podía cumplir funciones policiales, ya que se encontraba como un observador invitado y que por tanto "no debería de haber estado en represión. No era su rol haber estado el primero de mayo reprimiendo a los manifestantes".

René Jara, también cientista político explica que "en Francia las funciones que están alrededor del presidente están súper bien definidos. El estatuto de Benalla no es muy claro. En el fondo es una especie de guardia de cuerpo del mandatario, pero a la vez tiene una serie de beneficios".

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Alexandre Benallla, jefe de seguridad de Emmanuel Macron, junto al presidente francés. Foto: Reuters[/caption]

Así como había sido señalado el estudioso, Benalla tenía ciertos privilegios mientras se desempeñaba como jefe de seguridad de Macron, entre ellos un supuesto departamento de 300 metros cuadrados, un sueldo de 10 mil euros mensuales, "gozaba de secreto de Estado que se les da la policía de seguridad", habría solicitado derechos para portar un arma, "cosa que no es necesario en un agente de seguridad de un presidente", explica Jara.

Esta serie de privilegios "se encuentran en una nebulosa entre lo que sería un agente de policía y un jefe de seguridad", lo que explicaría la contradicción del cargo de Benalla, continúa René, y por tanto una seguidilla de cuestionamientos.

Para Macron esto ha sido "una tormenta en un vaso de agua", dijo. "Alexandre Benalla nunca ha tenido los códigos nucleares. Jamás ocupó un departamento de 300 metros. Jamás tuvo un salario de 10 mil euros. Alexandre Benalla nunca fue mi amante", aclaró el mandatario el jueves.

Declaraciones que emitió, luego de casi una semana de silencio, cuando lo único que había dicho esta semana era que "la única persona responsable de este asunto soy yo" y en la que describió el actuar de Benalla como "una traición y una decepción". Sin embargo, para la oposición, Macron no se había pronunciado debidamente frente a este escándalo y presentó una moción de censura, la cual no es muy segura que prospere.

Según los analistas la mayoría de los escaños representan las fuerzas de Macron. Como especifica Libardo "los republicanos desvirtúan la composición que tienen actualmente, que es el 17,23% de los escaños. El partido que apoya a Macron tiene 313 escaños, que representa el 54,22% del Parlamento" por lo que "no hay probabilidad política que los republicanos pudieran levantar la moción de censura".

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Alexandre Benalla durante las manifestaciones 1 de mayo vestido de civil, pero con un brazalete de policía. AP[/caption]

Para René Jara "todo depende de las informaciones que vayan saliendo durante los próximos días". Esto porque hace unos días se publicó una entrevista de Benalla en la que cuenta su versión y "asume la culpa de este error, y trata de exculpar a Macron y al Gobierno por este exabrupto, y de alguna manera no contamina al presidente".

De cualquier forma Alexandre Benalla ya está siendo investigando, lo que podría concluir en dos escenario, asegura Libardo, "uno, que la investigación concluya que el señor Benalla utilizó indebidamente el uniforme y el brazalete de policía -cosa que no estaba permitido-, y lo otro es que alguien le haya autorizado para contribuir a las labores de observación de la manifestación, pero no ha golpear a un manifestante, lo que sería un exceso de autoridad". Este último escenario, indica el cientista político, podría caer con fuerza al exjefe de seguridad y a la autoridad que le haya dado la autorización para que saliera a contribuir a estar en la marcha.

Se trata de una de las peores crisis políticas que vive Emmanuel Macrón y que se podría traducir en una caída de popularidad del Gobierno francés. Esto por el "poco reflejo del mandatario en no haber desautorizado y haber ordenado de inmediato una investigación de por qué este guardaespalda aparece reprimiento a cara descubierta y usando un brazalete de policía", señala Buitrago.

Con respecto a la moción presentada por la oposición francesa deberá formalizarse próximamente y votarse en las próximas semanas.